El proyecto de reforma laboral pasó una valla en el Senado el miércoles luego de que se aprobara la idea de legislar, dando paso al ingreso de indicaciones por parte del Ejecutivo y los parlamentarios.
Y si el debate recién comienza su punto fuerte en el Congreso, en el sector privado también está lejos de perder fuerza. Así quedó de manifiesto ayer en el Edificio de la Industria, donde se llevó a cabo el seminario "¿Qué gana Chile con la reforma laboral?", organizado por la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa).
En la oportunidad, el timonel del gremio, Hermann von Mühlenbrock, aprovechó de reiterar su llamado a introducir cambios al proyecto, insistiendo en que la iniciativa está basada en un "mal diagnóstico" de las relaciones dentro del mercado laboral.
En sus palabras de apertura, el dirigente dijo que "este es el momento para que el gobierno y los senadores corrijan el rumbo y escuchen los llamados transversales a modificar el actual texto, elaborando una ley que sea realmente beneficiosa para todos los chilenos".
Luego, el plato fuerte: el debate entre Juan Andrés Fontaine, Carlos Ominami y Andrés Velasco, quienes entregaron su punto de vista desde su mirada de economistas y también de ex ministros de Estado.
Como parte de un enérgico y a ratos acalorado debate -especialmente al tratar temas sensibles como el reemplazo interno en huelga y la definición de servicios mínimos-, el punto que generó más discrepancias fue el reemplazo interno en huelga, apoyado "con exigencias" por Velasco, rechazado de plano por Ominami y respaldado por Fontaine.
En contraposición, los tres resaltaron que la desconfianza se ha tomado el espíritu del proyecto, señalando que es indispensable terminar con ella para que la discusión llegue a buen puerto.
"Fortalece en exceso capacidad de huelga de hacer daño"
El ex ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, reiteró que el proyecto de ley de reforma laboral, en las actuales condiciones, atenta contra las posibilidades de empleo porque aumenta las posibilidades de daño contra las empresas.
"Es una reforma que tiende a fortalecer en exceso la capacidad de la huelga de hacer daño en las empresas y al hacer daño a las empresas perjudica a los consumidores y también a quienes quieran trabajar en esas empresas o que tengan hoy día empleos en ellas", afirmó.
El economista argumentó que en materia de adaptabilidad, el proyecto actual es tremendamente rígido. "De hecho, revela una curiosa desconfianza en la capacidad de los propios sindicatos de negociar con sus empleadores formas de adaptabilidad de la jornada que sean convenientes para sus trabajadores ", expuso.
En cuanto al debate en el Congreso, Fontaine dijo que no había visto ni el gobierno ni en la Nueva Mayoría una real disposición "a sentarse a encontrar fórmulas más eficaces de lograr los objetivos que el proyecto persigue".
El economista estimó, además, que en los temas de fórmula de reemplazo, titularidad sindical y adaptabilidad de jornada, hay espacios para encontrar acuerdo.
Velasco: "El debate ha estado innecesariamente polarizado"
El líder de Fuerza Pública y ex ministro de Hacienda, Andrés Velasco, partió su intervención con un mensaje directo para la Sofofa. Y es que, en su opinión, el debate ha estado "innecesariamente polarizado" y que los empresarios partieron la discusión "atrincherándose".
"Ahora escucho a Hermann (von Mühlenbrock) que quiere una reforma, me parece bien, pero debería haber partido por ahí. Si el mundo de la empresa en Chile le hubiera tomado el peso a las carencias del mercado del trabajo y hubiera tenido sus propias propuestas (...) el resultado hubiese sido otro", dijo Velasco.
Sobre propuestas en particular, señaló que hay temas donde hay espacio para mejorar "y bastante": negociación colectiva, huelga y reemplazo interno, en el último caso poniendo a Canadá y Alemania como ejemplos efectivos.
"Tiene que haber una negociación colectiva equilibrada, tiene que haber una huelga efectiva, pero al mismo tiempo no puede ser una que dañe las fuentes de actividad de las empresas y eso pasa por revisar temas: cómo se pacta la extensión de beneficios, en qué circunstancias puede haber reemplazo interno en caso de huelga y cómo se extienden los pactos de adaptabilidad de modo que no sean letra muerta", precisó.
Ominami: "huelga debe ser huelga y costo debe ser alto"
Carlos Ominami defendió los ejes centrales del proyecto del gobierno y también trató de encauzar la discusión a nivel general, señalando que el proyecto de reforma laboral "no es la herramienta adecuada para garantizar un mayor crecimiento" y tampoco se le puede pedir que sea "promotora" del empleo.
Contrario a lo expuesto por Velasco -y solicitado por el empresariado-, el ex ministro de Economía de Patricio Aylwin descartó la idea de reemplazo interno en caso de paralización. "La huelga tiene que ser huelga y el costo tiene que ser alto", dijo.
Respecto a países que operan exitosamente con este sistema, como Alemania, Ominami sostuvo que no se pueden tomar como ejemplo solo para algunas cosas, aludiendo a que este tipo de países cuentan con sindicatos fuertes y, en muchos casos, con negociación por ramas. En otras palabras, un código laboral que protege al trabajador. "En Chile todavía estamos en la lógica de proteger el trabajo", dijo.
"Esta reforma laboral es necesaria, pero no es la panacea, no es la solución definitiva a los problemas de relaciones laborales en nuestro país", recalcó, agregando que crea los cimientos para generar sindicatos más fuertes, necesarios para discutir temas de fondo como la adaptabilidad.