Un complejo debate podría enfrentar la propuesta que rebaja los impuestos a las personas en el tramo más alto y que excluye a las autoridades de gobierno, diputados y senadores.
Es que la medida, incorporada en el proyecto de Reforma Tributaria y que sacó más aplausos cuando la mandataria la anunció, provocó la molestia de los parlamentarios directamente afectados, del que además ya habría sido notificado el ministro de Hacienda, Alberto Arenas.
Pero el malestar de los legisladores se podría ver profundizado tras el anuncio de los diputados independientes Giorgio Jackson y Gabriel Boric de presentar -la próxima semana- un proyecto para rebajar el sueldo de los congresistas en un 40 %. La iniciativa es vista por algunos de sus pares como "populismo", que busca querer granjearse el respaldo ciudadano.
La escasa popularidad del Congreso, decretada por múltiples encuestas, pasa porque la ciudadanía estima que los parlamentarios trabajan poco y ganan mucho. A eso se debería no sólo que los integrantes de la llamada "bancada estudiantil" optaran por abordar el tema, sino que desde el mismo gobierno se pretenda dar una señal de austeridad, que no cayó nada bien.
Un representante falangista incluso cuestiona "¿quién tomó esa decisión política?". A su juicio, "lo que la presidenta consiguió con esta exclusión es que la ciudadanía piense que los parlamentarios somos una manga de privilegiados que se aprovecha de la gente. Eso es fatal".
Una posición nada de solitaria. Por el contrario, la inquietud es ampliamente compartida en el oficialismo, al punto que un diputado aclara que "todos estamos de acuerdo con la medida", pero que lo malo "fue la forma de presentarla, porque nos deja como unos pillines". Otros, acusan que la medida "nos deja como unos verdaderos sinvergüenzas".
De ahí que en la Nueva Mayoría ven con preocupación que el gobierno, queriéndolo o no, haya puesto el foco sobre los parlamentarios, aumentando el deterioro de una imagen ya desgastada y de la que existe conciencia en el ámbito legislativo.
El polémico proyecto
La molestia crece tras el anuncio de Jackson y Boric de rebajar el sueldo de los legisladores en un 40%, pues acusan que se ha puesto a los parlamentarios en el centro del cuestionamientos ciudadano en un tema que es cada vez más sensible.
Nadie expresa que sea una mala idea, sobre todo porque confían en que es muy difícil que sea aprobada, ya que el sueldo de senadores y diputados, está consignado en la Constitución de la República, lo que significa que requiere un alto quórum de reforma constitucional, que no tiene la Nueva Mayoría.
Desde la derecha toman palco en el debate. Tampoco hay acuerdo en que se haga esta distinción, pero estiman que serán los representantes del propio oficialismo los que echarán por tierra ambas iniciativas.
Un diputado opositor que califica de "populismo" la propuesta de Bachelet, cree que puede que el sector la apruebe, pero después la lleve al Tribunal Constitucional. Por su parte, el senador UDI Hernán Larraín se muestra abiertamente contrario, justamente, por estimar que "es un planteamiento que no procede", porque "es de discutible constitucionalidad y, además, tiene un sesgo populista". Por lo que "si se va hacer, prefiero que derechamente nos bajemos el sueldo".
LO QUE DICE LA CONSTITUCIÓN
El Capítulo V de la Constitución de la Repúbblica de Chile establece normas comunes para diputados y senadores y en su artículo 62 estipula que: "Los diputados y senadores percibirán como única renta una dieta equivalente a la remuneración de un Ministro de Estado incluidas todas las asignaciones que a éstos correspondan".