Cathy Barriga: ¿A quién le ha ganado?
Luego de que saliera elegida con el 36% de los votos en la segunda comuna con más habitantes del país, los memes inundaron las redes sociales. Pero más respeto, porque ella sí le ha ganado a alguien (y a varios).
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Es difícil hablar de Cathy Barriga sin caer en los prejuicios: Mekano, rosado, colonia olor a frutilla y un vestido de princesa bien pomposo. Ésos son los conceptos que, inevitablemente, se vienen a la mente cuando mencionan su nombre.
También Disney y disfraz de Minnie (de hecho, cuando fue a Magic Kingdom se disfrazó, literalmente, de la novia de Mickey).
Fácilmente se podría pensar en un fenómeno mediático, que tuvo la suerte de salir elegida en las elecciones municipales con mayor abstención de la historia.
Pero la verdad dista mucho de eso. Porque más allá del hecho que sea una mujer de esfuerzo, madre soltera, que se casó con el hijo de Joaquín Lavín en un castillo en el Cajón del Maipo, y que cuenta con la simpatía del público, la recién electa alcaldesa de Maipú (hasta ahora reducto de la Nueva Mayoría), tiene algo especial.
Algo que hizo que al debutar como CORE (su primer cargo público), se ganara el respeto de “pesos pesados” de la política, como Mariana Aylwin y María Antonieta Saa. Mujeres que, al igual que ella, tuvieron que abrirse paso en un mundo machista, que obliga a demostrar (al doble), que se merecen el puesto que ocupan.
Lo primero: ella sí es rosada. Le fascinan las princesas y se preocupa de verse bien. Y qué.
Según su círculo cercano, Barriga sabe perfectamente quién es, qué quiere, y no le importa el qué dirán (cualidad que debe ser envidiada por otras mujeres que sueñan, secretamente, con disfrazarse de Aurora).
Además, es inteligente. Porque aparte de haber estudiado (es licenciada en Sicología, sólo le falta el título), sabe que para llegar donde está, iba a tener que trabajar más que el resto para derribar los prejuicios que la rodean; pero lo hizo igual, sin quejarse.
En esto, ha sabido aprovechar los beneficios que le ha traído ser “famosa”, elemento que podría haber sido un arma de doble filo. Porque antes, si peleaba con el pololo o tomaba alguna decisión equivocada, todo el mundo se enteraba.
Sin embargo, supo administrar esta herramienta, logrando que la gente la quiera. “Todos hablaban que la Robotina esto o lo otro, pero cuando participaba en algún concurso en el que votara el público, nunca tuvo competencia”, agrega un cercano.
La película clara
Con el respaldo de la familia Lavín, sería lógico pensar que ese fue un factor determinante para que Cathy Barriga se convirtiera en la primera mujer que llega al cargo más importante en un municipio donde viven poco más de 550 mil personas.
Pero nuevamente, estaríamos equivocados. “Cuando iban a las ferias para hacer campaña en las elecciones de 2013, donde él competía para ser diputado, jugó un rol muy importante, porque Joaquín Lavín León es bastante tímido, pero ella (que iba por CORE) lo presentaba y ayudó a que la gente lo conociera de verdad”, comenta un cercano, destacando que nunca ha tenido la necesidad de usar la imagen de su suegro.
Otro punto que le juega a favor a la hora de demostrar que no es un “producto”, es que no tiene caretas. “Cuando su marido desistió de competir para la alcaldía por Maipú -en 2012-, podrían haber hecho lo típico, que es volver a vivir a la comuna donde residían antes. Pero no era una parada por la campaña, ellos de verdad querían vivir allá”, dice un conocido.
Además, al poco tiempo levantó la Fundación Fuerza de Mujer, de apoyo a madres solteras que quieren emprender, causa con la que se identifica.
¿Cómo la definen? Como una mujer normal. No tiene un equipo gigante de gente que le solucione los problemas. “Ella es súper matea, pero no en el sentido de repetir como un robot. Impresionó a todos como CORE, porque sí dio el ancho, fue muy activa en términos de proponer e intervenir en distintas iniciativas, informada y con opinión, cosa que no todos pueden decir”, comenta una persona que presenció varias de estas reuniones.
A esto se suma el hecho de que no responde a lógicas partidistas. De hecho, pese a que cuenta con el apoyo de la UDI (que le dio el cupo), sigue siendo independiente. “Su interés es 100% ciudadano. Su proyecto más emblemático fue Cuidado con el Perro, que fue el único que se aprobó a nivel de las 52 comunas de la región, con el chip para las mascotas, educación sobre tenencia responsable en los colegios”, comentan.
Y siempre está consciente de su rol de madre de tres niños. Cuando le ofrecieron ser candidata, aceptó sabiendo que iba a ser demandante; tuvo a su tercer hijo en medio de la campaña y apenas bajó el ritmo.
Cosa que todas las mujeres sabemos que es un tremendo mérito.
Entonces, ¿a quién le ha ganado Cathy Barriga? A todos los que se ríen de ella.