En minoría. Así se siente Enrique Marshall cuando en el mercado se plantean alternativas de supervisión a los conglomerados, dado que es partidario de realizar ajustes a la actual normativa en vez de transitar por el complicado camino que, a su juicio, sería forzar la conformación de conglomerados financieros. Precisamente ese tema fue ampliamente abordado por el último Informe de Estabilidad Financiera (IEF), donde además se anunció una revisión a las normativas de liquidez de la banca.
- ¿En qué consiste la revisión a la norma de liquidez?
- Como lo menciona el IEF, entre los puntos contemplados está la introducción de los criterios que recomienda Basilea, la fijación de normas o límites para el grupo bancario en su conjunto, más allá de las normas que rigen para sus componentes individuales. No hay que olvidar que los bancos tienen habitualmente administradoras de fondos mutuos y otras filiales donde los temas de liquidez son muy relevantes. Ese es el tipo de temas que se abordarían.
- ¿Cómo se fortalecerían las políticas de gestión de liquidez?
- La revisión apunta en la dirección señalada. Otro aspecto que se toca es el referido al uso de modelos internos por parte de los bancos, definidos por sus respectivos directorios. La idea es avanzar en la estandarización de los supuestos usados en dichos modelos, de manera que no se produzcan diferencias muy grandes en lo que aplica uno u otro banco.
- ¿El cambio a la normativa implica castigos o premios?
- Creo que eso va a estar implícito. Los principios que hay detrás de toda esta revisión es que los bancos deben tener una adecuada diversificación en sus fuentes de financiamiento, que se debe sopesar bien los riesgos asociados al fondeo mayorista. No es que el fondeo proveniente de inversionistas institucionales sea malo o deba ser castigado, pero es claro que en determinadas circunstancias puede generar dificultades, por ejemplo, cuando es de corto plazo y está siendo utilizado para financiar operaciones a largo plazo. Este tipo de situaciones son las que deben ser monitoreadas, y a las que hay que fijarle límites.
- ¿Cómo se enfrenta la dependencia del fondeo chileno a depósitos institucionales?
- Hay que señalar un par de cosas. Una es que el financiamiento de los institucionales es algo bueno. Los problemas surgen cuando los bancos descansan excesivamente en el fondeo mayorista, especialmente de corto plazo. Los institucionales introducen disciplina, pero pueden agregar volatilidad (...) El punto es no incurrir en excesos, atender bien los riesgos que esta modalidad de financiamiento conlleva.
- El IEF menciona que noticias negativas de conglomerados pueden repercutir en el costo de fondo de bancos pertenecientes a un grupo, situación que afectó a CorpBanca…
- Lo que observamos es que los diferenciales de tasa observados en el mercado monetario se han tendido a reducir. Entonces estamos en un cuadro distinto del de hace algunos meses.
- Pero todavía hay una empresa del conglomerado...
- Por eso, nosotros ponemos mucho énfasis en las lecciones que quedan de esto. Porque más allá de lo que ocurrió, a lo que estamos llamados es a superar las situaciones y a mirar hacia adelante, sacar lecciones y perfeccionar la regulación. La propia SBIF ha dictado una nueva normativa respecto de funcionamiento de los directorios de los bancos. También ha habido una reacción en orden a perfeccionar la norma sobre endeudamiento con partes relacionadas (...) Y la normativa de liquidez que está en proceso de revisión y que debería salir en el curso del próximo año.
- O sea, ha habido acciones...
- Se han emprendido acciones mirando hacia adelante, que es lo importante. Ahora, es un hecho evidente que el mercado financiero funciona sobre la base de la confianza. Y si hay, por una u otra razón, dudas, aprensiones respecto del funcionamiento de una institución, eso tiene implicancias en el costo de financiamiento de esa entidad. Por ello, el IEF levanta el punto de que los bancos tienen que ser particularmente cuidadosos en su manejo corporativo, sobre todo aquellos pertenecientes a grupos económicos con intereses en diversos sectores, por cuanto una situación compleja en algún componente del conglomerado puede afectar al banco, aunque éste tenga adecuados niveles de solvencia. El mundo de los negocios conlleva riesgos. Si surge un problema, es clave disponer de una capacidad de reacción para que eso pueda ser mitigado con rapidez.
- ¿Esta sería una forma de mitigar riesgos por exposición a relacionados de un conglomerado?
- Nosotros llamamos la atención en el sentido que esa capacidad de reacción tiene que estar presente, que tiene que haber un buen funcionamiento de los gobiernos corporativos. Pero la clave está en limitar o simplemente en abstenerse de incurrir en operaciones con partes relacionadas. Ello es lo que previene o al menos minimiza la contaminación (...) Uno podría plantearse la pregunta si no debiéramos ir ya a una eliminación completa de ese margen. Esa es la base, evitar que la contaminación se produzca, generar efectivos cortafuegos entre el banco y el grupo al cual pertenece.
- ¿Hoy los límites son muy amplios?
- Me parece que los actuales límites son bastantes estrictos, pero existe espacio para reducirlos aún más y, sobre todo, para extender estas regulaciones a otros sectores.
- ¿El BC ve más viable la limitación de la estructuración corporativa?
- No es un tema que hayamos discutido a nivel de Consejo. Hemos tenido algunas conversaciones, pero no hay una posición oficial. Hay dos caminos posibles: uno es forzar que se estructuren conglomerados financieros y que éstos sean fiscalizados como tales. El otro camino apunta a reforzar los cortafuegos, a perfeccionar la actual normativa sobre financiamiento a partes relacionadas, y a extenderla a otros intermediarios financieros, como las compañías de seguros. Estos no son caminos en direcciones opuestas. Pero, no diría que el BC se inclina por uno u otro, porque no le corresponde hacerlo.
- Y personalmente ¿por cuál se inclina?
- Yo he manifestado -y es una opinión estrictamente personal- algunas aprensiones o dudas respecto de la idea de forzar la conformación de conglomerados financieros en un país como el nuestro. En la práctica lo que existe son conglomerados familiares que tienen intereses en diversos sectores de actividad económica. Me parece puede ser poco realista forzar la conformación de conglomerados financieros en esas circunstancias. Tengo algunas dudas sobre su viabilidad, pero estoy abierto a la reflexión, al debate y a cambiar de opinión (...) Quizás se puede buscar una fórmula intermedia y tomar algo de cada una de estas dos opciones.
- ¿Le gustaría fortalecer los límites más que limitar la estructuración corporativa?
- No, lo que pasa es que esto de los límites es algo que se puede hacer de forma relativamente fácil porque todo el mundo lo entiende, entonces se puede actuar con rapidez y los efectos son inmediatos. Es un camino en que uno sabe por dónde está transitando y dónde va a llegar. El otro camino es más incierto, tenemos menos experiencia. La hay para el mundo desarrollado, pero no para nuestra realidad. Pero estoy abierto, sé que cuando discutimos esto en círculos académicos o entre autoridades del sector financiero, me siento un poco en minoría.
- ¿La mayoría hacia qué alternativa se inclina?
- Creo que la mayoría de los expertos se inclina por avanzar hacia una regulación y fiscalización de los conglomerados.
"Renegociación se convirtió en una mala palabra"
- ¿Cómo evalúa el traslado de cartera de retail a la banca?
- Uno puede hacer distintas lecturas de eso, una es que en los segmentos atendidos por los proveedores no bancarios (casas comerciales, cooperativas) el negocio se ha tornado más complejo por distintas razones. Hay un punto de inflexión que marca el caso La Polar, a partir de ahí hay una serie de preocupaciones a nivel de directorios, la regulación se fortalece, y todo eso forma parte de un cambio de escenario y hay una visión de que el modelo de negocio que se aplicó en el pasado va a tener que sufrir modificaciones, esa es la realidad y eso tiene una traducción práctica, que los proveedores se vuelven más cuidadosos, aplican freno, revisan sus carteras, hay operaciones que se suspenden. La palabra renegociación se convirtió en una mala palabra. Todo eso ha ocurrido a partir del caso La Polar (...) Creo que hay una percepción de que el negocio, tal cual fue en el pasado, va a requerir modificaciones y adecuaciones, en algunos casos mayores.
Respecto de las tarjetas de casas comerciales, si uno mira los países desarrollados en general este es un mercado que ha derivado en alianzas entre bancos y casas comerciales, y finalmente ha pasado a ser un negocio bancario, esa es la realidad. En nuestro país se ha avanzado en esa dirección y ello no es algo sorpresivo. De hecho, el parque de tarjetas de crédito de casas comerciales se ha reducido en los últimos 7 años.
"Lo relevante son los parámetros estructurales"
- ¿Qué explica el cambio de rango de crecimiento planteado en el IPoM?
- Para el próximo año tenemos un rango de proyección de un punto porcentual, centrado en 4,25%, y esta proyección no está tan alejada de las estimaciones de los analistas, aunque reconozco que algunos están hablando incluso de cifras por debajo de 4%. Respecto a septiembre y sobre todo a marzo, tenemos una visión de menor crecimiento, porque se ha ido dando un menor dinamismo -que nosotros anticipamos- después de tres años de crecimiento mayor. Ahora, en lo fundamental, estamos en un escenario para 2014 que es parecido al de este año. No estamos diciendo que el próximo año vaya a ser más malo que este.
- La proyección de crecimiento 2014 de Hacienda ha generado polémica porque ha sido considerada muy optimista, ¿qué le parece?
- Ese es un debate en el que nosotros no vamos a entrar por razones perfectamente explicables. Ello forma parte del proceso presupuestario en el que el BC no participa. Tenemos un mandato distinto. Hacienda, me imagino, elaboró sus proyecciones a nivel de agosto, hoy tenemos un cuadro más claro de la tendencia que puede experimentar la economía. Primero eso, y segundo, para efectos del presupuesto lo relevante son los parámetros que determinan las cifras estructurales, el gasto estructural y esas cifras son fijadas por expertos y tiene que ver con el crecimiento de tendencia y con el precio del cobre a largo plazo, por lo que para efectos del gasto, que es lo relevante, todo ello está determinado por parámetros que son fijados por un comité de expertos, por tanto creo que hay que ser cuidadoso en esa materia.
- ¿Y respecto a la sobreestimación de ingresos que se ha planteado?
- Esa es una discusión presupuestaria, no es relevante para nuestra modelación que está pivoteada en torno a la meta de un déficit fiscal de 1%
- ¿Comparte lo dicho por el presidente del Banco Central respecto a que no le preocupan los planteamientos de las candidaturas presidenciales?
- Comparto lo señalado por el presidente, es una visión coincidente al interior del consejo. Ahora estamos al medio de una elección presidencial, no es el momento para que el Banco Central emita opiniones, este es el momento de las candidatas y la ciudadanía.
- ¿Se ha debatido al interior del BC la propuesta de nueva Constitución de Bachelet que incluiría cambios a la ley del Banco Central?
- No, eso es un tema que no le corresponde comentar al Banco Central, las leyes las hace el gobierno y el legislador. Sin perjuicio de ello, el Banco siempre puede cooperar con los legisladores, aportando experiencias de otros bancos centrales, lo hemos hecho antes.
- ¿ Y hay una opinión sobre la propuesta de acusación constitucional a los consejeros, como planteó el abogado Fernando Atria?
- No tendría comentarios que hacer sobre la materia. Son asuntos que tienen que resolver los legisladores.