Economía y Política

Flujos de capitales y tipo de cambio

Por: | Publicado: Lunes 21 de marzo de 2011 a las 05:00 hrs.
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Junto con publicar el detalle de las Cuentas Nacionales del 2010, el Banco Central dio a conocer la composición de la Balanza de Pagos de dicho período. En términos agregados, no llamó la atención que la economía, por segundo año consecutivo, haya tenido un superávit en cuenta corriente, impulsado principalmente por las favorables condiciones externas (como el elevado precio del cobre).



Tampoco fue controversial el hecho que las exportaciones (que totalizaron 
US$ 71.029 millones) hayan alcanzado el mayor valor del cual se tenga registro.

Sin embargo, hay dos elementos que, a nuestro entender, justifican un análisis más profundo debido a los impactos que poseen para el escenario macro. El primero de ellos es la descomposición de los efectos precio y cantidad en la evolución de las exportaciones e importaciones, respectivamente. En lo que respecta a envíos al resto del mundo, mientras el valor total de las exportaciones creció 31,5% en 2010, el volumen físico lo hizo sólo 1,4%, dejando entrever que el mayor valor obedeció a los favorables precios de commodities (principalmente cobre) y no a un destacado dinamismo de la producción.

A nivel sectorial, destacó el hecho que, por segundo año consecutivo, la industria exhibió una disminución en los volúmenes físicos exportados, evidenciando que aún no es capaz de recuperar toda la producción perdida luego de la crisis externa y del terremoto. Como contraposición, el crecimiento de 38,3% que experimentaron las importaciones se explicó mayoritariamente por el alza de 30,9% en la cantidad. En nuestra opinión, estas cifras, junto con evidenciar el impacto que tuvo la apreciación cambiaria sobre la actividad local, no hace otra cosa que reflejar el fuerte desempeño que tuvo la demanda frente a un alicaído sector productivo. 
Entre otras cosas, reafirman que las presiones inflacionarias están más presentes que nunca.

El otro gran punto es que, a diferencia de lo que ocurre con otras economías de la región, existió una salida neta de capitales durante 2010. En particular, los egresos ascendieron a US$ 3.267 millones, cifra que fue explicada, principalmente, por inversiones de cartera y directa hacia el exterior, las cuales más que compensaron la inversión extranjera directa en Chile (7,4% del PIB). Creemos que es de especial relevancia tener en consideración que la principal forma de aumentar la competitividad en el sector exportador no pasa por imponer controles de capitales ni medidas macroprudenciales, sino más bien por profundizar aún más el mercado financiero y, por sobre toda las cosas, a través de medidas que promuevan una mayor productividad.

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