Economía y Política

Analistas de Wall Street difieren sobre oportunidad de intervención cambiaria en Chile

Según Coutiño, si el Banco Central compra divisas y las acumula al tiempo que emite bonos de regulación monetaria, no tiene necesidad de usar las tasas de interés.

Por: | Publicado: Martes 12 de febrero de 2013 a las 05:00 hrs.
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Por Cristián Torres Erpel



“El Banco Central podría decidir intervenir, pero es su propia decisión (...) si lo hacen, nosotros ciertamente los apoyaríamos”, aseguró el ministro Larraín en una entrevista en el Foro Económico Mundial en Davos hace un algunas semanas. De hecho, el mismo presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, ha reiterado que la intervención es una herramienta a disposición del emisor, pero que si no se ha intervenido hasta el momento es debido a que no ha sido necesario.

En ese sentido, analistas de Wall Street analizaron en DF el escenario de una eventual intervención cambiaria, sobre la que discrepan respecto del momento en que ésta debería realizarse.

Para Alfredo Coutiño, director de Moody’s Analytics para América Latina, si las entradas de capital no se esterilizan por parte de la autoridad monetaria, pueden generar presiones inflacionarias, lo cual obligaría al Banco Central a restringir la política monetaria ya sea a través del aumento de tasas o la restricción de la oferta de dinero.

Sin embargo, advierte, que subir la tasa agrava la entrada de capitales y consecuentemente, la revaluación cambiaria.

“Esto explica el porqué la mayoría de los bancos centrales latinoamericanos se han mostrado reacios a subir las tasas en el último año. Se prevé que las tasas en los países desarrollados, fiscalmente en problemas (Europa, EEUU y Japón), se mantengan sin cambio hasta 2014, por lo que aún sin alza de tasas en Latinoamérica, la región seguirá siendo un mercado atractivo para los capitales de corto plazo”.

Asimismo, Coutiño advierte que en la medida que la región enfrente presiones de demanda interna derivadas de un exceso de liquidez, los bancos centrales podrían verse forzados a subir las tasas, con lo que el atractivo para los capitales aumentaría. “Sin embargo, existe un instrumento alternativo para evitar o reducir la apreciación cambiaria al tiempo que hace restrictiva la política monetaria, sin tener que aumentar las tasas. Este instrumento es la aceleración de la acumulación de reservas internacionales por parte del Banco Central acompañada de un proceso de esterilización monetaria. Es decir, que el Banco Central compra divisas y las acumula, al mismo tiempo que emite bonos de regulación monetaria o introduce reservas bancarias obligatorias”, explica. De esta forma, precisa el director de Moody’s Analytics para América Latina, el Banco Central puede reducir el impacto de la monetización de las entradas de capital sobre la inflación y sobre la moneda local. En este sentido, el Banco Central puede resolver el dilema entre inflación y revaluación cambiaria sin tener que usar las tasas de interés.

En tanto, el economista senior para América Latina de Goldman Sachs, Alberto Ramos, sostiene que no hay una razón para que se realice una intervención del tipo de cambio dado el escenario actual que enfrenta nuestra economía. “El Banco Central no debería intervenir a este nivel, me parece que el cambio está fuerte, pero no desalineado en $ 470. Una intervención vendría más abajo, alrededor de $ 460 / $ 455, habría que ver también de donde viene la presión del cambio”, afirma.

Agrega que también se debe analizar lo que pasa con otras monedas en la región, por ejemplo, el peso colombiano que también está fuerte así como el real brasileño que también se empezó a apreciar un poco y si es un proceso que están experimentando muchos otros mercados emergentes, “como al parecer es ahora, la razón para intervenir sería mucho más limitada. Además, hay que tener en cuenta que en 2011 hubo una intervención muy fuerte y eso también tiene un costo”.

En esa línea, el experto agrega que el tipo de cambio refleja los sólidos fundamentos de la economía y la postura de la política monetaria refleja la exuberancia de la economía. “Lo que hay ajustar aquí es la política fiscal más que la política monetaria porque el Banco Central, si sube tasas para moderar el crecimiento económico, pondría mas presión sobre el tipo de cambio. Si el emisor sube las tasas para moderar la economía, agravaría el problema del tipo cambio y con un dolar más fuerte hasta podría provocar un daño mayor a la cuenta corriente”, enfatiza Ramos.

Cabe recordar que el Banco Central desplegó un programa de compra de dólares en 2011 para frenar el fortalecimiento del peso después de que subió a su nivel más alto en más de dos años y medio a $465,50 unidades por dólar.

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