El senador Carlos Montes (PS) fue uno de los primeros en criticar la forma en que el gobierno negoció el acuerdo con la oposición. Si bien aclaró que no está en contra de los consensos, éstos se deben hacer de manera transparente, de cara a la ciudadanía.
Ya con la reforma tributaria aprobada y a la espera de ser publicada en el Diario Oficial, el senador hace un balance del proceso y del cambio que define como “estructural”.
- Mirando el proceso hacia atrás, ¿cómo evalúa todo el trámite legislativo?
- Fue una reforma bastante ambiciosa. Se buscaba recaudar 3% del PIB y, a la vez, acabar con algunos privilegios. Después de todo el debate quedó claro que el proyecto original tenía varios puntos discutibles y uno de ellos era la renta atribuida, que jurídicamente era discutible. A ese punto se suma el incentivo al ahorro, ya que se pasaba de uno muy fuerte como era el FUT a prácticamente nada. Ahora, dicho eso, lo que termina resultando es un sistema muy superior a la realidad, es un cambio estructural. Es importante que se haya terminado el FUT y, a la vez, el sistema parcialmente integrado abrió el camino a la desintegración.
- ¿Las nuevas atribuciones que se le entregan al SII más la norma antielusión son suficientes para evitar la elusión y evasión?
- Es un cambio a la doctrina, un enfoque más global, ya que no actúa solamente a partir de una transgresión sino que también cuando es vía evasión de la misma sustancia. Son cambios estructurales, si bien se mantienen las utilidades no distribuidas, es una modalidad distinta a lo que había antes, ya que muchos de los privilegios se cerraron, se redujeron, pero no se terminaron.
- ¿Qué puntos quedaron pendientes?
- Por ejemplo, qué se hace con las utilidades no distribuidas con impuestos diferidos. Con la reforma, se puede reinvertir en el exterior sin pagar los impuestos y en paraísos fiscales sin pagar los impuestos, la nueva ley se diferencia en que ahora tiene que informar al SII y, a su vez, el SII tiene las facultades de la norma anti elusión.
- De todas formas, ¿fue un avance el cambio al sistema tributario?
- Sí se avanzó, fue un paso importante, pero si en el camino se descubre que hay cosas mal resueltas, se debe enfrentar rápidamente, antes que termine este gobierno, porque alcanzamos a legislar.
- Si fue un cambio estructural ¿por qué existe la sensación que la gente no está de acuerdo con la reforma tributaria. ¿Qué faltó?
- Varias cosas: a la gente a veces no le gusta cuando parte con una propuesta bien arriba y después baja o cambia y eso se capta. Además, la manera como se hizo, sin explicarle a la ciudadanía qué significaban los cambios. Se acabó el tiempo de negociaciones limitadas. Eso no está bien y la ciudadanía también lo captó y por eso se vino abajo el respaldo. También salió todo este cuento de la cocina y esas tonteras… No tengo problemas en llegar a acuerdo, pero se debe hacer de manera trasparente y de cara al país.
- ¿Hubo un error de parte del gobierno en la forma de llevar adelante el proyecto?
- Una reforma de esta envergadura requería mucha claridad política y social. Es un error pensar en que esto se iba a lograr sólo con una gestión técnica. Esto implicaba terminar con privilegios y se necesitaba algo más que lo técnico. Se tomó una opción de llevar adelante el debate técnico.
- Cuando la reforma salió del Senado usted dijo que tenía dudas de la recaudación de los US$ 8.300 millones. ¿Las mantiene?
- No tengo cómo calcularlos, hago un acto de fe y espero que así sea. Depende del nivel de actividad económica y de otros factores. Pero no tengo certeza y no me demostraron cómo se llegó a ese cálculo, porque no llegamos a ese nivel de detalles.
Franquicias a la construcción
- En cuanto a las franquicias tributarias a la construcción usted fue uno de los principales críticos a cómo quedó el proyecto. ¿Por qué cree que no se pudo avanzar más?
- Fue una materia que traté de impulsar, pero quedó reducida a nada.
En ganancia de capitales, insistí porque Chile es un paraíso fiscal para efectos de quienes operan con el suelo. Se trató de cambiar, pero hubo mucha resistencia de la derecha y de parte de la Nueva Mayoría, que no sabe bien cómo opera. Chile está quedando muy atrás en materia de regulación de suelo, porque no hay una conciencia general de la importancia de esta materia de regulaciones.
- Usted propuso terminar con la franquicia tributaria, pero entregando subsidios. ¿Por qué no prosperó esa idea?
- Respecto a las franquicias tributarias al sector inmobiliario, apelé a la eliminación reemplazándolo con un subsidió directo para la compra de casas de hasta 2.500 UF, sin embargo, mi idea no prosperó. Así la propuesta del Ejecutivo fue limitar la franquicia a viviendas de hasta 2.000 UF, con una implementación gradual muy compleja además. Faltó valor para enfrentar este tema de fondo y, además, hubo presión porque se dijo que iba a subir la vivienda, pero ese efecto se limitaba con el subsidio.
"El Presupuesto debe ser contracíclico, pero con una mirada más estructural"
- ¿Cómo adelanta que será la discusión del Presupuesto? ¿El ministro ha dicho que será contracíclico, hay espacio para hacerlo?
- Es esperable que aumente significativamente en inversión para generar puestos de trabajo y dinamizar la actividad económica. Además, debe ser compatible con el programa de la presidenta Michelle Bachelet y también enfocado en el aumento de la productividad. En lo sectorial, me parece que deberían salir muy privilegiados Salud, Vivienda, Obras Públicas y también todos los programas regionales a través de la Subsecretaría de Desarrollo Regional.
- ¿El Presupuesto debe estar centrado en recuperar la economía o también pensando en el mediano y largo plazo?
- Sí, esa es precisamente la pregunta que ahora me hago. ¿Se mantendrá el foco del Presupuesto pensando en la coyuntura como fue en 2009, o será con una lógica que esta caída no es circunstancial, sino que puede persistir por la debilidad de la economía mundial? Por lo tanto, se debe analizar si el Presupuesto debe enfocarse en las bases de crecimiento, pensando en la diversificación productiva.
- Al ser el primer Presupuesto que elaborará el actual gobierno, ¿cómo espera que se dé el debate?
- En general, los directores de Presupuestos quieren imponer su visión sin diálogo, y espero que esta vez no sea así, y que haya espacio para el diálogo. En esta discusión el director de Presupuestos, Sergio Granados, se jugará su estilo negociador, que en general cuando fue subdirector mantuvo una tónica dialogante y espero que haya un ánimo de debate.
- ¿Han tenido algún acercamiento con Hacienda para saber algunos lineamientos del Presupuesto 2015?
- Hasta el momento, considerando la fecha en que estamos, todavía no ha habido ninguna discusión sobre la orientación específica del Presupuesto, ninguna. Por lo que ya no tenemos la posibilidad de participar en el debate previo del Presupuesto, sino que después frente al Presupuesto y no en la confección.
- ¿Cuál debe ser el énfasis de la discusión presupuestaria?
- Tenemos que ponernos de acuerdo entre los parlamentarios para decirle al gobierno que el Presupuesto debe tener una mirada de largo plazo, pensar en cómo recuperar la productividad y no sólo de reactivación. Un Presupuesto contracíclico, pero con efecto estructural también.
- ¿Este escenario de desaceleración ha hecho que varios actores, incluido gente de la Nueva Mayoría, pida postergar la reforma laboral. ¿Comparte esa visión?
- No la comparto. Estamos muy atrasados en materia laboral. El fortalecer la negociación colectiva, los sindicatos y el no reemplazo a huelga pasa en todos lados. Por eso soy partidario a que se apruebe cuanto antes, pero que se aplique gradualmente.