Por J. Catrón/M. Bermeo
Por lo general, la votación de los ADR se cuadra con la del controlador. Sin embargo, en casos como la votación del aumento de capital que Enersis planea realizar, esas acciones o votos se han vuelto fundamentales para los inversionistas institucionales.
Y es que ese poco más de 11% de títulos que poseen los tenedores de ADR (según cuenta Citibank N.A. de acuerdo a circular N° 1.375 de la SVS), podría marcar una diferencia a la hora de votar el aumento de capital de la firma, que hasta el momento se mantiene en los US$ 8.020 millones, al menos, hasta que se realice una nueva valorización de los activos que aportará Endesa Latam, que se sumará a la de Eduardo Walker.
A pesar de los esfuerzos de algunas administradoras de fondos de pensiones (las que mantienen poco menos de 13% de la propiedad del holding eléctrico) por contactar a los “dueños” de estos papeles, lo cierto es que la dificultad para lograrlo es mayor. Esto porque habitualmente los custodios no revelan quiénes están detrás de esas posiciones, a lo que se suma el hecho de que son inversionistas altamente sofisticados, con un portfolio de papeles diversificado, por lo que este tipo de operaciones no son tan relevantes para ellos.
Los derechos
“Cuando se viene un aumento de capital, a los propietarios de ADR les corresponderá, al igual que a cualquier otro accionista, un derecho de suscripción preferente de acciones, sin embargo, en su caso es diferente, toda vez que el accionista registrado es el banco depositario y no el tenedor de ADR y por tanto, el tratamiento dependerá especialmente del contrato de depósito respectivo. En la mayoría de los casos, el banco depositario de las acciones les manda una carta (proxy) en que comunica la junta con los temas que se decidirán y les pregunta cómo votar. La gran mayoría de los tenedores de ADR deciden abstenerse o no dicen nada” explica el abogado Juan Francisco Gutiérrez, de Philippi Yrarrázaval Pulido & Brunner sobre el modo de actuar de los tenedores de ADR y los bancos depositarios.
Tras realizada la junta, si es que se aprueba “el aumento, se les pregunta (a los tenedores) si quieren suscribir acciones. Es decir, si desean hacer uso de su derecho de suscripción preferente. En esta vuelta, generalmente el banco depositario pregunta si quieren que venda sus respectivas opciones. Los tenedores, generalmente, no ejercen su derecho, sino que si quieren acciones, contactan a una corredora para que les compre”, agrega Gutiérrez.
Generalmente, esas ocasiones son principalmente usadas por los tenedores de ADR para vender sus opciones y, así, conseguir otros beneficios.