Solo el 12,7% de quienes integran los directorios de empresas que informan a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) son mujeres, según la edición 2021 del reporte que elaboran el Ministerio de la Mujer y la Fundación ChileMujeres. Si bien ha habido mejoras -en 2020 la presencia femenina era de 10,5%-, el consenso es que los avances siguen siendo lentos.
Para apurar ese proceso, la estrategia del gobierno considera presentar un proyecto de ley de cuotas para garantizar, de forma gradual, la participación de mujeres en dichos espacios. El Ministerio de Economía está trabajando en el diseño de la iniciativa, cuya meta es que en seis años el 40% de los miembros de cada directorio de grandes empresas fiscalizadas por la CMF sean mujeres. La propuesta incluye una meta intermedia, de 20% en tres años, y deja fuera a las firmas de menor tamaño o MiPyme.
“Estamos muy dispuestos y dispuestas a conversar esa gradualidad, pero lo que nos importa es establecer un horizonte claro que obligue a las empresas a avanzar hacia una mayor participación de mujeres, dándoles tiempo para que se adapten y que no sea algo disruptivo”, plantea la asesora legislativa de Economía que trabaja en el proyecto, Beatriz Von Loebenstein.
Francisca Jünemann, Presidenta ejecutiva ChileMujeres. Macarena Navarrete, Socia principal EY. Tamara Leves, presidenta Women in Mining Chile. Josefa Monge, presidenta ejecutiva Sistema B Chile.
La abogada explica que los porcentajes se fijaron siguiendo la experiencia internacional, y ejemplifica con el caso de la Comisión Europea, que impondrá una cuota de 40% para los Estados miembro.
La experta señala que los horizontes se pensaron teniendo en cuenta los plazos de renovación de los directorios de las compañías, y recalca que el mecanismo que use cada empresa en la elección del mismo para cumplir con la meta será definido con “total libertad”.
Si bien reconoce que “toda decisión importante para cualquier organización es muy probable que genere ciertas reticencias”, defiende que “es necesario apurar ciertos cambios”. Además, recuerda que todas las firmas del Sistema de Empresas Públicas (SEP) ya tienen una cuota obligatoria, y destaca que hay compañías privadas que tienen directorios con una “alta representación de mujeres”.
Diálogo con las directoras
A fines de junio, los ministerios de Economía y de la Mujer convocaron a directoras de empresas y ejecutivas que ocupan altos cargos a una reunión para conocer su visión sobre este tema. Participaron más de 30 mujeres -como Roberta Valenca, Rosario Navarro, Fernanda Vicente, Jessica López, Andrea Tokman, por nombrar solo a algunas-, además de los jefes de las carteras, Nicolás Grau y Antonia Orellana.
Francisca Jünemann, presidenta ejecutiva de la Fundación ChileMujeres, estuvo en el conversatorio, y destaca que se haya organizado una instancia para conocer la diversas opiniones.
Si bien está de acuerdo con que el Ejecutivo apueste por una ley, cuenta que en ChileMujeres están llevando un camino paralelo -que no compite con el legislativo- para que la CMF establezca una nueva norma o modifique la actual 461, recomendando una cuota de género que las empresas deberán cumplir, o explicar por qué no lo hacen, algo conocido como comply or explain.
La abogada explica que esta opción no tiene sanción para las firmas, pero afirma que “el solo hecho de tener que dar una explicación lleva a las grandes empresas a cumplir, si no es por convicción, a lo menos por imagen corporativa”.
Tamara Leves, presidenta de Women in Mining Chile, se sumó al encuentro, y afirma que la participación de mujeres en espacios de liderazgo y, particularmente en directorios, “es esencial para producir los cambios necesarios para lograr una real inclusión de nosotras en el mercado laboral”. Asegura que “no se puede seguir esperando que el cambio se produzca solo”, y explica que los países que han avanzado en el tema son los que han puesto cuotas, “y eso es indiscutible”.
También asistió Josefa Monge, presidenta ejecutiva de Sistema B Chile, quien expone que las cuotas “vienen a ser una respuesta necesaria a que no hemos avanzado suficiente por la sola convicción”. Cuenta que en la reunión había varias “conversas” en favor de las cuotas, y considera que temas como la gradualidad e incentivos correctos para que la incorporación de mujeres “surja de manera cada vez más espontánea y que sea puro beneficio” serán claves en el debate.
Macarena Navarrete, socia principal de EY, también estuvo ese día. Coincide en que “hay que hacer algo porque el avance es muy lento”, pero considera que lo que se impulse debe ser “moderado” para no resultar contraproducente. De hecho, no cree que sea necesario ir por la paridad, y si bien enfatiza en que no tiene un “número mágico”, considera que una cuota cercana al 30% sería suficiente. A su juicio, esto debería ser “para los dos lados”, garantizando también un mínimo de hombres.
La también consejera de Sofofa recalca que “estas cosas no se pueden lograr de un día para otro”, y dice que no considera necesario que una ley así sea permanente, sino transitoria hasta que se produzca la costumbre. Resalta también que hay empresas que ya están avanzando en la mayor incorporación de mujeres en dichos espacios.
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