El Senador y presidente de la comisión de Constitución, Felipe Harboe (PPD), ratifica lo que ha venido sosteniendo desde hace meses: no habrá nueva Constitución en este gobierno.
Sí, habrá tiempo para lo que él llama un debate profundo y reflexivo. Dentro de ese período, cree, se deben despejar las diferencias que hay en la NM en torno al mecanismo y a los temas de fondo. En conversación con DF, también llama a los presidentes de los partidos del conglomerado a asumir su cuota de responsabilidad en la conducción política.
-Usted ha expuesto que hay poco tiempo para el debate y que ello permitiría la concreción de una nueva Constitución, con estos aplazamientos que ha puesto el gobierno, ¿considera que se complican aún más los plazos?
-El proceso de generación de una nueva Constitución o una profunda reforma requieren de un análisis exhaustivo, profundo y responsable, tal como lo señalé hace unos meses. Con la profunda discusión que se ha dado en torno al mecanismo para hacer esta reforma o cambio constitucional, y las diferencias que existen en los diferentes sectores políticos respecto al contenido de las mismas -por lo que fui muy criticado por mi sector-, reitero: en este gobierno no vamos a tener un nuevo texto constitucional
-Pero estaba en el programa como el gran tercer eje: una Nueva Constitución.
-Sí, pero hay que ser claros, este país está avanzando o ha iniciado una segunda transición, la social, y eso es un cambio que se está dando en la sociedad chilena, que tiene que ir acompañado de un nuevo texto constitucional.
-¿Hay acuerdo en la NM para una nueva Constitución?
-Esta es una coalición política que a diferencia de la Concertación ha incluido a sectores más de izquierda. Son legítimas las diferencias, se ven en educación, en temas laborales, se ven en los mecanismos para una nueva Constitución. Y si tenemos diferencias irreconciliables bueno habrá diferencias, pero en estas materias hay que ser responsables, una nueva Constitución estamos pensandola a largo plazo.
-¿Qué tan importante es para la ciudadanía una nueva Constitución, no se ve un poco alejado de la gente este debate?
-Chile está pasando en este minuto por un período de contracción económica muy importante, y se están desarrollando reformas muy profundas como la educacional, y la reciente tributaria, y por tanto, esta decisión que es muy necesaria tiene que iniciarse con responsabilidad. No creo que sea el mecanismo de la urgencia el que deba motivar una reforma a la Constitución. Chile tiene una base sólida de democracia, tenemos que tener un texto capaz de mirar los próximos 20 años. El gobierno hoy está abocado a la reactivación económica y a las reformas importantes que se pueden materializar en este período: educacional y laboral. Agregarle la obligación de que de acá al término del gobierno tengamos una nueva Constitución es agregar un elemento de incertidumbre en momentos en que Chile requiere certezas.
-La incertidumbre pareciese ser que se ha instaurado como concepto este año...
-No quiero que se malinterprete, no es que el debate constitucional tenga que ser postergado, no. No es realista plantear que de aquí al término del gobierno vamos a haber consensuado un texto constitucional nuevo, y hay que iniciar una discusión lo antes posible. Ha pasado un año y el gobierno no ha señalado siquiera el mecanismo. Solo quedan tres años y dos con procesos electorales de por medio.
-¿Cuáles son los temas de fondo de una nueva Constitución que se han dado hasta ahora?
-Si uno se quedara en las redes sociales, el debate ha estado centrado en el mecanismo. Hay movimientos, bancadas y está bien que existan. Si uno analiza el contenido, el debate se está instalando en la necesidad de que la Carta Fundamental contemple mecanismos de descentralización, es decir la concepción de Estado unitario con algún apellido descentralizado, desconcentrado. Así también, ha habido debate sobre el rol del Estado subsidiario, que algunos han caricaturizado con la lógica de que el Estado va a controlarlo todo.
-El tema del derecho de propiedad ha causado cierta incertidumbre en el sector privado...
-No hay una definición clara de parte del gobierno sobre a qué se refiere con este punto, creo que eso está dentro de la esfera del debate académico, e incluso en el debate político al interior de la NM, pero es evidente que hoy el derecho de propiedad es de los derechos más resguardados. Tenemos que avanzar en un debate responsable en la materia, por un lado, no generar incertidumbres, pero por otro lado no generar un status quo.
-También hay un ítem sobre la libertad de expresión y el sistema de medios, ¿le parece que se debe avanzar en una ley de medios?
-Tenemos que garantizar la libertad de expresión, es importante y un derecho en un régimen democrático. Más allá de compartir o no las impresiones de un determinado medio, no pueden ser coartadas por grados de simpatías, hay un tema de principio rector, mientras mayor sea la cantidad y la posibilidad de establecer medios de comunicación mejor es la democracia y hoy tenemos un alto nivel de concentración, en radio, TV y prensa escrita.
-¿Hay que desconcentrar?
-Hay que estudiar y ser responsables, hay que tener diagnóstico acabado de lo que existe, y ver como países desarrollados han resuelto este tema. Hay que mirar los buenos ejemplos en el mundo.
"Veo a parlamentarios nerviosos que quieren pasar para el gobierno"
-Todo indica que se viene pronto un ajuste ministerial, ¿lo continúa considerando necesario?
-Cualquier empresa, gobierno, una vez que finaliza el proceso de instalación hace una evaluación de como juegan sus jugadores. El gobierno está haciendo una evaluación que es natural, hay que desdramatizar eso.
-¿Por qué ha existido tanta presión, desde todos los sectores, para que la Presidenta mueva sus piezas?
-Hay muchos incumbentes, veo parlamentarios nerviosos que quieren pasar para el gobierno y otros que quieren presionar al gobierno. La verdad es que hacen reuniones para evaluar, para decir, éste es mejor que este otro, o éste es amigo mío. Lo que acá se requiere es que la Presidenta tal como lo va a hacer, con ejercicio pleno de sus facultades, determine quién se queda o se va de su equipo.
-¿Cómo evalúa el comportamiento de los actuales presidentes de los partidos de la Nueva Mayoría?
-Los presidentes, algunos, no se han dado cuenta del desprestigio que los partidos tienen en las sociedad. Los liderazgos ciudadanos son mucho más valorados hoy. Hay malas prácticas que hay que ir erradicando. Los partidos tienen que tener sentido de coalición de gobierno. No puedo entender que un parlamentario que está sentado en el comité político el día lunes, el martes se permita votar en contra de un proyecto del gobierno. El país necesita una conducción firme que nos proyecte en los próximos años, y para eso se requiere de colaciones sólidas y responsables. Lamentablemente, el populismo salió a pasear, y hay algunos que con el objetivo de ser populares plantean proyectos para la galería.
"Se requiere un ministro 24 horas para seguridad"
-¿Cómo ha actuado el gobierno en materia de seguridad, con los índices que han aumentado?
-El gobierno anterior nos dejó una herencia negativa, lo que parecía imposible lo lograron, veníamos con una tendencia a la baja desde el 2006, que se quebró y en el gobierno de Piñera aumentó la delincuencia en un 21%. Este gobierno ha iniciado un proceso que el próximo año generará resultados. Si usted me pregunta cómo viene la encuesta de victimización este año, debería venir mala, porque toma 7 meses de este gobierno y 8 del anterior.
-¿Qué cambios se deberían venir en materia de inteligencia?, el gobierno aún no envía el proyecto
-El compromiso fue enviarlo en diciembre y espero que se cumplan los plazos, entiendo que hay una comisión trabajando. De hecho, quedamos que ingresaría luego, pues hay muchos aspectos que están en la Ley Antiterrorista que suponen un sistema de inteligencia nuevo.
-Algunos parlamentarios han reflotado la idea de separar el ministerio de Interior y crear uno de seguridad, ¿cree que se puede revisar esa materia?
-Si, en aquella oportunidad queríamos impulsar un Ministerio de Seguridad separado de Interior, pero tuvimos una oposición férrea. Efectivamente se requiere un ministro 24 horas para seguridad, encargarle al ministro del Interior la jefatura de gabinete, política, seguridad, es un exceso que no permite que por muy brillante que sea, se haga cargo con la dedicación que se requiere en esos temas.