Por Patricio Ojeda González
“Hace algunos meses el cobre estaba en US$ 4, hoy día está en torno a los US$ 3,30. Ese solo efecto le significa a Chile perder producto o ingresos por más de US$ 8 mil millones, y al fisco perder ingresos fiscales por más de US$ 4 mil millones”. La tajante advertencia del presidente Sebastián Piñera en la Cena Anual del Comercio sirve para dimensionar la preocupación que hay en el Ejecutivo por la baja que ha experimentado la cotización del metal rojo en la Bolsa de Metales de Londres.
Con un erario 2012 que plantea un supuesto de US$ 3,7 por libra y un precio de largo plazo que bordea los US$ 3 por libra, el nivel actual del metal tiene preocupados tanto a economistas como a autoridades, debido a que una profundización del negativo panorama que vive Europa podría impactar aún más fuerte en el precio de la materia prima.
Visiones de mercado
Si bien la visión en el rubro minero es de cautela, estiman un alza del precio hacia el cuarto trimestre de este año. “Lo que está ocurriendo en China es un proceso de enfriamiento controlado y desde mayo comenzaron una fase de relajamiento de la política monetaria, lo que debiera traducirse en un mayor crecimiento y expansión en la segunda parte del año, que de no mediar una hecatombe en Europa, debiera tender a estabilizar o a aumentar el precio del cobre”, plantea Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo del Centro de Estudios del Cobre (Cesco).
Ahora si bien reconoce un impacto en materia fiscal y en tipo de cambio, Guajardo desdramatiza el real efecto dado que, a su juicio, con el nivel actual de precio las arcas fiscales siguen recibiendo recursos que van directo al ahorro “Estamos en una etapa de acumulación de ingresos y no de utilización de estos fondos de reserva”, explica.
En contraste, analistas de mercado creen que los riesgos de un cobre bajo podrían impactar fuerte en tres aristas clave de la economía y, de hecho, sostienen que esos eventos ya se están evidenciando. Estas áreas son las ya mencionadas arcas fiscales y el tipo de cambio, más el impacto que pueda causar en la balanza comercial.
En ese sentido, Rodrigo Aravena, economista jefe de Banchile Inversiones, precisa que se puede presentar un “efecto directo sobre el valor de las exportaciones, lo que deteriora la posición en términos de cuenta corriente. Eso tiene un impacto y eventualmente podría generar impacto en el sector real, sobre todo si va a acompañado por la caída en el precio de otros commodities”. Respecto a las arcas fiscales plantea que su evolución depende de cambios a la estimación de PIB potencial y los supuestos a largo plazo del precio del cobre.
Precio bajo lo proyectado
El presupuesto para 2012 que presentó el año pasado el gobierno al Congreso mostraba un supuesto para el cobre de US$ 3,70 por libra. Lo cierto es que en lo que va del año, el metal rojo promedia, según datos de Cochilco, un valor de
US$ 3,68, por debajo de lo proyectado por el gobierno en su erario. En esa línea, Patricio Rojas, economista de Rojas y asociados, plantea que "si se mantiene el precio como está, claramente el promedio del año se va a situar más bajo que lo proyectado. Una diferencia de 25 centavos en la proyección puede llevar fácilmente a una merma de alrededor de US$ 1.500 millones, lo que significa más de medio punto en las cuentas fiscales. Ese punto también habría que considerarlo porque el fisco podría salir a buscar plata, lo que puede generar una emisión de bono o traer dinero desde las reservas internacionales". En ese sentido, agrega que ello impactará en la reunión de expertos que proyecta el precio del cobre a largo plazo. "Lo más probable es que el precio promedio de los próximos 10 años sea menor a US$ 3. Si eso es así los ingresos estructurales serán inferiores a los proyectados y el fisco tendrá que tomar una decisión respecto a qué hace con su trayectoria hacia un déficit estructural".
Vaivén cobre-dólar
De acuerdo al análisis de la Unidad de Inteligencia de DF, existe una asociación estadística entre el precio del cobre y el precio del dólar, que se desarrolla con una correlación inversa. Eso quiere decir que a medida que uno sube el otro baja.
De hecho, en un 77% de los días que van de este 2012 los movimientos del dólar se han explicado por las variaciones que ha experimentado el precio del cobre.
En esa línea, Juan Carlos Guajardo (Cesco) dice que "en los efectos del primer semestre uno puede apreciar claramente el efecto en el tipo de cambio. Se ha estabilizado en torno a los
$ 500 por dólar. Había estado en $ 480 o $ 470 en el período anterior aunque ahí siempre hay una polémica de cuánto incide el cobre y cuánto el escenario global".
A juicio del economista de la Usach, Francisco Castañeda, el tipo de cambio seguirá volátil con presión alcista. A eso hay que sumar que los movimientos a la baja del mercado bursátil genera que los inversionistas se refugien en dólares, lo que acentúa la volatilidad y el alza de la moneda estadounidense.
Eso se verá impulsado si continúan los datos de desaceleración en China y la incertidumbre en Europa, agrega Castañeda.
Exportaciones y déficit
El ajuste en la proyección de las exportaciones que ya realizó el Banco Central en su último IPoM podría ser un factor gravitante en la economía, por su efecto en la cuenta corriente. "El primer impacto que se genera está en el efecto directo sobre el valor de las exportaciones, lo que deteriora la posición en términos de cuenta corriente, eso tiene un impacto y eventualmente podría generar impacto en el sector real, sobre todo si va a acompañado por la caída en el precio de otros commodities", explica Rodrigo Aravena, ecomomista jefe de Banchile Inversiones.
En tanto, Matías Madrid, economista jefe de Banco Penta, agrega que "el más complicado es el déficit de cuenta corriente porque le quita espacio a la política monetaria. Si el cobre sigue en torno a US$ 3 por libra, el déficit de cuenta corriente podría llegar a un 4,5%. Esto supone que el cobre cae pero la demanda interna local no disminuye significativamente. Ese escenario es muy complicado para el Banco Central porque si la demanda interna no cae no habría justificación para bajar la tasa de interés. ¿Cómo tendría que reaccionar el Banco? Subiendo la tasa de interés, porque al final el déficit de cuenta corriente es el diferencial de gasto versus ingreso".
Precio bajo lo proyectado
El presupuesto para 2012 que presentó el año pasado el gobierno al Congreso mostraba un supuesto para el cobre de US$ 3,70 por libra. Lo cierto es que en lo que va del año, el metal rojo promedia, según datos de Cochilco, un valor de
US$ 3,68, por debajo de lo proyectado por el gobierno en su erario. En esa línea, Patricio Rojas, economista de Rojas y asociados, plantea que "si se mantiene el precio como está, claramente el promedio del año se va a situar más bajo que lo proyectado. Una diferencia de 25 centavos en la proyección puede llevar fácilmente a una merma de alrededor de US$ 1.500 millones, lo que significa más de medio punto en las cuentas fiscales. Ese punto también habría que considerarlo porque el fisco podría salir a buscar plata, lo que puede generar una emisión de bono o traer dinero desde las reservas internacionales". En ese sentido, agrega que ello impactará en la reunión de expertos que proyecta el precio del cobre a largo plazo. "Lo más probable es que el precio promedio de los próximos 10 años sea menor a US$ 3. Si eso es así los ingresos estructurales serán inferiores a los proyectados y el fisco tendrá que tomar una decisión respecto a qué hace con su trayectoria hacia un déficit estructural".
Vaivén cobre-dólar
De acuerdo al análisis de la Unidad de Inteligencia de DF, existe una asociación estadística entre el precio del cobre y el precio del dólar, que se desarrolla con una correlación inversa. Eso quiere decir que a medida que uno sube el otro baja.
De hecho, en un 77% de los días que van de este 2012 los movimientos del dólar se han explicado por las variaciones que ha experimentado el precio del cobre.
En esa línea, Juan Carlos Guajardo (Cesco) dice que "en los efectos del primer semestre uno puede apreciar claramente el efecto en el tipo de cambio. Se ha estabilizado en torno a los
$ 500 por dólar. Había estado en $ 480 o $ 470 en el período anterior aunque ahí siempre hay una polémica de cuánto incide el cobre y cuánto el escenario global".
A juicio del economista de la Usach, Francisco Castañeda, el tipo de cambio seguirá volátil con presión alcista. A eso hay que sumar que los movimientos a la baja del mercado bursátil genera que los inversionistas se refugien en dólares, lo que acentúa la volatilidad y el alza de la moneda estadounidense.
Eso se verá impulsado si continúan los datos de desaceleración en China y la incertidumbre en Europa, agrega Castañeda.
exportaciones y déficit
El ajuste en la proyección de las exportaciones que ya realizó el Banco Central en su último IPoM podría ser un factor gravitante en la economía, por su efecto en la cuenta corriente. "El primer impacto que se genera está en el efecto directo sobre el valor de las exportaciones, lo que deteriora la posición en términos de cuenta corriente, eso tiene un impacto y eventualmente podría generar impacto en el sector real, sobre todo si va a acompañado por la caída en el precio de otros commodities", explica Rodrigo Aravena, ecomomista jefe de Banchile Inversiones.
En tanto, Matías Madrid, economista jefe de Banco Penta, agrega que "el más complicado es el déficit de cuenta corriente porque le quita espacio a la política monetaria. Si el cobre sigue en torno a US$ 3 por libra, el déficit de cuenta corriente podría llegar a un 4,5%. Esto supone que el cobre cae pero la demanda interna local no disminuye significativamente. Ese escenario es muy complicado para el Banco Central porque si la demanda interna no cae no habría justificación para bajar la tasa de interés. ¿Cómo tendría que reaccionar el Banco? Subiendo la tasa de interés, porque al final el déficit de cuenta corriente es el diferencial de gasto versus ingreso".