El economista Ricardo Paredes fue uno de los 24 integrantes de la comisión asesora que convocó la presidenta de la República, Michelle Bachelet, para proponer reformas al sistema de pensiones del país. Más específicamente, el también académico de la Universidad Católica adhirió a lo que se ha conocido como Propuesta A, que apuntó a fortalecer el aspecto solidario del esquema vigente en Chile, incrementar la igualdad de género y mantener el ahorro obligatorio del modelo de capitalización individual.
- ¿Qué impacto pueden tener las medidas anunciadas por la Presidenta en las pensiones, tanto en las actuales como las futuras?
- El impacto de primer orden del aumento de la contribución es un incremento de la capitalización individual y un financiamiento al Pilar Solidario. Es un efecto de primer orden deseado. Hay, sin embargo, otros efectos indeseados y el principal es que -particularmente- el aumento de la contribución que no va a la cuenta individual actúa parcialmente como un impuesto al trabajo, que reduce el salario neto recibido por el trabajador e incrementa el salario pagado por el empleador.
- ¿Sería pertinente entonces un esfuerzo adicional del Estado?
- Parte de ese esfuerzo, independientemente de quien lleve la recaudación sea el empleador, será pagado por los propios trabajadores.
- El gobierno se inclinó preferentemente por la propuesta A de la comisión Bravo. ¿Es un respaldo al sistema y a las AFP?
- Veo que hay un potenciamiento claro del Pilar Solidario, pero hay también restricciones importantes al funcionamiento de las AFP.
- Incluir a directores que representen a los trabajadores, vincular las comisiones con la rentabilidad de los fondos y eliminar las tablas diferenciadas por sexo, ¿puede poner en riesgo ligeramente a la industria?
- La inclusión de representantes de los afiliados me parece una medida indirecta, cuyo efecto es dudoso. La verdad es que no le veo gran efecto, excepto que es algo que le puede hacer sentido a algunas personas. Lo esencial ahí es que los fondos estén adecuadamente invertidos y la inclusión de representantes de trabajadores sólo puede servir como un camino de mayor transparencia y tranquilidad, pero nada sustantivo.
- Y la AFP estatal, ¿cuánto podría contribuir a mejorar pensiones?
- No veo cómo. La AFP estatal puede servir, teóricamente, a reducir las comisiones y, por ende, el salario neto, pero no veo cómo una AFP del Estado pueda tener mejor capacidad de invertir los fondos, que son los que hacen la diferencia en la pensión. Sí veo que la AFP Estatal puede legitimar el sistema y reducir la aprensión de algunos grupos, pero tiene otros problemas.
- ¿Es adecuada la respuesta que entrega el gobierno o es insuficiente para atender el problema de las bajas pensiones?
- Me parece que falta una secuencia para el aumento progresivo de la edad de retiro, porque son demasiados años de financiamiento de pensión que se requieren y para ello no hay rentabilidad esperada que pueda servir.