¿Cuántas personas en Chile trabajan más de 45 horas a la semana?
En Chile la jornada laboral legal contempla un máximo de 45 horas semanales, con algunas excepciones.
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En 2015 las enfermeras de una casa hogar de Gotenburgo, Suecia, participaron en un experimento que dio la vuelta al mundo: trabajarían seis horas al día y les mantendrían su salario.
Los primeros resultados arrojaron aumento de la productividad, menos licencias, trabajadores más felices, más tiempo con la familia, pero a poco andar la contratación de más personal para cubrir los turnos y costos asociados capotaron la iniciativa.
En Chile no sólo estamos lejos del experimento social de Suecia, sino que figuramos entre los países que más trabajan en el mundo (el sexto), según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con 200 horas más al año que el promedio de los demás integrantes del selecto grupo. Y superamos en más de 600 horas a Alemania, que figura con las menos horas trabajadas de esa muestra.
Como contrapartida, no destacamos en productividad laboral. “Continúa en un 50% del promedio de la OCDE”, advertía hace un año el secretario general de la OCDE, Angel Gurría.
Lo que dicen los números
Si bien la jornada laboral en nuestro país no puede exceder las 45 horas semanales, el máximo legal (distribuido en la semana en no menos de 5 días y no más de seis días y no puede exceder las 10 horas diarias), hay trabajadores que las superan con creces.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en el último trimestre de 2018, un total de 1.798.349 personas declararon haber trabajado 46 o más horas habituales a la semana. Dicho número corresponde al 21,2% del total de los ocupados de ese período. La cifra se mantuvo prácticamente estable durante todo el año.
Entre las razones que entregan los encuestados para laborar más horas están: había que terminar un proyecto, tarea, obra o faena; tuvo horario variable, flexible o similar; era temporada alta; para aprovechar una oportunidad o los recursos disponibles; tenía trabajo acumulado; tuvo que trabajar horas no trabajadas anteriormente y si no trabaja esas horas podría haber perdido el trabajo.
En octubre-diciembre 840.233 personas manifestaron trabajar entre 46 y 50 horas; 528.269, lo hicieron entre 51 y 60 horas y 429.847 laboraron 61 horas y más.
Los sectores que más horas capturaron durante el último trimestre fueron liderados por el comercio, industria, minería y agricultura con un total de 381.994 trabajadores que laboraron entre 46 y 50 horas.
Cerca de un tercio son informales
Ahora bien, de acuerdo con la información del INE, del total de ocupados que se desempeñaron habitualmente en jornadas 46 o más horas, el 27,2% corresponden a empleos informales, es decir, trabajadores dependientes que no cuentan con cotizaciones de salud y previsión social por concepto de su vínculo laboral con un empleador; empleadores y trabajadores por cuenta propia cuya actividad no tiene registro en el SII y carecen de contabilidad completa y familiar no remunerado, con 488.640 personas (en 12 meses registraron una variación negativa de 3,4%).
El resto son ocupados formales.
Asimismo, los ocupados que en el trimestre octubre-diciembre 2018 trabajaron 46 horas y más tuvieron un retroceso de 3,3% en doce meses respecto de la cifra alcanzada en 2017, la dinámica fue influida principalmente por los hombres (-3,3%) y luego por las mujeres (-3,2%).
Según categoría ocupacional, los asalariados del sector privado (-4,2%) lideraron la disminución del número que trabajó habitualmente 46 o más horas, siguiendo en importancia los trabajadores por cuenta propia (-2,5%).
Respecto del sector de actividad económica, comercio incidió en la reducción, con una variación de -8,4%, a su vez, transporte y almacenamiento e industria manufacturera retrocedieron 6,5% y 6,3%, respectivamente.
Del grupo de trabajadores con 46 o más horas semanales, el 15,9% declaró una jornada menor de horas de las habituales, impulsados a la baja por quienes declararon “estar de vacaciones, en días festivos o permisos”. En cambio, solo 6,9% (del total de ocupados que trabajó más de 46 horas) declaró haberlo hecho más horas de las habituales durante la semana de referencia, incidiendo al alza la razón de “temporada alta”. El restante 77,2% de los ocupados de este tramo no declaró haber trabajado más/menos horas de las habituales.
Dos mociones para reducir la jornada
En la Cámara de Diputados existen dos mociones parlamentarias que apuntan a reducir la jornada de trabajo.
La primera fue presentada por la diputada Camila Vallejo (PC) el 8 de marzo de 2017 y busca rebajar gradualmente de 45 a 40 horas semanales la jornada laboral máxima aludiendo a la necesidad de que los trabajares cuenten con más tiempo libre y mejoren su calidad de vida. Mencionó los casos de Holanda, Dinamarca, Alemania, Suiza y Suecia con jornadas de 29, 33, 35, 35, y 36 horas, respectivamente.
Mientras que en octubre del año pasado, el diputado Gastón Saavedra (PS) presentó una moción similar a la que sumó aumentar las vacaciones de 15 a 20 días.
Durante la campaña presidencial, el actual mandatario anunció que bajo su gobierno enviaría un proyecto de ley que aumentaría los feriados legales de 15 a 20 días, pero aún no se conocen los detalles de esta iniciativa.