Más de ocho meses llevan las AFP y compañías de seguros de vida buscando alternativas para retirar sus inversiones de los fondos de Southern Cross.
Y es que los negativos resultados de Campanario, Supermercados del Sur (SdS) y La Polar parecen haberle pasado la cuenta a Raúl Sotomayor y Norberto Morita. El disgusto no es menor y en la búsqueda de opciones Celfin Capital es clave, pues tiene un contrato de exclusividad para la distribución institucional de esos fondos en Chile, Perú y Colombia. Hasta la fecha, el banco de inversión sigue negociando las alternativas para los aportantes.
Ya el 29 agosto, cuando se realizó la asamblea extraordinaria de los fondos Celfin Private Equity II, III, y IV -y una vez conocido el incumplimiento de convenant de SdS-, la molestia era evidente. “AFP Cuprum solicita que la administradora evalúe estrategias de salida del fondo”, fue la posición que quedó registrada en el acta del fondo Celfin III.
Y esa no fue la única opinión en contra. En la asamblea extraordinaria del fondo IV, hecha el mismo 29 de agosto, se acordó buscar alternativas para “dejar sin efecto todos aquellos compromisos pendientes que el fondo mantiene con Southern Cross IV”.
Si bien las facultades para las negociaciones se había entregado, entre otros, a Alejandro Montero (actual gerente general de Celfin Capital), hoy es el presidente del banco de inversión en persona, Juan Andrés Camus, junto con el equipo de distribución de fondos, compuesto por Felipe Monárdez y Gastón Angelico.
El acuerdo de salir de los fondos fue tomado por unanimidad y entre los asistentes estaban AFP Capital, Habitat, Planvital y Provida; además de las compañías de seguros de vida EuroAmerica, Consorcio, Metlife y Bice Vida.
A la fecha, según una alta fuente de una AFP, Celfin se encuentra negociando con Southern Cross y, prueba de ello, señala, es que no se ha llamado a realizar un nuevo aporte al fondo Celfin IV, vehículo por el cual aún mantienen comprometidas entregas de capital. De hecho, no ha habido más aportes a este fondo desde el 3 de febrero, cuando se aumentó el capital por US$ 912.782,95.
“Dudo que hagan un nuevo llamado”, sentencia la misma fuente, que de paso apunta a que aún no han tenido noticias respecto de las conversaciones.
Las opciones
Entre las medidas para salir que se mencionaron durante la asamblea –y que las AFP aún se encuentran analizando– está la posibilidad de excusarse de la obligación de contribuir a realizar contribuciones de capital; o de “transferir o vender en el mercado secundario el compromiso total o capital contributions”.
Las AFP, eso sí, están claras en que cualquiera de estas posiciones implicaría un pérdida, ya sea por el castigo con que se venderían las cuotas o por la multa que significa romper el compromiso de realizar nuevos aportes, que equivale a la totalidad del capital ya aportado.
Así, entre las alternativas que manejan los institucionales para no cumplir con las promesas de suscripción de cuotas estaría la posibilidad de invocar disposiciones legales relacionadas con la capacidad de los gestores en quienes se confían las inversiones. Esto, dado que los fondos no han perdido en calificación crediticia “y desde el punto de vista judicial, por el caso La Polar, todavía no hay nada que se pueda argumentar porque el tema todavía no se ha resuelto en los tribunales”, señala un cercano a los inversionistas involucrados.
Por contrato, cualquier eventual controversia quedará en manos del centro de arbitrajes de la Cámara de Comercio de Santiago.
La disputa por SdS
Uno de los principales puntos de discordia entre los aportantes y la administradora fue SdS. De hecho, a pesar de la recomendación de suscribir el aumento de capital, en la asamblea del fondo III de Celfin se produjo un intercambio de opiniones, no llegando a un acuerdo, por lo que la decisión quedó a voluntad de cada aportante. Finalmente, el fondo suscribió un crédito por
US$ 2 millones para concurrir al aumento de capital.