Cristina Enache, economista de Tax Foundation: “Con la reforma tributaria, Chile corre un gran riesgo de estancamiento económico”
Economista del centro de estudios de EEUU anticipa un deterioro del país en la medición del organismo sobre competitividad fiscal. Propone ajustes al proyecto.
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El proyecto de reforma tributaria, que vuelve a la palestra la próxima semana en el Congreso, es seguido en el exterior. Muestra de ello es que la economista de Tax Foundation, Cristina Enache, fue invitada al país por la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) a principios de mes para discutir los avances del texto.
Y su visión no fue halagüeña. La economista advierte que la iniciativa podría llevar a Chile -que algo ha mejorado sin alejarse del fondo de la tabla- a bajar en el ranking sobre competitividad de los sistemas fiscales de 38 países que el centro de estudios estadounidense publica anualmente.
“La nueva reforma tendrá un impacto negativo sobre la competitividad fiscal de Chile, de modo que el país bajaría otras ocho posiciones en nuestro índice hasta la trigésimo quinta posición, de un total de 38 países”.
- ¿Qué puntos del proyecto le llaman la atención, tanto en sentido positivo como negativo?
- La reforma tiene como objetivo, por un lado, elevar la recaudación; y, por otro estimular, la inversión e incrementar la productividad. Sin embargo, con la actual reforma difícilmente se podrán alcanzar los objetivos propuestos. Las subidas fiscales no solo no lograrán una mayor recaudación, sino que contraerán la economía y el PIB debido a un menor crecimiento económico.
- ¿Chile puede aumentar su carga tributaria? ¿Cuánto?
- Según los últimos datos publicados por la OCDE, entre 2020 y 2021 Chile aumentó su recaudación del 19,4% al 22,2% del PIB, logrando el segundo mayor crecimiento de ingresos fiscales entre los países de la OCDE, únicamente por detrás de Noruega. Casi la mitad de la recaudación adicional se debió a un incremento de los ingresos por IVA, gracias al mayor crecimiento económico. Por ello, es importante que Chile implemente una reforma fiscal neutral y que fomente el crecimiento económico.
Los ingresos fiscales de Estonia, el país en el primer puesto en el Índice Internacional de Competitividad Fiscal de Tax Foundation, representan el 33,5% del PIB, muy por encima de lo recaudado por Chile (...).
- ¿Son suficientes los incentivos para inversión y crecimiento?
- Las políticas temporales introducidas durante la pandemia para estimular la inversión de capital fueron oportunas, en su momento, pero una política fiscal temporal generalmente no fomenta el crecimiento a largo plazo. Además, la nueva reforma, según cálculos de la Tax Foundation, tendrá un impacto negativo sobre la competitividad fiscal de Chile, de modo que el país bajaría otras ocho posiciones en nuestro índice hasta la trigésimo quinta posición, de un total de 38 países. Con la reforma, Chile corre un gran riesgo de estancamiento económico e, incluso, recesión. También desalentaría la inversión extranjera directa y puede provocar incluso una fuga de capitales.
- ¿Cómo imagina Tax Foundation una reforma que equilibre recaudación con incentivos al crecimiento y la inversión?
- Siguiendo el ejemplo de Estonia, Chile podría implementar un impuesto sobre sociedades/corporativo que se aplique únicamente sobre el beneficio distribuido, fomentando así la reinversión de los beneficios. Adicionalmente, las deducciones aceleradas deben ampliarse y hacerse permanentes. Al mismo tiempo, se deben evitar las subidas innecesarias de los impuestos sobre las personas y el capital.
Otro punto débil del país es el impuesto sobre sociedades/corporativo, cuyo tipo impositivo máximo (27%) está muy por encima de la media de los países de la OCDE (23,3%). En cambio, Chile debería aprovechar que tiene un impuesto sobre el consumo, el IVA, bien diseñado con una base tributaria amplia y una recaudación relativamente estable, incluso en periodos de recesión.
Además, desde el punto de vista del crecimiento económico, los impuestos sobre el consumo son menos dañinos que los impuestos sobre las personas o el capital.
- Un tema controvertido es el impuesto a la riqueza, que ha ido en retroceso en el mundo, pero ha vuelto a implementarse por la pandemia. ¿Se debe avanzar en esa línea?
- En las últimas tres décadas el impuesto ha sido abolido en casi todos los países que lo implementaron. Italia, Austria, Dinamarca, Irlanda, Países Bajos, Finlandia, Suecia y, recientemente, Francia han derogado el impuesto sobre el patrimonio para las personas físicas. En Alemania es inconstitucional desde 1997.
La principal razón para abolir el impuesto ha sido su impacto negativo sobre la economía (...).
Por último, en ningún país el impuesto sobre el patrimonio constituye una fuente importante de ingresos fiscales. Actualmente, el impuesto logra recaudar entre el 0,1% del PIB en España y el 0,3% del PIB en Noruega, donde el tipo impositivo máximo es tres veces inferior al aplicado en España. Su reducida capacidad recaudatoria pone de manifiesto, una vez más, que el impuesto sobre el patrimonio o la riqueza es un instrumento de redistribución inadecuado y que además tendrá un impacto negativo sobre el crecimiento económico y el empleo. Si lo he entendido bien, Chile pretende recaudar un 0,5% del PIB con el nuevo impuesto, objetivo claramente inalcanzable vista la evidencia internacional.