De todas las empresas que informan sus estados financieros a los organismos reguladores, sin duda que los del retail estuvieron entre los más observados por el mercado. Como no, si el caso La Polar y su mal manejo de provisiones encendió rápidamente las alertas sobre el resto de la industria y los resultados a junio eran el momento ideal para profundizar en cuanto al trabajo que estas firmas vienen desarrollando.
De hecho, el primer análisis que realizan los expertos en retail es que las diferentes compañías se preocuparon de reportar con lujo detalles los números relacionados con sus colocaciones de crédito, estimación de incobrables y provisiones en los análisis razonados entregados junto a sus resultados.
Es más, Gustavo Fingeret, -senior research analyst en Celfin Capital- cuenta que incluso Falabella, Cencosud y Ripley no esperaron a que el mercado comenzara a sacar sus propias conclusiones ni menos a especular si lo que sucedió en La Polar se extendía hacia todo el retail, ya que decidieron juntarse con los analistas para explicarles su modelo de provisiones y sus políticas de crédito, y sobre todo las diferencias con los lineamientos seguidos por La Polar en cuanto a repactaciones.
Caso a caso
Lo primero que hay que decir sobre el primer semestre es que no es posible hacer un análisis comparativo entre las principales compañías, porque cada una concentra en sus cifras globales negocios que no necesariamente son los mismos.
En todo caso, en el detalle por tipo de empresa, el analista de renta variable de Inversiones Security, Luis Gallegillos, dice que las provisiones de cada negocio tendieron a presentar retrocesos, lo que no necesariamente es indicador de políticas de crédito más restrictivas, sino que también se puede explicar por los mejores niveles de empleo que existen actualmente.
Algo de eso queda en evidencia en lo que sucede con Falabella. La firma controlada por las familias Cúneo, Solari y del Río, muestra en sus cifras generales en lo referente a negocio no bancario (Falabella, Sodimac, Tottus) que hay una mantención en las cuentas por cobrar, pues apenas se incrementaron un 1,37% entre diciembre de 2010 y junio pasado.
En esa sentido, la estimación que hace de sus incobrables aumentó un 4% en línea más bien con lo que había venido mostrando. Este ítem es relevante porque es el monto máximo por el que las empresas pueden o no hacer provisiones, y cada una maneja porcentajes distintos en ese sentido.
Si se mira a Ripley. Los números globales de la matriz Ripley Corp, controlada por los Calderón, muestran un aumento de 7,12% en la estimación de los incobrables y una baja en el monto de las deudas y cuentas por cobrar, lo que podría conllevar una baja de clientes o un menor uso de sus tarjetas.
El caso de Cencosud da para un análisis un poco distinto. La firma comandada por Horst Paulmann muestra en su negocio no bancario (Paris, Easy, Jumbo) una leve variación positiva en el monto de sus deudores y cuentas por cobrar, aunque la estimación de los incobrables se eleva un exponencial 20,96%.
Aunque la firma no entregó detalles, analistas hablan de un eventual cambio en la política de provisiones, aunque también es cierto que no necesariamente este crecimiento en los incobrables involucra la misma alza en las provisiones. En todo caso la firma no se pronunció sobre el tema.