Un IPOM con pocas sorpresas
George Lever gerente de Estudios Cámara de Comercio de Santiago (CCS)
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Tal como se anticipaba, el IPOM de septiembre presentado por el Banco Central no trajo grandes sorpresas. Tanto la evolución del escenario de referencia como el balance de riesgos y los ajustes en algunas variables tienden a converger hacia las previsiones del mercado.
El tema más comentado ha sido el recorte en la proyección de crecimiento 2013, pero en realidad se trata sólo del estrechamiento del rango, habitual en el IPOM de septiembre.
En esta ocasión, el Central se la jugó por la parte baja de la banda previa, acotando el margen a 4-4,5 por ciento, en línea con el consenso del mercado.
En el plano externo el Informe da cuenta del escenario anticipado por los analistas, con especial preocupación por las amenazas sobre las economías en desarrollo (léase China y el resto), en forma simultánea a un mejoramiento relativo en las condiciones de los países desarrollados.
Más llamativos resultan otros énfasis del Informe.
Entre ellos tal vez el más destacado es el tono de preocupación que adquiere el mensaje respecto de la evolución del consumo interno, al punto de identificarlo directamente como un potencial factor de riesgo en caso de no moderar su ritmo en los próximos trimestres. El IPOM corrige la proyección de esta variable desde 5% a 5,6%, al tiempo que destaca el rol que ha tenido el empleo como principal responsable del prolongado ciclo de consumo, pero no enfatiza el mérito reciente de las agresivas caídas de precios en bienes durables.
Precisamente el cambio de trayectoria en estos precios (por mayor inflación externa y alza del tipo de cambio), jugará un rol clave en desacelerar el consumo de los hogares en los próximos trimestres.
También llama la atención el sesgo más bien pesimista en materia de inversión en capital fijo. Si bien el IPOM corrige levemente al alza su crecimiento 2013 (desde 5,5% a 5,6%), queda aún lejos del consenso de mercado, más cercano al 6,5%. El Banco Central hace énfasis en la maduración del ciclo de inversión de la minería, en parte debido a las caídas en los precios de las materias primas.
Para el 2014 prevé un crecimiento de la formación bruta de capital fijo del 4,5%, también un punto al menos por debajo de las proyecciones del mercado.
Si hacemos el nexo entre inversión y empleo, es claro que el escenario implícito previsto por el IPOM apunta a un menor crecimiento en la generación de puestos de trabajo, con el consiguiente efecto sobre la demanda interna. Ese factor por sí sólo es suficiente para normalizar el ciclo de consumo, alejando los temores respecto de su potencial efecto inflacionario.