Standard & Poor's (S&P) confirmó hoy la clasificación "AA-" para la deuda soberana de Chile, con una perspectiva estable.
Según explicó la agencia en un comunicado, "destaca el bajo nivel de deuda, la estabilidad política y la flexibilidad y resiliencia de la economía, lo que le da al gobierno una significativa capacidad para introducir políticas contracíclicas para absorber shocks externos".
Por otra parte, también dedicaron algunas líneas tanto al impacto de las reformas educacional y tributaria para el devenir económico del país.
Indicaron que aunque no se espera que ambas reformas debiliten el marco macroeconómico de Chile, "creemos que pueden debilitar la capacidad del gobierno de realizar medidas para fortalecer la recuperación económica en marcha, así como políticas para mejorar las eficiencias microeconómicas y desregularizaciones o en promover la inversión público-privada".
Respecto al efecto de la modificación al sistema impositivo, S&P adujo que su debate y su implementación, y el sesgo del gobierno hacia objetivos sociales, además de la caída en el precio del cobre, también explican, en parte, el declive de la confianza empresarial.
Educación
"El progreso en los estándares sociales de Chile no se corresponde a los amplios éxitos en sus políticas macroeconómicas y, por lo tanto, hay una tarea pendiente en su proceso de desarrollo económico. El éxito económico, sin embargo, ha impulsado la demanda de una creciente clase media por más y mejores servicios públicos, siendo la educación la prioridad principal", expusieron en torno a la modificación del sistema educacional.
"Esta emblemática reforma probablemente dure los cuatro años de la administración actual y consuma una significativa parte del capital político del gobierno", añadió el comunicado.
Riesgo de baja
Como un riesgo, por otra parte, calficó la agencia la prolongada desaceleración o una inesperada fuerte caída en el crecimiento de China.
Ambos factores, expusieron, pueden resultar en una severa baja en los ingresos relacionados al cobre, llevando a presiones fiscales y externas.
"Fallar en responder oportunamente y de forma adecuada a estos acontecimientos puede reducir la confianza de la inversión. Junto con inesperados cambios que debiliten el cuadro de política fiscal o frenen las recientes mejoras en la resiliencia del país contra shocks, puede llevarnos a bajar el rating soberano", advirtieron.