Embajador Heine: “China, aunque estuviese dispuesta y fuese invitada a adherir al TPP, no podría hacerlo”
En su opinión, el acuerdo tiene un sinnúmero de disposiciones que son incompatibles -por ahora- con el actual sistema económico del país asiático.
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Este año se cumple una década desde la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Chile y China, el primero que el gigante asiático firmó con una nación de manera individual. Un acuerdo que a todas luces ha sido exitoso, ya que China es actualmente el principal socio comercial de nuestro país.
“Fue pionero, y en su época había temores”, sostiene el abogado y actual embajador de Chile en China, Jorge Heine. Recuerda que un estudio realizado en 2004, dos años antes que se concretara el convenio, proyectó que las exportaciones de Chile crecerían solo 3,7%, mientras que las importaciones lo harían en 13%.
La realidad fue muy distinta: los envíos chilenos a China aumentaron a una tasa de 15,9% entre 2005 y 2014. “El comercio bilateral casi se quintuplicó en estos años, superando todas las expectativas”, recalca el diplomático y ex ministro de Bienes Nacionales, quien en esta entrevista habla de los cambios que está experimentando el modelo económico chino y sus efectos en el comercio con Chile y el mundo.
- ¿Cuál es su evaluación de la relación comercial entre China y Chile?
- Estos diez años de relaciones comerciales, en que no hemos tenido serios diferendos, no podrían haber sido mejores. Y se ejemplifica bien con los resultados de 2015: Chile exportó US$ 16.671millones a China, el doble de lo que exportó a su socio comercial número dos, Estados Unidos (US$ 8.196 millones). Con China tenemos un balance comercial favorable, mientras que con los EEUU es negativo.
Además, que el agro chileno crezca al 6% se debe en parte importante a la demanda china.
- En materia de tratados comerciales, hace poco Chile firmó el Acuerdo Transpacífico (TPP), el cual se ha dicho que China mira con atención. ¿A China le gustaría formar parte de él?
- En algunos países, el TPP ha sido presentado como parte de una estrategia anti-China. Sin embargo, ni en el gobierno chino ni a nivel de especialistas locales ello es visto así.
China es un gran impulsor del comercio trans-Pacífico y considera que la globalización económica -de la cual el TPP es expresión- es beneficiosa para China y para el mundo. Pero hay conciencia de que China, aunque estuviese dispuesta y fuese invitada a adherir al TPP, no podría hacerlo, dadas numerosas disposiciones de éste que son incompatibles por ahora con el actual sistema económico chino.
Sin embargo, China está impulsando el RCEP, otro acuerdo económico regional en el Asia Pacífico que también promueve el libre comercio en la zona, y ha apoyado la creación de la Zona de Libre Comercio del Asia Pacífico (ZLCAP) en el seno de APEC.
- En el mundo hay incertidumbre sobre el real ritmo de crecimiento de China. ¿Cuál es su visión sobre este tema?
- China ya no crece a dos dígitos como lo hizo por tres décadas y no va a volver a hacerlo. En 2015 creció 6,9% y el FMI proyecta que en 2016 lo hará 6,4%. Para una economía con un PIB superior a los diez billones de dólares, el efecto acumulativo de estas tasas es alto. Eso no significa que la economía china no enfrente dificultades, que principalmente derivan del cambio en el modelo de desarrollo.
Hay problemas de endeudamiento por exceso de inversión en proyectos de vivienda, algo evidente en las ciudades secundarias, donde se ven proyectos enormes, ya completados, pero vacíos. Las fuertes fluctuaciones de las bolsas de comercio en Shanghai y Shenzen han contribuido a esta incertidumbre, pero los fundamentos de la economía son sólidos. En 2015 se crearon 10 millones de nuevos empleos, por ejemplo.
- Con el cambio de modelo, ¿están las condiciones para que China permanezca como nuestro principal socio comercial?
- Algunos han planteado buscar alternativas a China y reorientar nuestro comercio internacional hacia otros destinos. Ello refleja un voluntarismo ingenuo, digno de mejor causa. Sí, las exportaciones de Chile a China cayeron 10% en 2015, pero bajaron aún más en los otros principales mercados: 12% a EEUU, 28% a Japón, 23% a la Unión Europea y 24% a India y Brasil.
Hoy, uno de cada cuatro dólares que Chile recibe por exportaciones proviene de China. ¿Cuál de estos otros mercados, todos a la baja, ofrece nichos para una reorientación masiva de nuestras exportaciones? Ninguno. China es y va a seguir siendo por mucho tiempo, nuestro principal socio comercial. El desafío radica en seguir diversificando y añadiendo valor a nuestros envíos, a éste y a otros mercados.
- Hasta ahora, la diversificación de los envíos a China ha tenido éxito con los alimentos. ¿Ve oportunidades en otros sectores?
- Chile siempre ha sido un país minero y va a seguir siéndolo. Más allá del cobre, el litio -del que Chile tiene grandes reservas- tiene un potencial enorme, hay que añadir más valor a nuestras exportaciones mineras, es algo que está en carpeta. También hay oportunidades en el sector maderero y de muebles.
Y aparte del sector alimentario, que debe ser la gran apuesta-país (como Nueva Zelanda con la industria láctea), creo que el mayor potencial está en los servicios, más que en los bienes: el turismo, la educación, el transporte, la banca, son todas áreas a cultivar. Desarrollar un sector turismo “sino-amistoso”, con todo lo que ello implica, es algo que aún no ha sido asumido, y en lo que estamos al debe.
Más cooperación en I+D
La reciente visita que realizó el subsecretario de Telecomunicaciones, Pedro Huichalaf, subrayó, a juicio de Heine, el enorme aporte que China puede hacer al desarrollo de la Agenda Digital de Chile, así como a nuestro desarrollo espacial y satelital.
Hoy la participación de China en investigación y desarrollo (I+D) en el país es bajo, y según el embajador, esto se debe a que la propia inversión de Chile en esta área es menor a lo que "debería ser". "Este es un país en el cual se rinde pleitesía a la innovación, pero rara vez se asignan los recursos para ella", agrega.
Sin embargo, destaca que se acaba de firmar un plan de cooperación agrícola entre ambos países y en el curso de este año se debería instalar una granja demostrativa china en el país. "Las ciencias agrícolas son una prioridad para China", recalca.
También resalta el acuerdo de colaboración que existe en el área de astronomía, y ya hay astrónomos chinos haciendo observación en Chile. "Tiene gran portencial", concluye.