Actualidad

La Moneda al rescate de la candidatura de Evelyn Matthei

La preocupación por los efectos que podría tener una fuerte derrota en las elecciones, sobre todo porque le pasarían la cuenta a Piñera, empujó al gobierno a tomar las riendas de la campaña oficialista.

Por: Por Blanca Arthur
 | Publicado: Sábado 19 de octubre de 2013 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir


Cuando en La Moneda percibieron con inquietud de que un posible desastre electoral terminaría pasándole la factura al Presidente Sebastián Piñera, decidieron apostar todas sus cartas a fortalecer la campaña oficialista.

En un escenario en que los partidos lo acusaban de que con su actuación en el último tiempo le había propinado un golpe letal tanto a la postulación de Evelyn Matthei como a la derecha, el propio Piñera entendió que su única opción para que no le endosaran la responsabilidad de una derrota, era jugar todo su capital para contrarrestar el daño.

Con datos que indicaban que mientras la candidatura presidencial estaba estancada, tampoco en las parlamentarias se auguraba un buen resultado, los principales ministros políticos liderados por el titular de Interior, Andrés Chadwick, en coordinación con el comando a cargo de Joaquín Lavín, idearon una estrategia basada en concentrar la campaña en el gobierno.

Un diseño que tanto La Moneda como los asesores de la abanderada asumieron que era el último recurso para lograr como meta más inmediata que Matthei se reposicione de manera de pasar a la segunda vuelta con un respaldo que se acerque al piso de la derecha.

Factor ordenador


En su oscuro diagnóstico para reimpulsar la campaña, en el oficialismo reconocieron que el impacto por la conmemoración de los 40 años del golpe afectó seriamente a la candidatura aliancista. En el comando reconocen que, producto de no haber calculado el efecto de la fecha, no lograron que la candidata articulara una postura, menos después de que la arremetida presidencial produjera un verdadero caos en el oficialismo.

En ese cuadro, frente al temor de que el conflicto escalara a extremos como el que pudo haber llegado con la amenaza de la UDI de desligarse del gobierno, las autoridades junto al generalísmo de Matthei pusieron en marcha el plan para impedir que la situación derivara en una crisis que terminaría por sepultar definitivamente a la abanderada presidencial.

Por eso, teniendo en cuenta el malestar de los partidos que tanto los máximos representantes de la UDI como también de RN se encargaban de manifestar, se decidió que el único factor aglutinante podía ser el gobierno, para lo que era necesario que éste asumiera el liderazgo de la campaña.

Fue en ese contexto que, tras el regreso del Presidente de su gira en la que participó en la cumbre de la APEC, el acuerdo fue que todas las autoridades, comenzando por él mismo, aparecieran dándole un respaldo cerrado a Evelyn Matthei.

Con el fin de no perder un minuto, el diseño se puso en marcha inmediatamente en el acto en que se conmemoró el aniversario del post natal de 6 meses el sábado, donde con la presencia de la candidata, Piñera abundó en elogios a sus capacidades para dirigir el país.

Pero el hito principal para lanzar esta nueva estrategia fue la comida organizada por el comando en el Círculo Español el lunes, a la que no sólo asistió el mandatario junto a Cecilia Morel, sino también gran parte de su gabinete.

Como lo suponían tanto en La Moneda como en el círculo de la abanderada, esta arremetida del gobierno podría significarles enfrascarse en una disputa con la oposición por las acusaciones de intervención electoral tal como ocurrió. Pero los estrategas de este diseño asumieron que era un costo menor, en parte porque demostrarían que no estaban infringiendo ninguna norma, pero además por la posibilidad de que incluso esas críticas pudieran aparecer como un síntoma de que la oposición estaba preocupada de la opción de Matthei.

Como sea, las cuentas que se sacaron después de ese acto, fueron que había sido un éxito, tanto por la muestra de unidad que hubo con la asistencia de las autoridades, de los dirigentes, además de los candidatos -incluido Andrés Allamand- como por el entusiasmo que generó en la UDI el saludo que mandó Pablo Longueira por intermedio de su mujer.

Traspasar el apoyo


La propia candidata, pese a la desazón que le había producido la actitud de Piñera, asumió que la mejor estrategia cuando queda sólo un mes de campaña era apegarse al gobierno, lo que confirmó al focalizar prácticamente todo su discurso en el Círculo Español en los logros de su gestión presidencial.

La esperanza de quienes están detrás de la campaña es lograr traspasarle a la candidata al menos parte del respaldo que tiene el gobierno en las encuestas, que al bordear el 40%, supera con creces el que alcanza Matthei en las encuestas de las que disponen.

Lograr que la abanderada presidencial se acerque a esa cifra es un desafío que admiten complicado, entre otras cosas, porque no desconocen que la irrupción de la candidatura del independiente Franco Parisi, es un factor que les ha impedido crecer.

Pese a que en algunas encuestas, como la última de la UDP, éste aparece acercándose peligrosamente al obtener 11 puntos frente a 14 de Matthei, en la dirigencia oficialista descartan que puede llegar a superarla, aunque sí perciben con cierta inquietud que obtenga una votación más cercana a él que a Bachelet.

Como los sondeos disponibles hasta ahora indican que existe el riesgo de repetir un escenario como el de los años 89 con Hernán Büchi, o del 93 con Arturo Alessandri -que no llegaron al 30%- la preocupación que se ha instalado es el retroceso que eso significaría para la derecha que en las elecciones siguientes se mostró como una fuerza similar a la Concertación.

Generar entusiasmo


Con el propósito de impedir quedar con el tercio o menos del electorado, los estrategas de la campaña tienen la expectativa de que, con el respaldo del gobierno, donde además se espera una activa participación de Cecilia Morel -quien lo duplica en adhesión- pueda generarse un escenario que al menos dé la sensación de que no todo está perdido.

Conscientes de que el ánimo derrotista que reina en la derecha puede ser uno de los peores enemigos de la campaña, quienes la están conduciendo esperan que se logre transmitir que el desafío de esta etapa es llegar con Matthei lo mejor posicionada que sea posible para enfrentar la segunda vuelta.

Intentando demostrar que ello no sólo es necesario, sino además una meta alcanzable -como es la consigna que asumieron todos los dirigentes del oficialismo- la idea es conseguir que el electorado tradicional de la derecha se motive a participar en elecciones que perciben definidas.

Con ese propósito se considera fundamental el despliegue de las autoridades de gobierno, pero sobre todo, el trabajo unitario con los candidatos a parlamentarios -que ha sido una de las falencias que se reconoce que ha habido hasta ahora- porque se entiende que finalmente son éstos los que tienen la capacidad de movilizar al electorado.

La apuesta es que en el período que queda -donde la franja televisiva que comienza mañana y los debates, crearán un ambiente electoral- se consiga reinstalar la idea inicial de que las presidenciales son una contienda entre Matthei y Michelle Bachelet.

No quiere decir que con ello en el oficialismo crean repuntar al punto de tener posibilidades de ganarle a una candidata con el caudal de apoyo que tiene Bachelet, pero sí que ése es el mejor escenario para impedir un desastre electoral.

El argumento de la dirigencia es que la expectativa de ese duelo puede generar el ánimo que se requiere, con el consiguiente mejor resultado en las parlamentarias.

Pero no es lo único, porque también existe confianza de que enfrentada solamente a Bachelet, Evelyn Matthei podría exhibir sus potencialidades logrando que con una mejor performance la derecha no sufra la derrota que se supone.

Lo más leído