Disputa por U. Santo Tomás vive días clave: si no hay acuerdo en enero van a arbitraje
Proceso se activaría si la familia Rocha se niega a comprar el 15% del fondo en la matriz.
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Las dos próximas semanas serán clave para el futuro de la
Corporación Santo Tomás, controladora de la universidad del mismo
nombre. Y es que no es fácil la situación que se vive al interior del
directorio de la entidad fundada por el fallecido Gerardo Rocha.
El
más descontento con la realidad de la Corporación, es el fondo de
inversión Halcón, que maneja Econsult, y que posee el 15% de la
propiedad. Estas últimas semanas fuentes del fondo manifestaron a DF
que pretenden deshacerse de su participación en la sociedad, activando
una cláusula especial del pacto de accionistas de la corporación, la
cual se hace efectiva en caso que la convivencia entre las partes, es
decir, los Rocha y el fondo Halcón, sea insostenible.
Una
fuente ligada al proceso se refirió a dicha cláusula. “Si el fondo
decide enajenar su 15%, Angelicum, sociedad que representa los
intereses de la familia Rocha, debe comprar esa parte, agregándole al
valor de ésta una rentabilidad de un 25% anual desde que el fondo tiene
presencia en Santo Tomás, es decir, desde diciembre de 2004”.
Hay que recordar que la participación de los Rocha en la Corporación (cercana a un 70%) podría costar unos
US$ 100 millones, mientras que versiones de mercado señalan que el 15% de Halcón costaría US$ 16 millones.
Sin
embargo, si los controladores, liderados por Gerardo Rocha Haardt,
decidieran no hacer efectiva esta cláusula, ambas partes tendrían que
ir a arbitraje. El mediador que intervendría sería elegido por el
Centro de Arbitraje y Mediación, de la Cámara de Comercio de Santiago.
¿Cómo se llegó a este punto? En mayo de 2008 el fondo Halcón
hizo público su interés de comprar el 100% de la propiedad a los Rocha,
debido a que consideraban que la Corporación era un buen negocio, pero
hoy la realidad es diametralmente opuesta.
Una fuente ligada a Halcón dice que se busca una salida clara, que respete los intereses de los accionistas.
“Al
31 de enero si no nos han pagado, iremos a arbitraje”. Previendo esta
instancia, el fondo de inversión prepara su ofensiva y para ello es
asesorado por el estudio Cariola Díez Pérez-Cotapos.
Las claves del conflicto
Una
de los puntos a resolver es la permanencia de Rodrigo Alarcón dentro de
la Corporación. Alarcón coordinó el aterrizaje de Gerardo Rocha al
directorio. Lo hizo tras la salida de Eduardo Vargas, representante de
LarrainVial que asesoraba a la familia, ante la duda de si debían
vender o no la participación en la corporación. Pese a que el banco de
inversión les recomendó hacerlo, Rocha Haardt decidió apostar por el
negocio que inició su padre.
Según cercanos al proceso, fue en
ese momento cuando Rocha Haardt se alejó de Alarcón, quien también
querría enajenar su 6% en la sociedad. Gerardo Rocha Haardt, según
cuentan, es aconsejado por su tío, Rodrigo Rocha Vera, quien tiene un
5%. Más adelante, Rocha Haardt asumió la presidencia del directorio,
relevando a Alarcón de ese puesto.
Cercanos cuentan que en su
nueva posición como presidente, Gerardo Rocha cercó los intereses del
fondo Halcón y de Alarcón, incrementando su influencia sobre el
directorio con la llegada de su tío y del abogado Renato Nuño Luco,
quien congeniaría con los intereses de los controladores.
Un miembro del fondo Halcón cuenta que le extraña el empoderamiento que muestra Rocha Haardt.
“Su
padre al final confiaba en el fondo y en Rodrigo Alarcón, ahí radicaba
su confianza. El hijo no ha logrado darse cuenta de eso y la lógica era
mantener las confianzas”, dice.
Una fuente cercana a la
industria de la educación superior indica que meses atrás, en pleno
estallido de la crisis económica, en el mercado se comentó que las
líneas de crédito de la sociedad se habrían visto condicionadas y que
las que hoy mantiene la corporación responderían a la confianza de los
bancos en Alarcón.
Según manifiestan en el fondo, nadie pensó
que Gerardo Rocha Haardt, quien era piloto comercial de una línea aérea
del medio oriente, alcanzaría el protagonismo que ostenta en la
actualidad y menos aún que las posibilidades de inversionistas de
adquirir la universidad se verían truncadas.
Según un cercano
al proceso, a los integrantes del fondo Halcón -compuesto por Álvaro
Saieh, José Antonio Garcés, José Yuraszeck, Econsult e Invesco, filial
de la Cámara Chilena de la Construcción-, “les molesta la figuración
pública que han provocado los Rocha este último tiempo”.