Comercio, construcción y servicios financieros pasan en un año de generar empleo a destruirlo
En mayo de 2014, la cesantía aumentaba solo en cuatro de los 17 rubros productivos, mientras que ahora sube en 14 de las ramas.
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El aumento en el desempleo a 6,6% en el trimestre móvil marzo-mayo encendió hace unos días las alertas del mercado en la medida que aportó una nueva constatación de la desaceleración de la economía local. Y al analizar el detalle de los números del mercado laboral en los últimos doce meses, los resultados son aún más inquietantes.
De acuerdo a un ejercicio de Banco Santander, que analizó el comportamiento de los ocupados y cesantes en el último año móvil, el sector comercio dejó de ser el gran creador de empleo de hace un año. ¿Qué hace ahora? Lo destruye. Lo mismo sucede con los rubros de construcción y servicios financieros.
En el caso específico del comercio, el rubro acumuló a mayo doce meses de reducción de puestos de trabajo, eliminando casi 30 mil cupos en el período. Construcción lo ha hecho en poco más de 15 mil plazas.
“En contrapartida, la administración pública, que antes destruía, ahora crea mucho. También se ha ampliado la generación de empleo en servicios sociales y de salud, fundamentalmente asociado al sector público, con más de 91 mil empleos”, indica el análisis.
A nivel general, la creación de empleo se ha reducido en más de un 50%, pasando de 172 mil a poco más de 82 mil plazas.
En cuanto a la tasa de cesantía -que excluye de los desempleados a quienes buscan trabajo por primera vez-, en mayo del año pasado ésta aumentaba sólo en cuatro de las diecisiete ramas de la actividad económica -enseñanza, electricidad, gas y agua (EGA) y minería-, mientras que la más reciente medición arrojó que subía en 14 sectores y solo descendía en EGA, enseñanza y organizaciones extraterritoriales, “los cuales representan una fracción de la fuerza de trabajo”.
A mayor abundamiento, la tasa de cesantía creció en todas las ramas de la actividad entre mayo de 2014 y 2015. La salvedad fue construcción, donde cayó de 9,6% a 8,2%, debido -según Santander- a que esta área se ha visto reactivada por el efecto transitorio de la reforma tributaria.
Los rubros donde la cesantía está muy por encima del promedio nacional de desocupación son minería (9,4%), construcción (8,2%), hoteles y restaurantes (9,2%) y servicios empresariales (7,2%).
Panorama “nada alentador”
Para este año, Santander espera un desempleo promedio de 6,7%, el que escalaría a 7% en 2016.
El economista de la entidad, Felipe Bravo, explica que una de las razones detrás de este panorama es que es difícil que la generación de empleo por parte del sector privado mantenga el ritmo que se observa actualmente. “El Fisco no continuará con el ritmo de gasto actual y eso evidentemente va a frenar las nuevas contrataciones, salvo que existan nuevos proyectos de infraestructura, nuevas líneas de Metro, por ejemplo”, plantea Bravo y agrega que esto no significa que las plazas vigentes se vayan a eliminar, ya que “sería contraproducente en un panorama donde el sector privado está destruyendo puestos de trabajo”.
Para el economista, el escenario no es para nada alentador. La principal razón, explica, es que cuando se eliminan puestos de trabajo -en especial en las empresas medianas-, es porque realmente no hay otra alternativa, ya que el costo de contratar nuevos trabajadores es muy alto.
¿Y si empeora la economía?
A nivel general, el país tiene dos posibles caminos: o mantiene el débil crecimiento que arrastra -con altos y bajos- desde mediados del año pasado o comienza a mejorar. Para Bravo, si bien no se puede descartar una recesión técnica, es improbable una caída del Producto.
¿Qué pasará con el empleo en estos escenarios? En opinión del economista de Santander, si la desaceleración de la actividad se mantiene, va a derivar en un menor crecimiento de la tasa de ocupación, tanto a nivel público como privado, pero descarta la posibilidad de ver tasas de desempleo de dos dígitos, dada la nueva estructura de medición.
Esto último es una variable importante, plantea Bravo, si se toma en cuenta que los planes especiales de empleo solamente se pueden aplicar con tasas de desempleo de 10% o más, por lo que de complicarse el panorama, el gobierno debería continuar con los planes que ha activado hasta el momento.
En el caso contrario, si el escenario se torna más positivo, las confianzas mejoran y la inversión comienza a repuntar, el experto no ve un comportamiento del empleo muy distinto a lo que se prevé actualmente, tanto para este año como para el próximo.
“Los planes, por lo general, son de mediano plazo. Por ejemplo, si se reactiva la construcción, las primeras etapas de la misma no son tan intensivas en mano de obra”, ejemplifica.
Si la economía mejora será importante monitorear la reacción del empleo, porque dará pistas si el cambio observado, por ejemplo en el comercio, responde a un tema estructural o se trata de un plan para enfrentar un período de actividad menos favorable.