Tras un año de administrar el Senado, el ahora expresidente de la Cámara Alta, José García Ruminot, de Renovación Nacional (RN), se despidió de la presidencia de la Corporación, en que trabajó en conjunto con el senador de Demócratas Matías Walker, en la vicepresidencia. Dice que fue un año “intenso” de mucho trabajo, con “hartos logros” en lo legislativo.
Recordando su llegada al cargo, señala que “luego de haber tenido una elección difícil, que significó, en su momento, desencuentros; con el paso de las semanas, los meses, logramos que finalmente se entendiera que veníamos para contribuir al país y no para generar dificultades”.
Incluso señala a Diario Financiero que “en algún minuto se dijo que íbamos a trancar la agenda legislativa del Gobierno, pero creo que el Ejecutivo puede dar fe que, muy lejos de eso, contribuimos en todas las iniciativas que consideramos importantes; contribuimos decididamente a tener una legislación más vigorosa, particularmente en el ámbito de la seguridad y en el ámbito del desarrollo económico”.
“No tiene mucho sentido bajar el impuesto corporativo si, por otro lado, nos ponemos creativos, estableciendo impuestos a los súper ricos, que además han fracasado en gran parte del mundo”.
¿La presidencia del Senado es terminar su carrera parlamentaria con broche de oro?
-La presidencia del Senado ha significado un tremendo desafío profesional, político, personal, familiar. Diría que ha sido un gran aprendizaje y hay que seguir aprendiendo, todos los días estamos aprendiendo algo nuevo.
En algún minuto se dijo que íbamos a trancar la agenda legislativa del Gobierno, pero creo que el Ejecutivo puede dar fe que, muy lejos de eso, contribuimos en todas las iniciativas que consideramos importantes; contribuimos decididamente a tener una legislación más vigorosa, particularmente en el ámbito de la seguridad y en el ámbito del desarrollo económico.
-¿Fue un logro importante cerrar su año de gestión con el acuerdo por la reforma de pensiones?
-Es muy importante y pienso que la ciudadanía no dimensiona aún en toda su magnitud lo que significa para el país la reforma previsional. Por supuesto, el mejoramiento de las pensiones actuales y futuras; pero la reforma previsional no sólo está ligada al fortalecimiento de la capitalización individual, al mejoramiento de las pensiones, que es lo natural y obvio, sino que está muy ligada al desarrollo económico y social del país.
-¿Lo tranquiliza que no se haya avanzado, como era la idea original del Gobierno, en terminar con las AFP?
-Lo que más nos preocupó desde el primer minuto era fortalecer la capitalización individual, sino que los recursos se capitalizaran, porque permite dar a Chile un nuevo impulso económico y social. Y, finalmente, eso se comprendió y logramos acuerdos en esa dirección.
Reforma de pensiones: “Con estricto apego a nuestro ideario político”
-¿Qué le diría a quienes desde el Partido Nacional Libertario y del Partido Republicano, que rechazan la reforma de pensiones y critican a Chile Vamos por haber llegado a este acuerdo?
-Ellos critican el acuerdo, fundamentalmente porque consideran que es traicionar nuestros valores, nuestros principios, por haber construido este acuerdo con el Gobierno del presidente Boric, que presenta un proyecto en que los seis puntos eran de reparto y, finalmente, el resultado es que los seis puntos van a capitalización individual. Creo que ellos más bien hacen un punto político de decir porque nosotros negociamos y llegamos a acuerdo con un gobierno de un sentido ideológico tan distinto a nuestras ideas, pero el punto es que se hizo en torno a nuestras ideas, con estricto apego a nuestro ideario político.
-¿Es un triunfo de su sector el que se haya negociado en torno a sus ideas?
-Lo considero un triunfo para Chile y esto no es una mera frase. Nosotros podríamos haber pensado que vamos a ganar el próximo gobierno, vamos a tener mayoría parlamentaria y vamos a poder hacer una reforma previsional, completamente de acuerdo a nuestro ideario; pero esas son especulaciones, porque no sabemos lo que va a ocurrir exactamente en la próxima elección presidencial y parlamentaria. Yo tengo gran esperanza en que a la centroderecha nos va a ir muy bien, pero naturalmente los resultados de las elecciones se conocen cuando se producen las elecciones. Entonces, aquí hubo una visión muy importante de construir el acuerdo ahora, porque es bueno para Chile.
-¿Sería también algo para mostrar en la campaña de Evelyn Matthei?
-Hemos tenido que dar hartas explicaciones, porque inicialmente mucha gente no lo entendió, porque les molestó, por ejemplo, lo del ‘préstamo’ que se va a otorgar para comenzar con el mejoramiento de las pensiones. Se habló del ‘manotazo’ a los fondos previsionales; pero, en realidad, no se podía concebir una reforma previsional que no mejorara las actuales pensiones.
Hay un componente de recaudación tributaria muy significativa que lo pagan, lo financian, los sectores de mayores recursos. No tiene mucho sentido bajar el impuesto corporativo si, por otro lado, nos ponemos creativos, estableciendo impuestos a los “súper ricos".
Programas mal evaluados: “Si son sólo pago de sueldos hay que ir cortando, con mucha determinación"
-¿Por qué no se termina con gastos innecesarios, como programas mal evaluados? Se lo pregunto porque eso se ha dicho en todos los gobiernos, incluidos los de Piñera, y a raíz de lo señalado por su abanderada en cuanto a reducir el gasto fiscal.
-Tenemos que evitar que siga pasando. No significa que todos los programas que están mal evaluados tengan que terminarse, porque algunos ameritan que sean modificados, reformulados. Lo que siempre tenemos que tener presente es cómo esos programas benefician a la población, cómo significan soluciones a problemas que están enfrentando distintos grupos de nuestra sociedad. Pero si son sólo pago de sueldos, sólo situaciones que se arrastran de año en año, pero que no están significando ninguna solución de nada, creo firmemente que hay que ir cortando, con responsabilidad, seriedad y con mucha determinación.
-Le preguntaba porque todos los gobiernos, particularmente los de derecha, anuncian disminuir el número de ministerios y los han aumentado; que terminarán con los cargos innecesarios y eso tampoco ocurre. De hecho, uno ve como cuando un sector llega al Gobierno, personas que pierden su cupo en la Cámara se van al Gobierno y luego vuelven al Congreso, por ejemplo.
-A ver, nosotros hemos tenido un muy buen acuerdo en pensiones y se mostró la voluntad mayoritaria de todos los sectores políticos por construirlo con costos políticos por lado y lado. Creo que acá también tenemos que construir un gran acuerdo político. El próximo gobierno tiene que construir las mayorías parlamentarias para poder hacerlo; porque, además, van a ser iniciativas de ley. Disminuir ministerios, fusionar ministerios, van a ser materias de ley. Bueno, a partir del próximo gobierno, va a haber que construir esos acuerdos, esas mayorías. Lo que Chile no puede hacer, y espero que en eso haya amplia conciencia, Chile no puede seguir endeudándose.
-En ese sentido, Matthei señaló que de llegar a La Moneda reducirá el gasto fiscal en US$ 6 mil millones, ¿usted exigirá, entonces, que se cumpla ese compromiso?
-Yo estoy en la parada de que las finanzas públicas estén lo más limpias posible, lo más vigorosas posible y sean un activo del país y, por lo tanto, eso significa que la economía vuelva a crecer. Recordar que la mayor fuente de financiamiento del Fisco es el crecimiento de la economía. Si la economía está dinámica, si crece vigorosamente vamos a tener mayores ingresos. Eso no va a llegar de la noche a la mañana, ni va a llegar del alto cielo. Y creo que los proyectos de nueva institucionalidad ambiental y de permisología van a facilitar eso. Espero que eso signifique mover la aguja fuertemente y que nuestros proyectos de inversión demoren mucho menos en obtener las autorizaciones.
-Pero no se puede tener todas las fichas en esos proyectos.
-Espero que la Ley de Cumplimiento Tributario, que aprobamos en este periodo que estamos terminando, sea una contribución, porque con ella se busca, sobre todo, que vaya disminuyendo la informalidad de la economía; y que los que hoy día no están contribuyendo también hagan su aporte al financiamiento del Estado. Y para un mayor crecimiento, con el cumplimiento de las leyes tributarias, debemos tener un gasto público en los niveles razonables. Y que cada Ejecutivo, finalmente, se comprometa a cumplir con las metas fiscales que ellos mismos se fijan. Porque lo que nos ha ocurrido permanente y persistentemente es que esas metas fiscales no se cumplen.
-¿La última cifra del PIB se puede considerar esperanzadora?
-Nuestro crecimiento potencial es en torno al 2% y eso es insuficiente para crecer a tasas más altas. Parte importante de ello es porque nuestra inversión es muy baja. Entonces, fortalecer el proceso de inversión es central para crecer más rápidamente. Si nosotros creciéramos al 3% o al 4%, el efecto sobre las finanzas públicas sería muy significativo y, sobre todo, el efecto que tendría sobre el empleo.
Extender la base tributaria a personas que hoy no pagan impuesto de segunda categoría va a ser una discusión muy difícil e impopular, digámoslo claramente. Entonces, va a ser muy difícil tener una tramitación tributaria que sea tranquila, con el tiempo suficiente para meditar bien lo que se está haciendo.
“Extender la base tributaria a personas que hoy no pagan impuesto de segunda categoría va a ser una discusión muy difícil e impopular, digámoslo claramente”
-A propósito del cumplimiento tributario, ¿qué le parece que su candidata presidencial plantee bajar el impuesto corporativo a un 18%?
-Eso está dentro del gran objetivo de crear mejores condiciones para aumentar la inversión. Si no aumentamos la inversión, vamos a seguir pegados al PIB potencial del 2%. Ahora, ella ha dicho que pretende que sea diez años, no es de la noche a la mañana, porque entendemos que hay que hacerlo paulatinamente, precisamente por las restricciones fiscales que tenemos. Pero sería muy buena una iniciativa, prueba de ello es que el propio ministro Marcel está pensando en bajar el impuesto de primera categoría, porque necesitamos tener una tasa mucho más competitiva.
-¿Qué opina de que, en contraste, el senador PC Daniel Núñez proponga reflotar el proyecto de impuesto a los súper ricos?
-Cuando uno revisa la estructura tributaria de Chile y quiénes son los que más aportan al financiamiento del Estado, están los que ellos llaman los ‘súper ricos’. O sea, claramente aquí hay un componente de recaudación tributaria muy significativa que lo pagan, lo financian, los sectores de mayores recursos. No tiene mucho sentido bajar el impuesto corporativo si, por otro lado, nos ponemos creativos, estableciendo impuestos a los “súper ricos”, que además han fracasado en gran parte del mundo.
-El Gobierno enviará al Congreso una Ley de Rentas, ¿cuáles son sus expectativas?
-Veo muy difícil que tengamos una reforma tributaria. Porque si envía el proyecto de disminución de la tasa corporativa e igual hay que compensar esos menores ingresos, esa va a ser una discusión larga, difícil, y más aún cuando estamos en medio del periodo electoral. Extender la base tributaria a personas que hoy no pagan impuesto de segunda categoría va a ser una discusión muy difícil e impopular, digámoslo claramente. Entonces, va a ser muy difícil tener una tramitación tributaria que sea tranquila, con el tiempo suficiente para meditar bien lo que se está haciendo. Veo muy poco probable construir acuerdos tributarios en estos meses que le restan al Gobierno.