El mercado laboral está bajo la lupa de los expertos. La estabilidad mostrada por la tasa de desempleo a nivel nacional -en torno al 6,1%- en medio de la marcada desaceleración del crecimiento ha generado expectación, al igual que el fuerte incremento de la población inactiva. Para el director del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, Jaime Ruiz -Tagle, esta incertidumbre está muy relacionada a una economía que está “relativamente lenta”.
“Probablemente, vamos a tener un desempleo más fluctuante en los próximos meses y ya no vamos a tener tasas tan bajas como las que habíamos visto en el último período”, dice.
- ¿Eso significa que el desempleo está reaccionado a la debilidad actual de la economía?
- No sabemos. Lo que puedo hacer yo es mirar la historia y en base a eso tratar de aprender, pero el comportamiento del mercado del trabajo no es muy predecible. El nivel de ocupación ha tenido una caída relevante, sobre todo en el empleo asalariado. Las condiciones están reflejando un empleo menos dinámico de lo que habíamos visto en meses anteriores.
Ahora, no hay antecedentes en la historia de Chile de cambios demasiado grandes en un contexto en que no hay caídas importantes del Producto. El año 2009 hubo una y esa fue la última vez que vimos cambios grandes en la tasa de desempleo, pero ahora estamos bastante lejos de eso. Entonces, ¿es de esperar que haya cambios muy dramáticos ahora para los meses de invierno? Probablemente, no.
- Teniendo en cuenta la debilidad de la economía en los últimos meses, ¿le parece razonable cómo ha reaccionado la tasa de desempleo?
- La elasticidad empleo/Producto es algo que cambia en el tiempo, que nadie conoce con certeza. No hay ningún estudio serio que haya estimado algo razonable en ese sentido y menos uno que argumente que pueda ser estable en el tiempo, de manera que en realidad no sabemos que es lo que puede pasar con el empleo y el Producto cuando este último está un poco más lento en su crecimiento. Hay períodos en el pasado en los que ha habido un crecimiento del empleo todavía importante con un Producto creciendo lento y otros casos en que no.
- ¿Qué pasa con las inquietudes que han planteado diversos expertos al respecto? ¿Usted cree que ese debate no es técnico, sino más bien político?
- Lo que estoy diciendo es que faltan muchos antecedentes técnicos y que probablemente la gente hace comentarios con poco fundamento técnico (…). Lo que ha habido es un crecimiento importante de los inactivos en el último tiempo y no es primera vez que pasa en la encuesta del INE. Basta mirar las cifras que ellos tienen publicadas para observar que eso ha ocurrido varias veces en el último tiempo, desde el año 2010 en adelante, desde que se tiene la nueva encuesta de empleo.
- Los inactivos también se miden en la encuesta que realizan ustedes. ¿Cómo se ha comportado esa variable en su muestra?
- En nuestro caso, no hemos observado un crecimiento de los inactivos como sí lo ha observado el INE. Ahora, nosotros tenemos una metodología distinta en muchas dimensiones, no solo en el cuestionario, sino que en la dimensión del diseño muestral, del levantamiento de la encuesta y en la dimensión de la construcción de los factores de expansión; todos elementos que juegan un rol importante a la hora de calcular una tasa de desempleo.
- ¿La diferencia entre las dos encuestas responde a un tema meramente técnico, entonces?
- Son metodologías distintas. Uno no puede comparar peras con manzanas, porque las peras son peras y las manzanas son manzanas. En este caso, son encuestas que tienen metodologías distintas, que no son completamente comparables. Lo que uno debe exigirle a las encuestas es que tengan consistencia interna. Ahora nos sorprende, sí, puede ser que ahora nos sorprenda, pero también debió habernos sorprendido en el pasado.
- ¿Y ustedes en su encuesta que están observando específicamente en el comportamiento de los inactivos?
- Estamos observando un comportamiento más bien uniforme y sin mayores alternaciones, que es lo que hemos presentado en los últimos informes. Nosotros no hemos visto crecimiento en el tamaño de los inactivos como sí se ha visto en la encuesta del INE, pero insisto, son mediciones distintas, complementarias.
- ¿Cuáles son los principales desafíos que usted cree que hay actualmente a la hora de “tomar la temperatura” al mercado laboral en Chile?
- Lo más importante es hacerlo con el mismo termómetro y que el termómetro esté relativamente bien calibrado. El diseño muestral, el levantamiento de terreno, la construcción de los factores en expansión, el cuestionario, son elementos que entran en juego al momento de tener un instrumento de calidad y que sea comparable en el tiempo. Si alguno de esos elementos está cambiando, puede generar modificaciones en la serie y eso es difícil de interpretar, por eso uno tiene que pedirle consistencia a ese instrumento en el tiempo.
En la medida que haya cambios en los indicadores, uno no sabe si son producto de lo que está pasando con el mercado laboral o por los cambios en la metodología y eso es lo complejo y lo que representa un desafío para todas las encuestas.
- ¿Es necesario revisar la metodología de manera más frecuente dado el dinamismo del mercado laboral?
- La metodología de nuestra encuesta es bastante estable, ha sufrido modificaciones muy pequeñas, lo que nos permite que la encuesta sea comparable a lo largo del tiempo y describir las tendencias de más largo plazo de una manera consistente. Si bien la revisamos, tenemos una metodología estable que nos permite hacer estas comparaciones del largo plazo. En el caso de la encuesta del INE, tuvo un gran cambio en el año 2009-2010 y que dificultó las comparaciones y eso ha sido bastante lamentable.