Los argumentos que expusieron Uber y Beat para negar la existencia de un vínculo laboral con sus conductores
A juicio de las aplicaciones, éstas funcionan como "intermediarias" entre los conductores y los clientes finales, por lo que no existiría una relación laboral de dependencia y subordinación.
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Revuelo generó ayer el fallo del Juzgado de Letras del Trabajo de Concepción, el cual declaró la existencia de un vínculo laboral entre la aplicación móvil PedidosYa y un repartidor desvinculado de la App. Algo histórico en Chile, ya que no existen -por el momento- más pronunciamientos de este tipo.
Y es que la discusión en torno a si existe o no un vínculo laboral entre las aplicaciones y sus colaboradores es algo incipiente en el país, un tema que ha ido tomando fuerza a raíz de diversas mociones parlamentarias que buscan regular esta materia.
Respecto a esto, entre los abogados laborales no existe una única opinión. Algunos sostienen que no existe relación laboral mientras que a los ojos de otros sí. Entre las aplicaciones, en tanto, el escenario es distinto, ya que todo apunta a que tienen una visión similar respecto a esta discusión, y que no existiría una relación de subordinación y dependencia con sus colaboradores.
Así quedó reflejado en la sesión del pasado lunes de la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, en la cua,- en el marco de la discusión del proyecto que "regula el contrato de los trabajadores que desarrollan labores en plataformas digitales de servicios"-, impulsado por los diputados Giorgio Jackson, Raúl Soto, Maite Orsini y Gael Yeomans, se recibió a los representantes de UBER y BEAT, quienes dieron sus argumentos de por qué no existiría una relación laboral con sus repartidores.
Los argumentos
"Compartimos la necesidad de promover las mejores condiciones para quienes desean generar ingresos usando la tecnología, en eso no hay duda, tenemos el mismo horizonte, el mismo espíritu (...). Sin embargo, esas soluciones deben ser compatibles con la realidad del modelo de plataformas tecnológicas", sostuvo el gerente de Asuntos Gubernamentales de Uber, Nicolás Sánchez.
Según explicó el ejecutivo de la firma, no se puede establecer una relación laboral entre la App y sus colaboradores, ya que la aplicación sólo sería una intermediaria entre los conductores y el cliente.
"Lo que hace la tecnología de UBER es conectar en tiempo real oferta y demanda. Alguien necesita realizar un viaje o necesita que se le envíe algo, la tecnología lo contacta con alguien que está dispuesto a prestar un servicio de transporte o reparto", dijo Sánchez.
"En nuestra plataforma no existe jornada laboral, no hay cumplimiento de días, no hay instrucciones de horarios, la plataforma no pone obligaciones al prestador final de servicios, no existe un poder de fiscalización, UBER no puede obligar a alguien a prestar o no un servicio", recalcó el ejecutivo de la firma.
Una opinión similar entregó Hans Hanckes, gerente general de BEAT Chile, quien agregó que los conductores son "usuarios prestadores" que pagan a la plataforma por el servicio de conectarlos con demanda.
"Ellos pagan por el uso de la plataforma. Este proyecto implica un cambio en el modelo operativo. Las plataformas hoy prestan un servicio tecnológico, no de courier ni transporte, es una intermediaria. Los prestadores del servicio son los que dan el servicio final, esta plataforma solo los conecta", dijo Hanckes.
Ambos, además, coincidieron en que las plataformas han permitido -en especial en este contexto social y económico- que las personas puedan continuar recibiendo ingresos, pese al delicado estado del mercado laboral.
¿Modelo en peligro?
De concretarse el proyecto impulsado por los parlamentarios, advirtieron las aplicaciones, su modelo de negocio estaría en peligro.
"El proyecto de ley establece un modelo que haría inviable la industria, porque precisamente le asigna un rol distinto al que realmente tiene, el proyecto lo que hace es encamisar a las empresas de tecnología y las quiere transformar en un prestador de servicios tradicional", dijo Sanchez.
En esa línea, el ejecutivo de la firma agregó que actualmente UBER Chile tiene 90 empleados, que son quienes dan soporte tecnológico al servicio. "Si el proyecto se hace realidad, implicaría que UBER en Chile tendría 140 mil empleados, es decir que la compañía tendría que crecer más de 1.500 veces en su nómina".
Lo mismo fue reforzado por Hanckes, quien además quien agregó que la norma en cuestión podría "hacer inviable el mercado, porque la nómina aumentaría mil veces, crearía barreras de entrada al mercado, habría menos oferta, sería un servicio más caro, más exclusivo y menos inclusivo".