por D. García y C. Cárcamo
Aún cuando Carlos Kubick, gerente general de Empresas Banmédica, dice que la reforma a la salud que el gobierno acaba de enviar al Congreso -donde establece un plan garantizado de salud (PGS) con tarifa plana y un índice de precios de referencia o IPC del sector- tiene “muchas cosas que están en el aire”, es claro en señalar que la iniciativa representa un “cambio de modelo” en la salud privada.
Y, advierte, este remezón no sólo le va a pegar al modelo de negocio de las isapres sino que podría tener peligrosos efectos para los 2,8 millones de afiliados al sistema.
Respecto del precio que podría tener el PGS, Kubick advierte que puede ser mayor a los $ 17.000 que han calculado los expertos. “En el proyecto va un informe al Ministerio de Hacienda que señala exactamente eso, que a mayor precio, el riesgo de que más gente termine en Fonasa es más alto”, dice.
“El segundo elemento que no es menor es que la introducción de la tarifa a plana (…) es un cambio de lógica del diseño del sistema”.
- ¿Por qué piensa que se está cambiando el modelo?
- Estamos hablando de un sistema que ha sido súper exitoso en términos de mejorar el nivel de la medicina en Chile. Así que estamos poniendo en riesgo una cosa que es mayor por presiones que son básicamente políticas, de no entender el sistema y de haber hecho mucha demagogia a través de los años con frases para el bronce.
Además, hay otra cosa que no sé si la han pensado: que el mayor castigo se lo llevan las familias grandes y, como el precio es unitario por persona, a mayor tamaño de familia, mayor es el costo involucrado. No tiene mucho sentido.
Hoy día la solidaridad del sistema se da entre los sanos que financian a los enfermos y se quiere cambiar la solidaridad para que los jóvenes financien a los mayores. Resulta que los mayores que están en las Isapres son las personas más ricas de Chile, porque están pagando un precio más caro y lo hacen voluntariamente y mucho más que su 7%, porque la verdad es que tienen todos los recursos para hacerlo. Esto es parecido a lo que se dice de que hay que darle gratuidad a los hijos de los ricos para que vayan al colegio.
El día de mañana van a ser los grandes gerentes, los grandes empresarios, los que se van a ver beneficiados una vez que se implemente este plan y ¿Quiénes les van a estar pagando el plan de salud? Las familias emergentes de clase media chilena que están formando un hogar. Eso tampoco tiene mucho sentido.
- ¿Cree que se pone en riesgo la viabilidad del sector privado de salud?
- Creo que por voluntad de la gente, y no nuestra, el sector privado va a existir siempre. Basta ver lo que pasa en Europa donde, teóricamente, un Estado benefactor lo cubre todo y, sin embargo, toda la gente que puede compra además seguros privados de salud. Lo que está en riesgo es que mucha gente que hoy puede elegir pierda esa capacidad y esté condenada a irse al sector público.
- Ello, considerando que el PGS podría ser más caro que los $ 17.000 o $ 20.000, rango que estiman lo expertos.
- ¡Ojo! En general, cuando uno habla de expertos, yo tengo mis dudas de que lo sean. Creo que los expertos son los que han administrado compañías, pagan el IVA a fin de mes y saben cuál es el margen que estas cosas tienen. Una cosa es cuantificar desde la academia y ahí puede dar cualquier número; y otra es la realidad.
- ¿Cuál es la autocrítica que se hace el sector del modelo actual donde la persona paga su plan por mucho tiempo sin usarlo pero cuando lo necesita por su edad ya es muy costoso y se tiene que ir a Fonasa?
- Hoy día la cotización promedio que la gente paga en las isapres se acerca al 11%, por lo tanto hay varios puntos que estan puestos voluntariamente.
Con respecto al concepto de que una persona paga poco durante una parte importante de su vida para pagar más despúes, eso no es autocrítica porque siempre fue definido así. La lógica es la siguiente: en todo momento del tiempo, aquellas personas con menos probabilidades de enfermarse están pagando entre comillas más de lo que gastan para que pueda funcionar el concepto. Por eso tampoco es correcto cuando el ministro dice que no es posible que una persona sobrecotice durante gran parte de su vida y que despúes, al final, tenga que pagar más. Esa sobrecotización entre comillas, es lo que permitió que esa persona mientras estuvo sana financiara a los enfermos y la lógica es que el día que se enferme, sea joven o viejo, alguien lo va a cubrir.
No es posible que una persona que hoy día está en el sistema isapre porque voluntariamente quiere estarlo y porque lo encuentra mejor, el día de mañana no le alcance la plata y se tenga que ir. Esa diferencia debiera entregarla el Estado.
Traspaso a Fonasa y subsidio portable
- A una persona que tenga que irse a Fonasa, porque no le alcanza su sueldo para financiar el PGS, tampoco le va a alcanzar en la aseguradora pública. ¿Cómo se financia ese diferencial?
- Se va a financiar con impuestos. Entendamos que hoy día el financiamiento del Fonasa es de un 40% de cotizaciones y 60% de presupuesto público.
(...) En el caso nuestro no podemos hacer eso y, por eso, tenemos el problema de la tarificación, al pasarlo a precio. Ellos también lo pasan a precio, pero no a las personas, se lo pasan a los contribuyentes que no lo ven. Por lo tanto, en difinitiva el gasto es igual, incluso mayor allá.
- El gobierno estima que a un costo de $ 17.000 del PGS 1,2 millón de personas van a tener que pagar más y que el 10% de estas personas se iría a Fonasa. ¿Es una estimación conservadora?
- Creo que es una estimación conservadora. Porque creo que va a ser más de $ 17.000 .
- Y si es más de $ 17.000, ¿cuánta es realmente la gente que podría emigrar?
- Es difícil saberlo. Pero lo que si está claro es que va a haber una cantidad importante de gente que no lo va a poder pagar. En la medida en que no lo pueda hacer, lo que estaríamos haciendo una vez más es volver a segmentar la salud y mucho más groseramente. Van a poder elegir menos personas que antes y van a quedar más personas condenadas a que ojalá esté bueno el sistema público. Yo creo que eso es malo por definición.
- ¿Cómo se le da libertad a la gente para mantener esa capacidad de elegir?
- Lo óptimo es que a cada persona que no le alcance el 7% tenga los recursos para el decidir, en definitiva, si quiere estar en el sector público o en el sector privado.
- O sea, que la reforma incorpore un sistema de subsidio portable...
- Sin la portabilidad esta es una reforma absolutamente chata y que no tiene ningún sentido hacerla y cuyo único efecto práctico es más gente en el Fonasa.
- ¿Por qué se debiera financiar con recursos públicos una actividad lucrativa y privada?
- No está financiando eso (...) Y si esa persona (que recibe el subsidio) encuentra que el Estado lo hace mejor y que su plata y su salud esta mejor allá, feliz que se vaya para allá. Yo no estoy diciendo que me garanticen un subsidio a mí, lo que estoy diciendo es que podamos competir en igualdad de condiciones.
Urgencia en el trámite legislativo
- El ministro Mañalich pidió un despacho rápido del proyecto y está pensando en marzo tener esta ley...
- Creo que eso sólo garantiza una pésima ley. No hay nadie que haya conceptualizado el problema macro, sino que están tratando de resolver un tema político de percepciones de un subconjunto minoritario de la población, cambiando las bases y la lógica de un sistema que funciona.
Lo digo de otra forma, pienso y pienso y no le encuentro el fundamento técnico.
- ¿Cómo se resuelve el tema?
- Nosotros vamos a terminar haciendo lo que la ley determine que hay que hacer.
Las empresas van a seguir funcionando con más o menos complicaciones. Y vamos a descubrir la forma de poder crear valor para la gente. Pero, desde el punto de vista de las políticas públicas, vamos a seguir segregando a una gran población sin darle la posibilidad de elegir.
- Sobre los tiempos de discusión del proyecto. ¿Ustedes se van a acercar a las instancias parlamentarias?
- Yo entiendo que lo que han manifestado las autoridades legislativas es que van a invitar a los actores del sector a exponer sus puntos de vista y eso lo seguiremos haciendo como ha sido históricamente con la Asociación de Isapres.
Efecto en las clínicas
- ¿Tiene efecto este proyecto en en el sector prestador?
- Lo que cubre Fonasa en libre elección en una clínica privada de hospitalización es muy bajo y, desde esa perspectiva, por supuesto que tiene efectos. El efecto es que si hoy día, un 10% de los usuarios de Isapres se caen al Fonasa, dado que esos usuarios se atendían en las clínicas privadas, van a buscar el mismo estandar. En Fonasa, si quisieran mantenerse en el sector privado prestador, sus copagos que antes eran 10% ahora van a ser 90%.
- Los cambios que plantea la reforma no afecta a todas las isapres por igual, incidiendo más en las que tienen carteras más jóvenes y de menos ingresos...
- No me gustaría opinar sobre eso, pero efectivamente la lógica indica que aquellas isapres con cotizaciones más bajas y que en general tienen poblaciones más jóvenes van a terminar siendo colocadoras de recursos y no receptoras de recursos.
Como la plata es la misma, hay algunas que van a recibir y otras que van a tener que colocar. Hoy hay algunas isapres que cuando se hace el recuento del AUGE tienen que colocar plata.. No importa mucho porque el valor del AUGE es relativamente pequeño, pero a medida que eso sube, la cantidad de plata que se transfiere es mayor.Aquellas isapres que han hecho un esfuerzo importante por desarrollarse y crecer en sectores más emergentes y por lo tanto han atendido a poblaciones de menor ingreso relativo va a ser más golpeadas que otras.
Ganancias y el alza en los planes
- ¿Cómo recibe las críticas que nuevamente se le hizo al sector por las utilidades de las isapres que a septiembre están 50% sobre los resultados de 2010?
- Yo reitero lo que he dicho siempre: hay una gigantesca ignorancia cuando se dice que las ganancias son importantes. Las ganancias de la industria históricamente han sido entre el 3% y 4%. En una industria con altísimo riesgo, aquí el 85% del costo es en gasto médico y liciencia, basta que eso cambie 2% ó 3% para que la utilidad sea pérdida.
Este año hubo una muy buena explicación de por qué con respecto al año pasado las utilidades, sobre todo las del primer semestre, fueron mucho más altas. Esta es una industria en que casi toda la plata se gana el primer semetre. En 2010 no fue así por el efecto terremoto y, por lo tanto, a las isapres le fue muy mal el primer semestre con respecto a la historia. Por lo tanto, al comparar las dos cosas, apareció el primer semestre un crecimiento de más de 70% de las utilidades. Y varios políticos y autoridades pusieron el grito en el cielo e, incluso, la máxima autoridad del sector llego a decir de que las utilidades del sector iban a ser $100 mil millones en 2011.Se lo dije personalmente que estaba equivocado y el tiempo sólo me ha dado la razón. El tercer trimestre no existieron utilidades de las isapres.
Parece que hay personas a las cuales no les gusta que los privados funcionen en la industria. Creo que efectivamente tenemos una tara conceptual e ideológica que hace que a mucha gente no le guste que los privados le traigan eficiencia al sector.