La Cámara de Diputados aprobó, por 83 votos a favor, 2 en contra y 11 abstenciones, el proyecto que modifica el Código Sanitario respecto de la regulación a las farmacias y medicamentos, conocido como Ley de Fármacos.
Pese a ello, durante la sesión los diputados también rechazaron la venta de remedios en locales que no sean farmacias, como por ejemplo los supermercados.
"Con esto se aprobó el respeto a la receta médica, lo cual significa que cualquier persona que vaya con una receta a una farmacia, se tendrá que respetar lo que señala el profesional y en caso de la sustitución, ésta va a ser muy precisa y no a voluntad del vendedor sino de acuerdo a un listado de remedios que están en la lista de bioequivalencia, que son 155 productos que están aprobados", dijo el diputado del PS Juan Luis Castro.
El proyecto, que otorgó al Instituto de Salud Pública (ISP) el control sanitario de los productos farmacéuticos, contempla que "la venta al público de productos farmacéuticos sólo podrá efectuarse previa presentación de la receta del profesional habilitado que los prescribe, salvo aquellos medicamentos que se autoricen para su venta directa en el respectivo registro sanitario".
"Se rechazó la peregrina idea de que incorporar a las grandes cadenas de supermercados en la venta de remedios. Eso ha quedado fuera de la discusión, por lo tanto no va a haber aquí un traspaso para generar nuevas medidas de colusión entre supermercados, donde algunos querían y que fue lo que propició el gobierno hasta el último minutos", indicó el diputado socialista.
"Lo lógico para bajar los precios no es extender los remedios a los supermercados, sino que controlar a las farmacias para que no tengan marcas propias, para que no haya integración vertical y para que no haya incentivos perversos a la hora de que una persona despache un remedio y se lo cambien por otro", sentenció.