La aerolínea de bandera italiana ve cómo se desvanecen sus
oportunidades para evitar la quiebra, y además reconoció que los despidos
superarán los 5.000. Y es que, tras una noche de largas negociaciones, el
consorcio empresarial italiano que se había mostrado dispuesto a comprar la nueva Alitalia hizo
saber esta mañana que "no existen las condiciones para seguir las negociaciones".
Tras continuas conversaciones en la sede del Ministerio de
Trabajo no se ha llegado a un acuerdo. La férrea oposición de los sindicatos a
las condiciones laborales previstas en el nuevo contrato y, sobre todo, los
numerosos despidos que implica el plan de rescate estarían a punto de hundir el
proyecto de salvamento ideado por el Gobierno de Berlusconi, bajo los consejos
de Intesa SanPaolo.
"Evidentemente, no se dan cuenta de la dramática
situación de Alitalia y de la necesidad de que haya una profunda discontinuidad
con respecto al pasado" para salvarla de una quiebra segura, ha señalado
el portavoz del consorcio agrupado bajo las siglas de Compañía Aérea Italiana
(Cai).
"En este momento es muy difícil hacer previsiones, pero
las condiciones objetivas hacen temer lo peor", fueron las palabras del
ministro de Trabajo, Maurizio Sacconi, que ha utilizado un tono muy distinto al
optimismo con que había afrontado la cuestión hasta ahora.
Plan alternativo
Uno de los baches para el éxito de este plan ha sido la
oposición de los sindicatos a los numerosos despidos que conllevaría llevar a
cabo este proyecto. Según los cálculos ofrecidos por los sindicatos, los
despidos ascenderían a más de 6.000 y de ellos, unos 1.000 serían pilotos,
cuyos sindicatos son los que se han mostrado más herméticos desde el inicio de
las negociaciones.
Por esta razón, los sindicatos habrían iniciado
conversaciones con otras entidades financieras italianas para sacar adelante un
plan alternativo al del Gobierno. Según informaron los medios italianos, una de
ellas podría ser Unicredit, que precisamente es uno de los principales
competidores de Intesa SanPaolo. No obstante, tanto Unicredit como algunos
sindicatos desmintieron poco después esta información.
Por su parte, el consejero delegado de Intesa SanPaolo,
Corrado Passera, ha acusado a los sindicatos de "no darse cuenta de la
situación" que atraviesa la compañía, "especialmente, los
pilotos".
Passera acudió junto al comisario extraordinario de
Alitalia, Augusto Fantozzi, y el presidente de la Cai, Roberto Colannino a la
sede del Gobierno italiano, donde mantuvieron una reunión con el subsecretario
del Consejo de Ministros, Gianni Letta, para analizar la situación.
Por su parte, el secretario de Unión de Pilotos, Roberto
Spinazzola, ha acusado a los negociadores de la Cai de no haber dejado
"ningún margen de apertura" a las propuestas y sugerencias de los
trabajadores. Por esta razón, ahora, la nueva Alitalia
"está colgando de un hilo y va hacia la quiebra".
Spinazzola ha rechazado que "sean caprichosos, inconscientes y no
entiendan la gravedad de la situación" sino que "lo que se ha
presentado a los sindicatos no es lo que había dicho Berlusconi, es decir, que
los despidos habrían sido menos que los que preveía Air France".