Para Arturo Martínez, secretario general de la CUT, la reforma laboral es la madre de todas las batallas. Ese argumento planteará esta semana cuando la directiva del gremio se reúna con los presidentes de la Nueva Mayoría. El dirigente también mira con cautela las aprensiones inconstitucionales de la oposición a la titularidad sindical en el proyecto.
¿Cómo evalúa la última reunión con el gobierno?
- Le planteamos a la ministra Blanco que no queríamos cualquier reforma, no se trata de una reforma para cumplir, se trata de una reforma que termine con la situación que tenemos. No se saca nada con reformar la ley de negociación colectiva, si no se tiene sindicatos para hacerlo y si no resolvemos el tema del despido, no vamos a tener sindicatos porque los empresarios van a despedir trabajadores cuando quieran.
- ¿Qué responsabilidad tiene la Concertación respecto de la ausencia de una reforma laboral en gobiernos anteriores?
- Esta es una reforma laboral que los trabajadores vienen esperando hace 24 años. Desde el gobierno de Aylwin, siempre estuvo presente la promesa de una reforma que terminara con este desequilibrio que hay en la relación laboral y permitiera que los trabajadores pudieran ejercer sus derechos laborales, pero también el derecho a organizarse y a ser tratados como personas. Hace 24 años la derecha está defendiendo lo que hay, los empresarios con dientes y muelas también lo defienden y la Concertación ha eludido su responsabilidad, porque cuando se fundó la coalición se dijo que íbamos a terminar con todos los enclaves autoritarios que había dejado la dictadura de Pinochet y uno de los enclaves es el Plan Laboral de 1978.
- ¿En el primer gobierno de Bachelet por qué no se impulsó una reforma laboral?
- En el año 2008 con la presidenta Bachelet teníamos clarito las reformas laborales que íbamos a hacer. Andrés Velasco metió las narices y convenció a la presidenta de que no se enviaran esas reformas. Velasco claramente es representante del sector empresarial, su jefe de campaña es el empresario Rafael Guilisasti, por tanto espero que en esta vuelta no tenga la posibilidad de inmiscuirse en la reforma que vamos a hacer y creo que tampoco está en condiciones de hacerlo.
- ¿En los puntos donde aún no hay claridad cuál es la postura del Ejecutivo?
- Ellos nos dijeron que íbamos a seguir conversando para ver cómo ellos iban a buscar la forma de plantear los temas. Frente a la eventual inconstitucionalidad, dijeron que ellos tenían la misma evaluación en términos de que no existía tal, pero no se pronunciaron respecto a una eventual inhibición. Eso justifica que si hay alguna situación de inconstitucionalidad tengamos que ir a la reforma a la Constitución, porque varias veces se ha modificado esa norma para arreglar una ley. Creo que para los trabajadores también se puede hacer.
- ¿Los principales reparos vienen de la oposición?
- Rondan opiniones de inconstitucionalidad frente a algunos temas, la derecha lo ha manifestado, acordémonos que Longueira y Allamand cuando se aprobó la Ley de Subcontratación fueron al Tribunal Constitucional y lograron echar abajo un artículo. La derecha va a buscar defender la ley laboral con la Constitución de Pinochet, eso está claro y el gobierno es sensible a esas cuestiones. Acordémonos que en la reforma tributaria había algunos temas inconstitucionales que al gobierno lo hizo llegar a una negociación que no estaba ni siquiera pensada. Creo que hay que anticiparse a eso, nosotros hemos pedido estudios sobre los temas y los constitucionalistas nos han dicho que no hay efectos constitucionales en la reforma laboral.
- ¿El gobierno ratificó algún plazo de envío con la CUT?
No ha sido preciso, pero todo indica que irá a mitad de noviembre, ellos ya tienen más o menos diseñado el proyecto, así que creo que reforma laboral vamos a estar discutiendo a fin de año y el próximo año en el Parlamento, habrá que tener toda la argumentación para ir a explicarle a los parlamentarios los alcances de la reforma, pero desde el punto de vista de la Nueva Mayoría no hay una justificación para decirnos que no hay votos para hacer reforma, esta no necesita quórum calificado, necesita mayoría y la coalición que gobierna tiene mayoría. Y queremos que se ejerza esa mayoría porque tienen un compromiso con nosotros.
- ¿Qué otros temas podrían impulsarse en la agenda laboral?
- Detrás de esta reforma general hay temas específicos, hay que discutir la situación de los trabajadores del comercio, la situación de los trabajadores contratistas de la minería, el tema portuario, transporte, hay sectores especiales donde hay que buscar respuestas porque la ley general no se las da.