Cuando el lunes 29 la Comisión de Constitución del Senado inicie la tramitación del proyecto del gobierno que cambia el sistema binominal que aprobó la Cámara, el debate que se tomará la agenda política será el que surgió a raíz de las indicaciones presentadas por los diputados independientes Vlado Mirosevic y Giorgio Jackson, quienes buscan que a las empresas se les prohíba por ley donar a las campañas políticas y que se eliminen también los aportes reservados.
Este tema no sólo está abriendo una fuerte polémica en el mundo político, sino que también le provocó un problema al gobierno, que percibió que esta discusión podría entrampar la tramitación del cambio al binominal en la Cámara Alta. De ahí que el Ejecutivo optara por adelantarse a los hechos y, argumentando que las indicaciones propuestas se salen de la matriz original que cambia el sistema electoral, anunció que ese tema se abordará en el marco de las reformas políticas que aún no ingresan al Congreso. En esa línea, precisó que podría considerarse en el proyecto de financiamiento de los partidos políticos que impulsaría.
El recorrido
Pero estas indicaciones comenzaron a generar polémica mucho antes de llegar al Senado, cuando sus autores las presentaron en el marco de la tramitación del proyecto de cambio al binominal, pero en la Comisión de Constitución en la Cámara, donde vieron como eran rechazadas mayoritariamente. Conscientes de que podrían repetir el trámite en la Sala, el 13 de agosto pasado y al calor del entusiasmo con que los parlamentarios esperaban que el cambio al binominal fuera aprobado para que pasara a segundo trámite, los jóvenes diputados consiguieron las firmas necesarias para presentar su propuestas y, a diferencia de lo ocurrido en la comisión, incluso lograron que se aprobaran.
A partir de ese momento y sabiendo que el resto del proceso podría ser aun más difícil, Mirosevic y Jackson se dieron de inmediato a la tarea de conseguir apoyos en el Senado. Por lo pronto, varios parlamentarios independientes coincidieron en la necesidad de avanzar en esta materia, pero otros estiman que lo que se hizo el 2003 ha funcionado.
Dos miradas
En medio de este debate, la Funación Chile21 organizó el seminario “Financiamiento de las campañas”, donde políticos y técnicos expondrán su mirada sobre el tema. Entre otros asistirán el administrador electoral de la primera campaña presidencial de Michelle Bachelet, Giorgio Martelli; el senador socialista Carlos Montes y el presidente de la UDI, diputado Ernesto Silva. Este último es de los que cree que la actual es una buena legislación, pues “comparto lo planteado por el gobierno de Lagos en su momento. (…) las personas naturales y jurídicas tienen derecho a contribuir, o no, a las campañas porque son parte del proceso social” y también apoya los aportes reservados siempre que los candidatos no sepan quienes donaron a su campaña, para mantener su independencia.
En tanto, para el senador Montes, quien estima que las indicaciones deberían ser tramitadas ahora porque no van en contra de la matriz del proyecto que cambia el binominal, “la transparencia es lo primero, junto con un sistema de fiscalización consistente con un sistema de sanciones para el que no es transparente. Y la sanción debería llegar al punto que se perdiera el cargo”. Mientras que para los organizadores del evento “esta es una buena oportunidad de hacer esta discusión al calor del cambio al binominal”, señaló Gloria de La Fuente, directora de Programa de Chile21.
Giorgio Martelli, administrador electoral de la primera campaña de Bachelet: "Nunca jamás me llamó ningún empresario para pedirme un favor"
-¿Cómo ve el actual sistema de financiamiento de las campañas?
-La Ley de Financiamiento Electoral es del año 2003 y el paso entre cero y uno es el más importante. Entonces, me parece interesante, útil y necesario que exista la regulación del financiamiento.
-¿Cuáles serían los defectos de este sistema?
-El principal defecto es que no hay fiscalización suficiente. Yo diría que más que de una nueva legislación hay que dotar al Servicio Electoral de mayor poder para fiscalizar.
-¿En ese aspecto que le parecen las indicaciones de Mirosevic y Jackson?
-Mire, en el gobierno anterior de Bachelet, ella envió al Parlamento esta misma propuesta. Y el tema del financiamiento de las campañas es un tema a nivel mundial. No es un tema en el que haya un pleno consenso ni en las democracias maduras.
-¿Cuál es su mirada personal al respecto?
-Que las campañas tienen que ser financiadas por las personas, como principio elemental. Un candidato tiene que trabajar para que las personas financien su campaña, si no lo logra quiere decir que es un mal candidato. También creo que se requiere subsidiariamente que el Estado aporte a las campañas de aquellos candidatos que no pueden conseguir financiamiento ciudadano.
-¿Y las empresas?
-Si bien por principio creo que no debieran financiar campañas, evidentemente que a lo mejor hoy día no estamos en las condiciones para eliminar totalmente esta figura. El punto de fondo está en el elemento de si el financiamiento de las empresas a las campañas, en la elección de los cargos públicos, implica que obtengan garantías especiales por haber financiado las campañas.
-Eso se asume.
-Yo fui administrador electoral de la campaña de Michelle Bachelet del 2005 y nunca, jamás, en los cuatro años de gobierno me llamó ningún empresario para pedirme un favor. Y, evidentemente tuvimos ingresos reservados. Esto de que "se asume" está en la mentalidad de la clase política o de los ciudadanos, pero la verdad, la verdad, de mi experiencia personal es que no es así.