“En el ámbito externo, los problemas financieros y fiscales de la Eurozona continúan acentuándose y la incertidumbre acerca de cómo se resolverá esta situación es mayor. En los mercados globales, la volatilidad y aversión al riesgo se han incrementado nuevamente”, aseveró el Banco Central ayer para justificar la mantención de la tasa de política monetaria en 5,0%, en una decisión ampliamente esperada por el mercado.
Eso sí, afirmó que “los efectos de la mayor volatilidad internacional sobre los mercados financieros internos han sido acotados”.
El instituto emisor también destacó que “en los últimos meses, los componentes más volátiles de la canasta muestran una incidencia negativa en el IPC, a diferencia de lo observado en el primer trimestre del año. Las expectativas inflacionarias permanecen en torno a la meta en el horizonte de proyección” y que “el mercado laboral sigue ajustado, aunque se observa una moderación en el ritmo de crecimiento del empleo”.
En este escenario, el economista jefe de Banco Penta afirmó que “proyectamos una desaceleración de la economía local durante el segundo y tercer trimestre del año, con un crecimiento cercano a 4%, para luego acelerarse y alcanzar niveles de crecimiento cercanos a 4,8% a inicios de 2013. Bajo este escenario de desaceleración moderada y temporal de la actividad, una baja de corto plazo de la tasa de política monetaria es poco probable, considerando los rezagos con que actúa la política monetaria”.
Al respecto, la economista de la U. San Sebastián, Jeannette Kaz afirma que “la decisión del Banco Central corroboró la idea que existía entre los analistas, que indicaba que la TPM se mantendría, no obstante el cambio de discurso acerca del deterioro externo deja entrever que la tasa podría bajar a 4,75% más adelante, por lo que habrá que seguir monitoreando la crisis externa y su impacto en nuestra economía”.
Agrega que “según la evolución de la crisis europea podría bajar la TPM en 25 puntos base dentro de este año” pero aclara que se debe seguir profundizando en los datos de consumo privado, Imacec, entre otros, aunque destacó que hay espacio para aplicar una política monetaria expansiva.