Banco Central: la opción de un recorte en la tasa de interés "ha ido perdiendo fuerza"
Consejo decidió de forma unánime mantener en 2,5% el precio del dinero en la última reunión de política monetaria.
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En su última reunión de política monetaria, el Consejo del Banco Central decidió de manera unánime mantener la tasa de interés en 2,5%, acumulando así trece meses consecutivos en ese nivel.
Así se desprende de las minutas que publicó esta mañana la entidad dirigida por Mario Marcel.
Uno de los aspectos que llama la atención del documento, no obstante, es que el emisor reconoce abirtamente que la opción de un recorte en el precio del dinero "ha ido perdiendo fuerza".
Ello en un escenario en que, desde la última reunión, "solo se había tenido sorpresas positivas por el lado de la actividad, matizada en parte por los componentes transitorios, y un shock positivo de precios en el más corto plazo por el aumento del precio del petróleo".
De acuerdo al documento, en la reunión se destacó que esta opción era fácil de descartar pues la recuperación se percibía más sólida, y si bien la creación de empleo asalariado todavía no repuntaba, ello no parecía ser un impedimento a la recuperación.
"Se señaló que si no se había tomado la opción de bajar la TPM hace dos o tres trimestres sería inexplicable tomarla hoy, pues lo riesgos que la justificaban se habían reducido de modo importante", indican las minutas.
¿Y subir la tasa?
Por el contrario, la posibilidad de elevar la tasa tiene más fuerza. De acuerdo al Central, varios Consejeros indicaron que tomar una opción como esta dependía de si se evaluaba que era necesario adelantar el proceso de normalización del estímulo monetario.
Sin embargo, se mencionó que parecía aún prematuro si se consideraba que el escenario base del IPoM contemplaba una inversión que, aunque creciendo más que lo previsto en marzo, aún estaba en una etapa inicial de dinamismo, con algunas señales mixtas en construcción y a la espera de que se consolidara el proceso a nivel de grandes proyectos.
Sin embargo, reconocieron que un movimiento en este sentido sería completamente inesperado y daría una señal de urgencia respecto de la preocupación por los desvíos al alza de la inflación que no se justificaba, menos aun cuando la inflación del IPCSAE ni siquiera había llegado a 2%.