“la centroderecha está para quedarse”

- Con todo, tantos las encuestas como las municipales demuestran que la gente no está apoyando al gobierno…
- Es importante hacer autocrítica y sin duda nos ha faltado comunicar mejor nuestras ideas y logros. Hemos sembrado mucho pero no hemos sabido cosechar. Si bien hoy la gente vive mejor y hay pleno empleo, no hemos hecho el “link” necesario de percepción para que los frutos de nuestras ideas basadas en la confianza en las personas, lleguen con más fuerza. El cambio de Gabinete es una señal y el presidente ha sido claro en decirnos que hay que ir región por región, ciudad por ciudad, comuna por comuna, barrio por barrio a explicar con sencillez, con humildad el trabajo que el gobierno está haciendo. Ahora, nos van a ver mucho más en terreno, comunicando lo que hemos realizado.

- ¿Cuánta responsabilidad tiene el carácter y personalidad del presidente en los bajos niveles de popularidad del gobierno? 
- Esa es una mirada bien extraña, porque visto históricamente, la única persona de nuestro sector que había sido capaz de ser elegido presidente y sólo con un tercio de los votos, fue Jorge Alessandri, con el handicap que tenía el apellido de uno de los líderes políticos más importantes de Chile y resulta que con puro esfuerzo, trabajo, inteligencia, pasión y dedicación, Piñera es elegido con casi el 52% de los votos.

- ¿Crees que se puede revertir la situación antes de las presidenciales?
- Voy a hacer una apuesta. Las sociedades le dan tiempos a los gobiernos y la evidencia histórica demuestra que son generalmente tres: el primer tiempo es el de ganarse la confianza; el período intermedio suele ser más crítico y generalmente, el respaldo a los gobernantes suele caer. Le pasó a Lagos, a Bachelet, e internacionalmente le está pasando a muchos. Ahora, cuando los gobiernos son realizadores, cuando responden a la principal demanda ciudadana, como es nuestro caso, llega un tercer tiempo de reconocimiento. Estoy seguro que le va a pasar al presidente Piñera y a la centroderecha. Dicho de otra manera, después de este gobierno, la centroderecha está para quedarse. En el siglo pasado, la centroderecha gobernó una vez en 100 años y eso no va a volver a pasar en este siglo.