Unas mil personas asistieron a la clase magistral realizada por el Presidente Gabriel Boric en el Anfiteatro Richelieu de la Universidad de La Sorbonne en París, donde en casi una hora el mandatario habló de los desafíos del progresismo y la defensa de la democracia.
La actividad comenzó con casi 20 minutos de retraso y la audiencia lo hizo notar cuando comenzó a aplaudir y golpear con los pies en el piso en un recinto a máxima capacidad, donde muchos se abanicaban para soportar el calor, con un termómetro que se acercaba a los 30 grados.
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Boric ingresó pocos minutos después y luego de una introducción de uno de sus anfitriones, comenzó excusándose de hablar en francés y preguntó a la audiencia cuántos hablan español y gran parte levantó la mano. “Un 96%”, le dijo un asistente. El jefe de Estado comenzó su discurso en “español chileno”.
Luego de defender la conmemoración de los 50 años del golpe, la búsqueda de los detenidos desaparecidos y la imagen del exPresidente Salvador Allende, en las tribunas dos personas levantaron lienzos pidiendo la libertad de los “presos políticos”. A pesar de que la demostración fue en silencio, a los pocos minutos bajaron los lienzos luego de que parte de la escolta presidencial se los solicitara discretamente.
Posteriormente, Boric habló del progresismo señalando que por ejemplo en Europa solo 5 de 27 países están dirigidos por autoridades de izquierda o centro-izquierda, a lo que agregó que hay que defender la democracia de peligros como la corrupción.
Posteriormente, aludió al Caso Convenios al señalar que se debe trabajar para tener una democracia viva y a renglón seguido precisó “no es el mejor nombre en estos momentos”.
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Luego, en otras partes de su intervención, llamó a no olvidar los problemas que enfrentan los países como el nuestro, enfatizando que “los problemas de la democracia se soluciona con más democracia”.
Asimismo, recordó cuando el exministro del Interior del segundo Gobierno de Sebastián Piñera, Andrés Chadwick, dijo en una exposición ante empresarios en Enade que no se cambiaría la Constitución y que eso se guardaba en un cajón. Lo anterior generó un par de pifias de los asistentes, pero Boric en forma seria solicitó respeto a la audiencia.
Finalmente, cuando ya se retiraba del salón se tomó fotos con algunos de los asistentes. Camino a su auto fue consultado por la situación del ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, en medio del robo de computadores a la cartera, pero evitó referirse al tema.
Desde el entorno presidencial señalaron que ese tema fue comentado en Santiago por varias autoridades y que no era el momento para que Boric aludiera al tema.
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