Reducción de jornada: las empresas que se adelantaron cuentan su experiencia

El pasado viernes, las empresas en el país bajaron su jornada laboral a 44 horas semanales, cifra que irá bajando gradualmente hasta llegar a 40 horas en abril de 2028.

Un tránsito al cual se adelantaron varias firmas. Algunas, impulsadas por el Gobierno; y otras, por iniciativa propia.

De hecho, a la fecha 831 firmas cuentan con el “Sello 40 horas”, una certificación del Ministerio del Trabajo que busca reconocer a quienes adoptaron un esquema menor a las 45 horas semanales vigentes hasta el jueves de la semana pasada. Además, más de 5.400 han postulado para obtener la distinción.

En el otro grupo, las que actuaron por motu proprio, se han observado disminuciones de distinta magnitud.

Un caso así es el de VíasChile, firma dedicada a la operación de diferentes autopistas en las regiones Metropolitana y de Valparaíso, y que es parte del grupo español Abertis.

La directora de personas y organización de la firma, María Virginia Grau, explica que desde hace más de cinco años el grupo tiene una “jornada laboral de 38 horas efectivas de trabajo a la semana. Y para Autopista Central, tenemos 40 horas efectivas de trabajo a la semana para los cargos que no trabajan en la operación directa de la autopista”.

De acuerdo a la vocera, este formato ha traído consigo un alto compromiso por parte de sus dependientes, quienes además valoran la flexibilidad que tiene la firma, ya que les permite tener días de teletrabajo.

La empresa dedicada a la fabricación y comercio de colchones, textiles y muebles para el hogar, Rosen, fue otra que optó por adelantarse a la reducción de horas.

Durante octubre de 2022 y, en el marco de su estrategia de sustentabilidad llamada Sueños Conscientes, la compañía implementó las 40 horas semanales. “Esto fue con el fin de contribuir a la calidad de vida de nuestros equipos y sus familias”, explica la gerenta de personas de Rosen, Daisy Tuma.

Dado el cambio, la planta productiva y algunos centros de distribución están trabajando desde las siete y media hasta las tres y media de la tarde. “Tomamos el desafío de revisar distintas opciones, no solo reducir la jornada diaria, sino diseñar -en la medida que las funciones lo permitieran- horarios que contribuyan a optimizar los tiempos de las personas, como por ejemplo los traslados en horarios no peak”, cuenta Tuma. Un cambio que a su juicio ha traído consigo “un lugar de trabajo más feliz y productivo”.

La banca y los seguros

La banca también ha sido pionera en la reducción horaria. El gerente gestión de personas Bci, Pablo Jullian, señala que el banco desde hace más de seis meses cuenta con una jornada de 39 horas con 45 minutos. Sin embargo, desde 2018, la mayor parte de la entidad ya se había adaptado a 43 horas.

Para aplicar este modelo de forma efectiva, relata que se comenzaron a preparar en 2022.

En ese entonces, más de 800 colaboradores de distintas áreas participaron de un piloto de jornada de 40 horas y sobre la base de esos resultados se decidió escalar la medida a todo el banco.

A raíz de esta y otras acciones, Jullian sostiene que han visto “impactos positivos en atracción y retención del talento, experiencia clientes y productividad”.

En la dimensión de los seguros también ha habido ajustes.

BNP Paribas Cardif, una compañía de seguros francesa, tiene desde mayo de 2018 una modalidad de 40 horas semanales. “Esta jornada nos permite trabajar los viernes hasta las dos de la tarde y su principal objetivo fue entregar un beneficio que permitiera equilibrar el trabajo con la vida personal”, cuenta el gerente general de la firma, Sebastián Valle.

Además de ser altamente valorado por sus trabajadores, el vocero complementa que este formato ha venido acompañado de importantes aumentos de eficiencia, “que nos han permitido captar nuevos socios y potenciar nuestro negocio, además de construir una compañía cada vez más sólida”, destaca.

La empresa de seguros Vida Cámara, también optó en 2023 por las 40 horas.

“Nuestra principal motivación fue desarrollar una jornada de trabajo que garantice la adecuada desconexión y promueva el equilibrio entre el trabajo y la vida personal/familiar”, destaca el gerente general de la firma, Iñaki Iturriaga.

Un ejemplo en salud

En el área de la salud también se han estado realizando esfuerzos para reducir las horas de trabajo.

El director de personas de Clínica Universidad de los Andes, Rodrigo Avendaño, cuenta que desde marzo de este año más de la mitad de la dotación tiene una jornada igual o menor a 39 horas.

“Dada nuestra realidad asistencial, 24/7, hay un grupo de personas que mantendrán una jornada de 42 horas, a la espera de revisar opciones para ellos en el mediano plazo, o en su defecto, justificar su situación como jornada excepcional, con las compensaciones que eso significará en descanso adicional desde el 2028”, dice.

Y si bien llevan poco tiempo, el vocero resalta que “en torno al 80% de los trabajadores consultados indica mejoras en el uso de su tiempo libre y calidad de vida. Ese mismo porcentaje de jefaturas indica que el nivel de productividad de sus equipos no se ha visto comprometido con la reducción horaria”, sostiene.