Antes de la modernización: intercambio comercial Chile-UE ha crecido un 10% en lo que va de este año

En Bruselas aterrizó este jueves por la mañana la canciller Antonia Urrejola.

¿El motivo? Formalizar, este viernes, el cierre politico de la modernización del Acuerdo de Asociación entre Chile y la Unión Europea (UE), proceso que comenzó en 2017, y que ha estado en el ojo del huracán desde el cambio de Gobierno, como incluso reconoció a comienzos de esta semana el Presidente Gabriel Boric.

El acuerdo modernizado implica una serie de mejoras, pero la versión actual, vigente hace 20 años, ha implicado cambios evidentes para la relación comercial bilateral. De hecho, la UE es el tercer socio comercial nacional -luego de China y EEUU- y el principal inversionista extranjero en Chile.

Este año también ha sido de ganancias. Entre enero y noviembre, el intercambio comercial bilateral llegó a US$ 18.790 millones, experimentando un alza del 10% frente al mismo período del año pasado, según datos de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei). Esto, ya que las exportaciones se expandieron un 20%, hasta llegar a los US$ 8.376 millones, mientras que las importaciones crecieron en 3%, alcanzando los US$ 10.413 millones al penúltimo mes de 2022, frente a igual tramo de 2021.

En los últimos cinco años también hubo resultados positivos: el intercambio comercial creció en promedio un 3,4% entre 2016 y 2021, con los envíos nacionales a la UE subiendo un 3,3%, y las internaciones saltando un 3,5. Destaca el buen desempeño de las exportaciones de servicios, que incrementaron a una tasa de 11% en el último quinquenio.

Los principales envíos chilenos a la UE corresponden al sector minero: minerales de cobre y sus concentrados, cátodos y secciones de cátodos de cobre refinado, y trióxido de molibdeno son bienes clave.

Desde el otro lado, entre las importaciones clave resaltan los demás medicamentos antifúngicos, dosificados o acondicionados para la venta al por menor, los furgones para transporte de mercancías y los automóviles de turismo.

Ad portas del cierre de mañana, la canciller ahondó en los beneficios del acuerdo modernizado. “Es un tratado de libre comercio, que trae un conjunto de beneficios arancelarios y todos aquellos temas que son muy importantes para exportadores como para atraer inversión a Chile”, destacó.

Agregó que en el pilar político y de cooperación “es súper importante resaltar estos lineamientos en materia de medioambiente, cambio climático, género y derechos laborales”, y puntualizó que “es una modernización en todo el sentido de la palabra, respecto de los desafíos actuales y futuros que estamos teniendo como Chile y también como parte de la comunidad internacional”.

La autoridad recordó que luego viene un proceso “bastante largo que hay que explicarle a la ciudadanía”, que contempla traducciones, revisiones legales y debates parlamentarios. “Ojalá podamos firmar ya formalmente el acuerdo el segundo semestre del próximo año, pero es muy importante mañana porque ya es un cierre definitivo”, acotó la secretaria de Estado.

La agenda de Urrejola

En su primer día en Bruselas, la ministra desplegó una agenda relacionada a género y derechos humanos. Primero almorzó con eurodiputadas y la embajadora para Género y Diversidad del Servicio Europeo de Acción Exterior, Stella Ronner-Grubačić. Acompañada por la embajadora de Chile ante la UE, Gloria Navarrete, la autoridad abordó temas relativos a política exterior feminista.

Más tarde se trasladó a la ciudad de Mechelen, a unos 45 minutos de la capital, donde participó de la clausura de la exhibición “Universal Human Rights”, en el Museo y Memorial del Holocausto Kazerne Dossin.

La autoridad resaltó el compromiso del Gobierno del Presidente Boric con la defensa de los derechos humanos, y luego realizó un recorrido por la exhibición que explora el origen y las implicancias de los derechos humanos en el mundo.

"Para nosotros el eje de derechos humanos es un eje fundamental en la política exterior, y también es una oportunidad de darle las gracias a la comunidad belga, que fue muy solidaria después del golpe de Estado, y estamos ad portas de la conmemoración de los 50 años del golpe”, explicó la secretaria de Estado.