Opinión FT sobre el litio chileno: "Boric debe tener cuidado de no matar la gallina de los huevos de oro"
El presidente está apostando a que la demanda a largo plazo proporcionará la influencia necesaria para mantener a los inversores extranjeros alineados.
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El nacionalismo de los recursos está en aumento. A medida que suben los precios de las materias primas, los gobiernos claman por una porción más grande del pastel. Chile es el último en ejercer más control sobre recursos clave. Esta semana, el presidente Gabriel Boric dio a conocer planes para nacionalizar la vasta industria del litio del país.
El plan, que aún debe ser aprobado por los legisladores, no afectará los contratos de minería de litio existentes. Estos están en manos de dos empresas, Albemarle y Sociedad Química y Minera de Chile (SQM). Ambas acciones cayeron bruscamente en respuesta a los anuncios. Los futuros contratos solo se emitirán como asociaciones público-privadas, y el Estado asumirá el control mayoritario.
Boric deberá tener cuidado para evitar matar la gallina de los huevos de oro. El país tiene las terceras reservas de litio más grandes del mundo con cerca de 11 millones de toneladas, detrás de Bolivia y Argentina. SQM afirma que, según los acuerdos actuales, ya paga dos tercios de sus ganancias brutas al gobierno chileno.
El litio es un componente clave en las baterías que alimentan los vehículos eléctricos. Los precios han caído 70% desde sus máximos de noviembre debido al debilitamiento de la demanda por vehículos eléctricos en China. Pero Boric se está jugando a que las tendencias de la demanda a largo plazo proporcionarán la influencia necesaria para mantener a los inversionistas extranjeros alineados, a pesar de las nuevas demandas del gobierno.
Pero es una apuesta. Albemarle y SQM son empresas que cotizan en bolsa y tienen accionistas a quienes responder. En el pasado Chile ha sido favorable a la inversión extranjera. Esta decisión arroja algunas dudas sobre ese legado. Si el país hace que los contratos sean demasiado costosos o difíciles de operar, corre el riesgo de perder frente a otras naciones ricas en litio, como Australia.
Las empresas estatales en América del Sur no tienen el mejor historial en la gestión de los recursos naturales. Pero pueden venir más cambios. Una preocupación mayor es cómo el cambio en la política del litio afectará la confianza en la industria minera de cobre, más grande, que representa más de la mitad de las exportaciones de Chile.