Oposición y oficialismo logran un histórico acuerdo para una nueva Constitución
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Tras dos intensas jornadas de negociaciones, de las que solo se restó el Partido Comunista, la oposición logró un consenso interno que abrió la puerta a un avance hacia un acuerdo con el oficialismo -superada la resistencia de la UDI- en torno a la fórmula que se aplicará para elaborar una nueva Constitución política "representativa y democrática". Esto, a través de un plebiscito de entrada en el que se harán dos consultas a la ciudadanía: si desea cambiar la Carta Fundamental y bajo qué mecanismo, que implica asamblea constituyente o convención constituyente, en lo que es considerado un hito histórico tras 40 años de la actual Carta Magna.
Los ánimos fueron en todo momento de diálogo. A última hora, de hecho, ChileVamos se había negado a elaborar la nueva Constitución a partir de una hoja en blanco. El problema que veía el oficialismo con partir de cero es que de no haber acuerdo en algún tema no quedaría en el texto fundamental y de ahí que plantearan que lo óptimo era que aquello en lo que no se alcanzara consenso se mantuviera lo que ya normado por la actual.
Pero se buscó salvar este impasse y se pudo seguir adelante con la postura propiciada por la exNueva Mayoría y el Frente Amplio.
En lo esencial, el acuerdo base contempla un plebiscito de entrada para que la ciudadanía se pronuncie acerca de si desea o no una nueva Constitución; y una segunda consulta dice relación con el mecanismo que se utilizará para ello, si será una asamblea constituyente (con un nombre que vaya en la línea de asamblea ciudadana, debido a la carga negativa que tiene para el oficialismo el adjetivo "constituyente") o una convención constituyente, que implicaría un 50% de asambleístas electos y un 50% de parlamentarios. Estos últimos deberían renunciar a sus cargos en el caso de ser elegidos para integrar la asamblea.
De este modo, se establece en los términos convenidos que el órgano constituyente elegido por la ciudadanía a través del plebiscito se disolverá al momento de cumplir su cometido y cuando el texto esté en condiciones de ser plebiscitado para que la ciudadanía lo ratifique.
Tanto el plebiscito como la elección de delegados se realizaría con la fórmula de voto obligatorio y un sistema de elección proporcional.
En abril del 2020, de acuerdo a la programación, se haría el plebiscito de entrada y el ratificatorio se haría por mayoría absoluta.
Uno de los principales articuladores fue el senador del PPD Felipe Harboe, quien hizo de puente con el oficialismo y con el gobierno, ya que durante la tarde de ayer estuvo en permanente contacto telefónico con el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, quien desde La Moneda no perdió de vista todo el proceso.
Mientras se esperaba el resultado del diálogo, la Coalición de Unidad por el cambio, integrada por el PC, la Federación Regionalista Verde Social (FRVS) y el PRO que se restaron de las negociaciones, dieron una conferencia de prensa para explicar las razones de su decisión.
Sin embargo, las partes involucradas aseguran que dado el acuerdo de todas las demás fuerzas políticas, estos los votos no son indispensables para avanzar en el proceso. Ello no evitó que lamentaran que los dirigentes comunistas desistieran de participar de un "acuerdo histórico" que, esperan, contribuya a apaciguar los ánimos de los manifestantes y abre una nueva etapa en la historia de Chile.
Reacciones
Tras sellarse el acuerdo la senadora Jacqueline Van Rysselberghe (UDI) señaló que "estar sentados acá es un esfuerzo de diálogo en un ambiente donde reinaba el miedo, la violencia y falta de paz. Por eso estamos agradecidos de haber sido parte de la construcción de un acuerdo para buscar respuestas y acuerdos de justicia social y para derrotar la violencia que se ha engendrado".
Luego, el senador Alvaro Elizalde dijo que "serán los ciudadanos y ciudadanas quienes definirán si quieren una nueva Constitución y cuál es el mecanismo para generarla a través de dos alternativas: una convención mixta y convención constitucional que equivalente a la asamblea constituyente".
Uno de los que encabezó las negociaciones por el lado de la opisición fue el senador Felipe Harboe, quien hizo énfasis en "entender la magnitud de este cambio", agradeciendo a todos los que contribuyeron para llegar a este acuerdo. "Es hora de reencontrarnos", insistió.
Felipe Kast, en tanto, afirmó que el Senado y la clase política "se puso a la altura". "Se ha puesto primero a la ciudadanía y ahora le corresponde a ellos decidir cuál es el mejor procedimiento".
La representante de Revolución Democrática, Catalina Pérez dijo que este es el "inicio de una tremenda responsabilidad". Mientras Gabriel Boric reconoció que "con quienes teniendo posiciones muy difrentes, el gobierno y la derecha, se esforzaron también por llegar a este acuerdo histórico".