Alvarado, el ministro que debe generar puentes con la oposición

Hasta pasada la medianoche Claudio Alvarado se quedó contestando todos los mensajes y saludos en su celular, luego que el Presidente lo nombrara ayer como ministro secretario general de la Presidencia y se transformara en el primer chilote que ostenta ese cargo. Pero junto con contestar los textos, acordó reuniones virtuales y presenciales para comenzar su nueva tarea, a sabiendas de que corre contra el tiempo para lograr el acuerdo social y económico que impulsa el gobierno.

Sangre fría para negociar y respetar la palabra empeñada, son dos de las características que más destacan en el mundo político del nuevo ministro secretario general de la Presidencia, Claudio Alvarado (59 años, seis hijos). Esas condiciones, dicen en La Moneda fueron las que lo posicionaron como un hombre clave del gobierno a la hora de alcanzar acuerdos con la oposición en el Parlamento, mientras se desempeñó como subsecretario de la Segpres en la primera y segunda administración de Sebastián Piñera; y mientras fue subsecretario de Desarrollo Social por ocho meses cuando el mandatario lo designó finalmente como integrante del comité político.

Muchos de los que lo conocen, dicen que Alvarado es bueno para generar acuerdos transversales, rasgo que le podría ayudar mucho en las negociaciones para el acuerdo nacional. Su fama de "buena muñeca negociadora" la forjó armando nexos en todo el espectro político, lo que se reflejó en varios éxitos del gobierno: logró votos para salvar la mayoría de las acusaciones constitucionales a los ministros de Sebastián Piñera, articuló acuerdos para que se aprobaran leyes muy relevantes a pesar de ser minoría en el parlamento y destrabar conflictos sociales, como el de Aysén.

Chiloé

"¡Histórico!: Un chilote asumió como ministro", titula hoy el Diario Chiloé. Claudio Alvarado nació en Castro y estudió en la Escuela de Negocios de Valparaíso que dependía de la Universidad Santa María (hoy es Universidad Adolfo Ibáñez). Ya titulado trabajó en la municipalidad de Ancud, fue alcalde designado de Quemchi entre 1985 y 1986; trabajó ocho años en el BCI y llegó a gerente de la oficina en Puerto Montt. Ahí fue donde lo alcanzó la política, ya que en 1993 Juan Antonio Coloma y Carlos Recondo le pidieron que fuera candidato a diputado por Chiloé y Palena y aceptó el reto.
Desde ese tiempo conoció y compitió con Gabriel Ascencio (DC) en cuatro elecciones para diputados por ese distrito. Cado uno ganó dos contiendas, (entre 1994 y 2010) pero con el sistema binominal ambos eran electos. Es su más cercano interlocutor en la oposición y con quien se junta cuando coinciden en Chiloé, hasta donde viaja cada fin de semana para ver a sus hijos.

"Es uno de los nuestros"

Con su detallado conocimiento del Congreso, en 2010, fue reclutado por el entonces ministro Cristián Larroulet, para ser subsecretario en el primer gobierno de Piñera. 

Alvarado tiene "redes" en todos los sectores políticos, incluso en el Frente Amplio, no es novedad verlo conversar en los pasillos del Congreso con Maya Fernández (PS)  o Pamela Jiles . En Chile Vamos valoran su labor. "Es uno de los nuestros y no hay que decirle lo que hay que hacer", sostiene un diputado del gremialismo, que agrega "pero también es pragmático".

El ahora ministro también integró el comité de asignaciones parlamentarias entre el primer y segundo gobierno de Piñera.

Con Gonzalo Blumel se conocen desde antes de 2010. Al instalarse el primer gobierno de Piñera llegan ambos a la Segpres, Alvarado como subsecretario y Blumel como jefe de gabinete de Cristián Larroulet, por lo que hicieron buen equipo, en esta segunda administración.

El nombre de Alvarado se mencionaba como posible ministro siempre que asomaba un cambio de gabinete. Ahora pasó a la primera línea de la política y tiene una nueva prueba de fuego al generar puentes con la oposición para aprobar proyectos y generar consensos, esa tarea se le dejó clara el Presidente en el primer comité político sostenido a pocas horas del cambio de gabinete la tarde de este jueves.