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¿Mayor proporcionalidad y competitividad?

La presidenta Michelle Bachelet sorprendió esta semana con el anticipado envío del proyecto de reforma al sistema electoral y que termina con el binominal. Con ello, abrió un nuevo flanco de debate, que debería concitar mayor consenso entre el oficialismo. A poco conocerse los detalles del texto legislativo, dos expertos electorales desmenuzan los alcances que tendría el nuevo sistema, difieren sobre la proporcionalidad y la mayor competitividad que traería su implementación. Por Vìctor Hugo Moreno

Por: | Publicado: Viernes 25 de abril de 2014 a las 05:00 hrs.
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"Me preocupa la fragmentación del sistema de partidos"

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EUGENIO GUZMÁN, DECANO DE LA UDD:


El académico discrepa de la "perversidad" del binominal, pero sí afirma que hay que debatir una reforma al sistema.

- ¿Cómo evalúa el proyecto y cuáles serían los elementos que le preocuparían en su implementación?
- En lo fundamental tiene elementos muy similares a los proyectos anteriores, de RN con la Concertación, por ejemplo. A mí lo que me preocupa, desde las consecuencias, es que establece distritos demasiados grandes, que implican -entre otras cosas- fragmentar el sistema de partidos. Mientras más partidos, más difícil es tomar decisiones. Las coaliciones empiezan a tener más tensiones y eso puede hacer más difícil el trabajo legislativo y también las mecánicas de los gobiernos.

- La escasa competitividad y la poca representación, ¿Son los principales problemas que ostenta el actual sistema electoral?
- El único factor donde se puede decir con certeza que el binominal enfrenta problemas es a nivel de legitimación de la ciudadanía, a juzgar por lo que dicen las encuestas. Sin embargo, que sea menos competitivo no es tan así. En el mundo, hay muchos sistemas electorales que son más o menos competitivos y son diferentes al chileno. Ahora bien, sin perjuicio de ello, nadie duda que se pueda cambiar un sistema que perdió legitimidad. - Usted es partidario de un sistema mayoritario, ¿es posible implementarlo en Chile?

- Se puede extrapolar un sistema mayoritario, sin duda alguna. Se puede replicar un sistema como el de Estados Unidos. Los que dicen que la tradición chilena no va con eso, están equivocados.

- Con el proyecto, ¿se concretaría en Chile un sistema plenamente proporcional?
- Técnicamente el sistema binominal es proporcional, el menos proporcional de estos, pero lo es. Esta propuesta lo hace más proporcional, porque hace que los distritos sean más grandes y el número de candidatos es mayor. Pero ojo, esto no hay que pensarlo como la panacea, decir que acá se resuelven todos los problemas, porque no asegura que candidatos chicos ganen.

- ¿Cree necesario hacer una gran reforma al sistema electoral como lo está planteando el gobierno?
- Nadie está diciendo que no cambiemos nada. Pero sí que tengamos conciencia de lo que estamos cambiando sea razonable. Y no digamos que ahora, por fin, tenemos democracia y borrar todo lo que se ha dicho, como quienes afirman que este sistema es perverso. Ahora, los elegidos por ese sistema perverso, les va a tocar cambiar ese mismo sistema.

- ¿Por qué el gobierno adelantó la presentación de este proyecto?
- Tengo la impresión que el debate de la reforma tributaria estaba enredando la agenda, con las voces de la DC que estaban poniendo en tela de juicio la aplicación del programa; en consecuencia, el gobierno opta por colocar el debate en una reforma que tiene más consenso dentro el oficialismo.

"Con este proyecto el voto vale más que con el binominal"

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El analista electoral sostiene que el sistema actual no resiste más un análisis democrático


- ¿Este proyecto solucionaría los problemas de proporcionalidad y democracia que se le atañen al sistema binominal?
- Soluciona el problema de proporcionalidad, aumentándola y le da al elector la posibilidad de que su voto, independientemente de donde viva, valga lo mismo. Y uno de los principios de un sistema electoral proporcional democrático es ese.

- Se aprecia, eso sí, zonas con sobrerrepresentación, ¿No afecta ese punto la concreción de un sistema proporcional?
- El proyecto recoge la importancia de las zonas más alejadas del centro y mantiene un grupo de diputados incluso más alto. Aumenta la proporcionalidad y mantiene el principio de integración del territorio. Este criterio está bien.

- ¿Qué elementos del debate de los últimos años recoge este proyecto?
- Este proyecto es una buena síntesis de los proyectos de la Comisión Boeninger, del proyecto que alguna vez propuso el diputado Pepe Auth, el proyecto que de la DC y RN, entre otras iniciativas. Recoge, de alguna manera, principios que estaban presentes en dichos proyectos. Es un buen punto de partida.

- ¿Cómo ve las primeras críticas que han surgido desde la derecha e incluso desde sectores del oficialismo, por ejemplo, por el aumento del número de parlamentarios?
- Me quedo con lo señalado por el ministro del Interior, en el sentido de que va a existir una redistribución parlamentaria en el Congreso. Entiendo que es una buena salida. Da buena prensa, decir que no haya más parlamentarios. Cuando usted tiene una institución como el Congreso hay toda una logística detrás. Toda institución como ésta debe tener un presupuesto alto y cabe hacer reasignaciones.

- ¿Ayuda este proyecto a mejorar la representatividad y legitimar las instituciones políticas algo desprestigiadas por la ciudadanía?
- El tema de fondo es que hoy los parlamentarios pueden ser reelegidos permanentemente, en un sistema sin competencia que es uno de los mayores problemas del binominal. Los parlamentarios dependen más de los votos de la gente y atender más sus necesidades. Con este proyecto se aprecia que el voto vale más que con el binominal.

- ¿Qué evaluación hace en general de lo que fue el sistema binominal?
- Tuvo un primer objetivo perverso: sobrerrepresentar aquellas zonas donde a Pinochet le había ido bien en el plebiscito. Y, además, mantener un empate artificial entre dos coaliciones con el argumento que ello iba a traer más estabilidad. En una época donde no hay crisis es posible que ese argumento se haya cumplido. Es posible que eso haya sido necesario al inicio de la transición, pero a partir de ahí, este sistema no resiste un análisis democrático.

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