El “dolor de cabeza” de Mañalich
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Es a la fecha una de las pocas mujeres a la cabeza de una organización sindical. Carolina Espinoza lleva menos de un año al mando de la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipalizada (Confusam). Y no sólo es heredera del ex titular de la agrupación, Esteban Maturana, sino que también su pareja. Sin militancia polítca, esta mujer se ha logrado convertir en “una pulga en el oído” para el ministro de Salud, Jaime Mañalich, demandando respeto y mejoras para los trabajadores de su sector.
Y si bien ha puesto énfasis en señalar que el movimiento sindical debe estar “unido” para enfrentar al actual gobierno, también ha sido una crítica de la gestión de Martínez. Lo acusa de “falta de transparencia y democracia” y de que la CUT no ha jugado un rol importante en casos como el de los mineros y ha estado “ausente” en debates de interés nacional como es la discusión del post natal.
Desde esa perspectiva, Espinoza también hace “un mea culpa”, al señalar que “no hemos tenido capacidad para revertir lo que ocurre en el mundo sindical. Hay baja conciencia social y la actual CUT es reflejo de lo que pasa en Chile”.
La Confusam agrupa a cerca de 26 mil trabajadores de la salud municipalizada, un bajo número respecto de otras organizaciones como la misma ANEF o los profesores, sin embargo, muestra, a su favor, una alta tasa de sindicalización (70%) en contraste con lo que ocurre a nivel país la que no pasa del 6%.