Política

Ximena Rincón: “La DC ha perdido un millón de votos desde 1990 y es el momento de recuperarlos”

Espera incluir a dirigentes estudiantiles a su equipo y se siente preparada para asumir los desafíos ciudadanos. ¿La candidatura de Orrego? “Me alegro que finalmente haya decidido lanzar su nombre”.

Por: | Publicado: Lunes 5 de marzo de 2012 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Por Patricia Arancibia Clavel



Ximena Rincón González (43) es una mujer de armas tomar. Abogada de la Universidad de Chile, ex intendenta de Santiago en el gobierno de Ricardo Lagos y Senadora DC por el Maule Sur, está convencida que a su generación le ha llegado la hora de asumir desafíos y responsabilidades. De hecho, es precandidata presidencial y no tiene ningún temor a la competencia, incluso con Bachelet. Cálida y sencilla, tiene fuerza, entusiasmo y convicciones para avanzar hacia su objetivo: hacer de Chile un país más igualitario, justo y menos discriminador. 


- ¿Qué te llevó a plantear tu precandidatura presidencial?


- Imagino que a muchos periodistas les gustaría ser editor o directores de un medio o a los DT dirigir a la selección chilena de fútbol. Lo mismo pasa con quienes estamos en política. Cuando me lo preguntaron en vez de responder lo que se acostumbra: “si me lo piden”, dije que me encantaría y que estaba dispuesta a competir con cualquiera. Creo que mi generación -la sub-cincuenta- ha sido la eterna promesa que nunca asume un espacio de liderazgo, siempre apoyando a otros. El país cambió en forma radical y requiere de liderazgos distintos para exigencias que son distintas y que estoy dispuesta a asumir.

-Hay varios precandidatos dentro de tu propio partido, ¿significa ello que no hay ninguno con un apoyo mayoritario que asuma el liderazgo?


- En general en la política y no sólo en la DC, lo que yo veo es ausencia de convicción para conducir un proceso dentro del marco democrático republicano y que es posible hacer las cosas distintas. La pregunta es quién tiene la decisión y el coraje de enfrentar ciertos temas que hoy nos cruzan y que son parte de las exigencias ciudadanas. Aquí hay tres dimensiones de las que hacerse cargo: la inequidad o desigualdad que se ha instalado en nuestro país; la cultura del abuso -farmacias, bancos, retail- en contra de los trabajadores, los consumidores y las mujeres; y una tercera, que tiene que ver con la discriminación, como lo que observamos en Chicureo. ¿Quién está dispuesto a enfrentar esos tres ámbitos con lo que significa? La verdad es que no todos están dispuestos. 


- Claudio Orrego acaba de anunciar su postulación…


- Me alegro que finalmente haya decidido lanzar su nombre. Los partidos no sólo requieren de programas y proyectos, sino personas dispuestas a jugársela sin más cálculo. La DC ha perdido un millón de votos desde 1990 y es el momento de recuperarlos. No conozco su propuesta pero yo competiré lealmente por la mía: correr las fronteras para dar cabida a un país más justo en oportunidades para todos. Ni yo ni quienes me acompañan tenemos compromisos que nos limite en tal sentido.

- ¿Quién te apoya en el partido?


- Me apoyan dirigentes jóvenes, profesionales, técnicos y dirigentes sociales que están convencidos que llegó la hora de hacer las cosas distintas, y son muchísimos. Presentaré mi primer equipo durante la segunda quincena marzo. Mi pega es sumar voluntades en los meses que quedan no sólo entre los que están en política partidista, sino los que están fuera. Me encantaría sumar a dirigentes universitarios y estudiantiles, de movimientos ciudadanos, la nueva camada de dirigentes sindicales… Vienen sorpresas 


- ¿Cómo definirán la situación? ¿Con primarias internas?


- Es algo que tiene que definir la DC. Yo instalé -y me siento tremendamente satisfecha de haberlo logrado- el hecho que la DC tenía que competir en las próximas presidenciales, porque había algunos que estaban por entregar la nominación presidencial, sin discutir ni siquiera para qué queríamos recuperar el gobierno. Las bases partidarias sí quieren competir y lo que falta ahora es cuál será el mecanismo que se utilizará.


- ¿Y tienes alguna preferencia?


- No le hago el quite a ningún mecanismo que se decida: primaria interna, primarias abiertas o que la primaria sea la primera vuelta. Creo que están dadas las condiciones para primarias abiertas. Pero eso es algo que debe definir mi partido, yo insisto, no le hago el quite a ningún mecanismo.


-El presidente de tu partido y otros senadores no están de acuerdo que se adelanten las candidaturas presidenciales…


- Hay varios, incluso analistas e investigadores, que señalan que mientras más liderazgos tengamos desplegados en el país apoyando las elecciones municipales, mejor va a ser el resultado. ¿Por qué? Porque la ciudadanía nos va a ver involucrados en un tema fundamental, que es el de los gobiernos locales. Nadie está diciendo que definamos ahora nuestra carta presidencial, lo que decimos es que nos despleguemos, que participemos, que nos involucremos en la elección municipal con todos aquellos que quieran sumarse a un proyecto de país que es distinto.


- En caso que Bachelet decida postularse ¿vas a bajarte?


- No. Lo he dicho, lo sostengo y lo mantengo. Estoy en esto por convicción. Es importante que discutamos el país que queremos y despleguemos nuestras propuestas. La gente ya no se compra promesas, quiere propuestas completas, con números, cifras, cronogramas que efectivamente den respuesta a las demandas que las regiones están poniendo en el tapete de la discusión. -

La DC ha perdido su marca doctrinaria y aparece como un partido instrumental que por una parte llega a acuerdos con RN y por otra hace pactos electorales con el PC...

- Cuando a los líderes de la DC se les exige definir al partido como de centro, de centro izquierda o centro derecha y tratan de explicar qué somos, están perdiendo el tiempo. Lo que nosotros tenemos que hacer como partido, es poner en el centro de nuestro quehacer, de nuestros desvelos, al país y a las personas y preocuparnos de cómo damos respuestas. Para ello, tenemos primero que recuperar la confianza en la participación ciudadana, salir de nuestras cuatro paredes y, luego, lograr acuerdos con unos y con otros. Con RN, porque una exigencia inevitable del debate político de hoy y que se le debe a la ciudadanía, es la reforma electoral.

- ¿Y con los comunistas?


- Con el PC también, porque creemos que es fundamental que todos tengan posibilidad de representación y que en aquellas comunas en donde solos no podemos ganar.

- ¿Qué rol está jugando la DC frente al empoderamiento de líderes sociales que son críticos a la institucionalidad?


- Cuando la institucionalidad empieza a ser desprestigiada, se pone en riesgo las posibilidades de desarrollo del país. Tenemos una gran oportunidad en las próximas municipales no sólo para elegir buenos candidatos sino para fortalecer los recursos y herramientas de los gobiernos locales. Tenemos un Estado que pide a gritos una modernización en serio. Para eso hay que tener coraje político.

- ¿Qué responsabilidad tiene la DC y la Concertación en el incremento de las movilizaciones sociales y la violencia que vivido?


- Hay que separar reivindicaciones sociales de violencia. Un año electoral se transforma en un buen espacio para hacer exigencias, pero nunca vimos el nivel de violencia que hemos observado en estos dos años que no fueron electorales. Esto tiene que ver con cómo se manejan los conflictos y cómo se traslada la negociación política al uso de la fuerza, como lo estamos viendo en Aysén. El problema está en que la ciudadanía se cansó de esperar, se le abrieron muchas expectativas y el gobierno no se da cuenta que las cifras de crecimiento, de empleo, ahorro, ingreso pér capita que difunde no le llega a la gente, que ve su entorno sin cambios concretos que la beneficien.


- Al parecer, la estrategia de la oposición ha sido negarle la sal y el agua al gobierno, provocando con ello mucha polarización. ¿No es un arma de doble filo?


- En lo que a mi respecta nada más lejos de esa afirmación. Soy una leal opositora y -por ejemplo- fui parte activa en la ley de post natal


- Sin embargo, cuando Ignacio Walker evalúa positivamente lo realizado en materia de reconstrucción, inmediatamente se le tiran todos encima, incluso la vicepresidenta de su propio partido…


- Perdón, pero cuando hay un informe hecho por técnicos de la Concertación, con información de la Segpres, es decir con información del propio gobierno que dice que la reconstrucción no supera el 29%, no logro entender lo dicho por Walker. Peor aún, cuando parlamentarios, alcaldes y dirigentes de la propia derecha cuestionan lo realizado en reconstrucción. O no leyó el informe o sólo se refirió a un aspecto que es el de la infraestructura vial pública. Creo que no fue capaz de transmitir que lo que decía el gobierno verbalmente, era distinto a lo que el propio gobierno establecía por escrito en enero de este año.

- Lo que está sucediendo en Aysén, ¿es culpa de este gobierno?


- Yo no creo que sea culpa de este gobierno. La postergación y abandono de Aysén o de el Maule y otras zonas viene de muy atrás. Pero el presidente cuando fue candidato, estableció expectativas, promesas muy altas, que haría las cosas distintas y eso hizo que la gente después de un año, un año y medio, dos años dijera: no más. La forma en que se abordan las crisis tampoco ayuda a esto. Muchas veces se prefiere usar bencina en vez de agua,..

- ¿Seguirán apoyando la calle o usaran el Parlamento para llegar a acuerdos factibles? Porque las demandas pueden ser infinitas…


- Siempre hemos creído que el Parlamento es el mejor espacio para debatir y encontrar soluciones. El problema es que el gobierno no entiende que debe construir acuerdos con la oposición, práctica que usaron todos los gobiernos de la Concertación. El gobierno manda las iniciativas sin discutirlas previamente. Pero aquí la verdad es que el Presidente entiende que él es el dueño de la pelota, que es el dueño de la empresa y manda las cosas al Parlamento y ejerce presión pública con discursos que hoy día la ciudadanía no le compra. La oposición no le aserrucha el piso o le niega la sal y el agua, simplemente el gobierno no tiene interés en el diálogo.

- ¿Prevé un año de mucha movilización y tensión?


- Lamentablemente en Chile el 75% de los trabajadores (dato INE) gana menos de $350.000 y si bien la tasa de desempleo es de un 6,6% que es baja, el problema es la calidad de éste. La educación de calidad es prohibitiva para cualquier familia, trátese de una universidad estatal o privada y una aspiración que no todos pueden satisfacer. La salud es otro drama, lo mismo que los valores del transporte. Aquí lo que hay es un desbalance entre los que más tienen y los que menos tienen y es el Estado el que debe intervenir. Mientras no entendamos eso, no se va a poder acallar lo que se ha instalado.

- ¿Todas las formas de lucha son válidas para lograr los fines, como señaló Camila Vallejo?


- Respeto la lucha que dio Giorgio Jackson, Camilo Ballesteros, Camila Vallejo y muchos otros en regiones, como Jose Ancalao y Recaredo Galvez, pero creo que está equivocada. Más allá de las deficiencias, creo que tenemos una democracia que sirve para hacer los cambios. Nos costó 17 años y miles de muertos recuperarla y yo al menos la cuido y respeto mucho.

Lo más leído