Las lluvias que afectaron la zona central de Chile el fin de semana no cayeron nada de bien entre los productores de frutas, ya que se encontraban en pleno período de cosecha. Así, según un balance preliminar realizado por los gremios del sector, los productos más afectados fueron la cereza y arándanos.
El presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (Asoex), Ronald Bown, señaló que los primeros datos del comité de cerezas señalan que en aquellas zonas en que precipitó más de 20 milímetros, los huertos presentan pérdidas de entre 30% a 50% debido a partiduras en la fruta. En las localidades con un rango de 10 a 20 milímetros, los daños son menores a las cifras mencionada.
Mientras, el presidente del Comité de Cerezas, Cristián Tagle, sostuvo que "se está trabajando a nivel de campo para tener una estimación más precisa, la que esperamos completar alrededor de mediados de esta semana, y tener así una cifra lo más ajustada posible a la realidad".
Para los arándanos el impacto del agua caída, en una primera etapa, "retrasa en uno o dos días las labores de cosecha e implica la realización de aplicaciones para evitar la generación de pudriciones, procedimiento que es habitual frente a estos eventos durante el período de cosechas", afirma Asoex.
La evaluación que hace la Federación de Productores de Fruta (Fedefrura) no es más alentadora, ya que si bien en los huertos cercanos a Santiago el 5% y 10% en la producción fue afectada, el problema mayor se registró en la región de O'Higgins, donde según datos de pluviometría se produjo una caída de 12 a 30 milímetros de agua en las zonas frutícolas. Por ello, se prevé que un 20% de la cereza de exportación no pueda destinarse a los mercados. En tanto, en la región del Maule, el ex presidente de Fedefruta y actual presidente de Fruséptima, Antonio Walker, señaló que la pérdida va desde el 25% hasta un 40%, a causa de las precipitaciones que en algunas zonas llegaron a los 43 milímetros.
"El daño en la cosecha estará a la vista tres días después de la lluvia, por lo que nos encontramos evaluando la situación", comentó, y agregó que "lo que sí podemos adelantar es que la pérdida es grande, y echa por la borda la proyección de por lo menos 20 millones de cajas para esta temporada", agregó.
Según explican los gremios la cereza se daña por las lluvias debido a que, por presión osmótica, absorbe el agua y se hincha, lo que provoca que finalmente explote. "La gota entra a la epidermis del fruto y la revienta, como un globo al que no le entra más aire", graficó Walker.