Un amplio respaldo recibió desde el Congreso el llamado de la presidenta Michelle Bachelet a generar un gran acuerdo nacional para avanzar en un cambio significativo al sistema de pensiones. Tanto en el oficialismo como en la oposición coincidieron en que existe piso político para concretar una demanda ciudadana que a todas luces es necesaria, aun cuando desde la derecha aclararon que esperan ser escuchados en este proceso.
En la Democracia Cristiana, el senador Andrés Zaldívar puntualizó que “el gobierno ha tomado el llamado ciudadano, en relación a buscar una fórmula para dar respuesta en las demandas previsionales”.
“El camino por el cual la Presidenta de la República nos invita a buscar una salida al tema de las pensiones está en la línea correcta, en el sentido de modificar el actual sistema previsional, introduciéndole un sistema aún más solidario que el que ella ya estableció el año 2008 con el pilar solidario”, sentenció el jefe de la bancada de senadores falangistas.
“Por las conversaciones que he tenido con diversos senadores de todos los sectores, he visto una actitud muy clara y positiva respecto de ese llamado”, aseguró Zaldívar.
El presidente de la Cámara Alta, Ricardo Lagos Weber, en tanto, previno al mundo político respecto de que “tenemos la oportunidad, aquellos que tomamos decisiones, que nos eligieron para esto, de hacer una tarea que trascienda el mero tema legislativo y tener la capacidad de demostrarle a los chilenos que estamos escuchando lo que nos están diciendo, que tenemos la capacidad de cruzar de ambos lados del Parlamento para ponernos de acuerdo”.
“Ojalá estemos a la altura de lo que quieren y piden los chilenos, y podamos tener un acuerdo en esta materia”, expresó.
“Impuesto al trabajo”
Y si bien en la oposición subrayaron su permanente disposición al diálogo y a los acuerdos, como puntualizó su vocero, diputado Felipe Kast, también evidenciaron algunos matices.
El presidente de RN, diputado Cristián Monckeberg, señaló que la preocupación del sector en cuanto a que “ya nos han invitado a varios acuerdos nacionales y la verdad es que no hemos salido muy contentos ni conformes, porque lo que ha ocurrido es que se han aplicado las mayorías”.
Kast se hizo cargo de la preocupación de la derecha por el 5% de aumento de la cotización a cargo del empleador, asegurando que ello constituye en la práctica un “impuesto al trabajo” y propuso que de ese monto se haga cargo un “impuesto general”, priorizando las necesidades. Tras lo cual planteó disminuir de la gratuidad en educación para afrontar el tema de las pensiones. En lo que difiere Monckeberg, quien plantea una propuesta en que 2,5% vayan directamente al ahorro individual y el otro 2,5% al pilar solidario.
El timonel UDI, senador Hernán Larraín, volvió a valorar “el cambio de actitud” en las palabras de Bachelet”, inmediatamente se sumó a Kast en su argumentación sobre lo que comprendieron que “es finalmente un impuesto al trabajo que si uno lo dimensiona a 10 años, equivale a la mitad de lo que se recaudó por la reforma tributaria. Y eso se hace a costa de los empleadores, de los trabajadores y de los consumidores. El gobierno no hace ningún esfuerzo”.