El lado B del retorno a la oficina: casi un 76% de las cuidadoras evalúa renunciar a su trabajo
La razón es la incompatibilidad entre la vida laboral y familiar. Así lo mostró un sondeo de la organización “Yo Quiero Estar”.
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El pasado 31 de agosto finalizó la alerta sanitaria en el país, lo que significó que un grupo importante de personas, principalmente mujeres, tuvieran que regresar a desempeñarse presencialmente en sus trabajos. Aquello trajo consigo una serie de coletazos.
Por un lado, dejó de tener vigencia la Ley n° 21.342, la cual obligaba a los empleadores, en el marco del Covid-19, a implementar el trabajo a distancia para aquellos trabajadores que formaban parte de los grupos de riesgo. Y, también dejaron de tener aplicación los artículos del Código del Trabajo que permitían teletrabajar a personas a cargo del cuidado de un menor en etapa preescolar o de personas en situación de discapacidad, y a embarazadas.
Si bien algunos miembros de estos grupos siguen desempeñándose a distancia, son los menos. Así lo reflejó un sondeo realizado por la organización “Yo Quiero Estar”, a más de 1.300 personas cuidadoras.
Según la encuesta, a un 57,6% de los encuestados se les pidió volver a desempeñarse de forma presencial en sus trabajos, y a un 28,6% se le pidió regresar pero combinando con algunos días de teletrabajo. El porcentaje restante se encuentra solo con teletrabajo.
En relación a aquellos que debieron volver, el sondeo mostró que el 75,6% acusó que su calidad de vida ha empeorado, planteando que se han visto expuestos a: aumento de gastos, deterioro mental, preocupaciones de salud física, dificultades de transporte, problemas para delegar labores, entre otros.
Mientras, el 75,9% de quienes debieron volver a la presencialidad está evaluando renunciar a su trabajo por la incompatibilidad entre la vida laboral y familiar.
“Debemos preguntarnos si como país queremos rescatar lo positivo, dentro de todo lo negativo, que dejó la pandemia: el valor de estar con la familia y demostrar que el teletrabajo es una herramienta que funciona”, plantea Verónica Campino, cofundadora de “Yo Quiero Estar”.
Necesidad de conciliación y corresponsabilidad
Desde la perspectiva de Campino, el actual sistema laboral “le pide a las madres trabajar como si no tuviesen hijos y criar como si no tuviesen trabajo remunerado. Necesitamos como sociedad legislar e implementar herramientas de conciliación y corresponsabilidad, siendo el derecho a teletrabajo para hombres y mujeres una de ellas”.
En sus redes sociales, la organización ha recopilado diversos testimonios de personas respecto a lo complejo de volver a desempeñarse presencialmente. “En mi pega mis compañeros hicieron apuestas de qué mamás volvían o no, y eso les causaba risa”, relata un testimonio.
“Fue mi primer día de trabajo presencial, salí más temprano con mi hija de tres años que no entendía por qué le daba desayuno y la llevaba al jardín de noche”, agrega otro relato.
Estos casos, según Campino, refuerzan la necesidad de que avancen en el Congreso los proyectos de conciliación laboral. “El Ejecutivo presentó un proyecto de conciliación que sigue en primer trámite y sin urgencia. Finalmente el 31 de agosto terminó la alerta sanitaria. ¿Quién paga el costo de esta negligencia? Miles de mamás, papás y cuidadores van a renunciar porque las organizaciones están pidiendo volver a la presencialidad”, sostiene Campino.