El reservado trabajo de Goldman Sachs en Chile
Uno de los bancos de inversión más grandes del mundo llegó a Chile en 2013 de la mano de dos experimentados banqueros. Desde esa fecha han conquistado a grandes grupos económicos y empresas estatales: solo en el último año han asesorado a State Grid, Grupo Patio y la Empresa de los Ferrocarriles del Estado.
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Fue en 2004 y no llegaron para hacer negocios. Por ese tiempo Henry Paulson, el entonces presidente de Goldman Sachs, vio una oportunidad en un terreno de la Isla Grande de Tierra del Fuego. La firma, que era dueña del paño, decidió donar a perpetuidad las 300 mil hectáreas ubicadas en el último punto de la Región de Magallanes a la fundación Wildlife Conservation Society (WCS). De esa forma, la propiedad se transformó en el Parque Karukinka y el gigante norteamericano clavó su primera bandera en suelo nacional.
Tuvieron que pasar casi 10 años para que apareciera la segunda bandera. A principios de 2013, Goldman Sachs anunció la apertura de la tan esperada filial en Santiago. Era una movida natural luego de años de especulaciones. La operación se concretó en febrero de ese año y comenzó con el objetivo de liderar operaciones grandes. La finalidad de esta nueva oficina era ambiciosa: convertir a Santiago en un “hub” regional que conectara a todos los países de Sudamérica.
La apertura estuvo a cargo de dos banqueros importantes de Goldman Sachs y que siguen liderando la operación chilena: el norteamericano Tim Kingston —quien actualmente es el chairman de Goldman Sachs Chile— y el español Luis Puchol-Plaza, quien es director de la filial nacional. Hoy sus oficinas están en Enrique Foster con Apoquindo y tienen 15 personas trabajando, la mayoría jóvenes. Eso sí, por estos momentos toda la planta está con teletrabajo.
“(Esta oficina) nos ha permitido conectar a los clientes locales con la red de la firma y el capital internacional. Ese ha sido nuestro foco”, confirma a DF MAS Luis Puchol-Plaza. Y Tim Kingston tiene un análisis similar: “Después de mucho analizar y evaluar el mercado, decidimos que Santiago sería un buen hub para partir la expansión por Latinoamérica”.
Los Matte, del Río y Grupo Patio
Arrancaron lento, pero tomaron fuerza rápido. Si bien no lideran el ranking de Fusiones y Adquisiciones en Chile de Leaders League 2021, aparecen en tercer lugar, luego de BTG Pactual y JP Morgan, su máxima competencia en Nueva York.
A pesar de eso, el portafolio de clientes de Goldman Sachs en Chile es diverso y cada año crece más. En 2019 ayudaron a AES Gener a emitir el primer bono verde de US$ 450 millones; años antes asesoraron a la familia Del Río para vender una parte de Falabella por más de US$ 350 millones; en enero de 2020 orientaron al Grupo Patio a colocar un fondo de renta inmobiliaria de 1,5 millón de UF; y también fueron contratados por el Grupo Matte para liderar la venta de parte de su matriz portuaria por US$ 500 millones.
En el rubro de las inversiones se dice que Goldman Sachs Chile prefiere la calidad antes que la cantidad de negocios cerrados.
“Todas las transacciones en las que trabaja Goldman Sachs son operaciones en conjunto. No hay un negocio en que solo trabaje la oficina de Chile o de Nueva York. Traemos a los representantes de los diferentes equipos en las distintas ciudades del mundo”, afirma desde Manhattan Mateo Ugas, director de Goldman Sachs Chile, quien está a cargo de toda la operación de financiamiento desde la Gran Manzana.
De hecho, muchos chilenos que trabajan para Goldman Sachs están en otras partes del mundo. Francisco Bauzá —vicepresidente en la firma— trabaja desde Nueva York, al igual que Ignacio Espinoza, que es un asociado del área de Inversión. En Reino Unido está Ignacio Venezian, quien es parte del departamento de Fusiones y Adquisiciones.
Es común que distintos funcionarios de la filial en Chile trabajen un par de años en Santiago y luego se radiquen en Estados Unidos. Específicamente para liderar procesos comerciales sudamericanos en el mercado norteamericano, ya que es ahí donde se concreta gran parte de los negocios.
Lo que buscan desde la oficina de Santiago, comentan fuentes de la industria, son los peces gordos. Les interesan los negocios importantes, pero también con un propósito. Hace años que Goldman Sachs decidió realizar una curatoría de sus asesorías, priorizando las transacciones con un trasfondo ecológico y social. En Chile, se comenta, se da algo muy parecido. Sin embargo, desde la compañía afirman que en los últimos años se han acercado al mundo de las startups.
La especialidad de la casa, comentan, son el M&A, todo el espectro de deuda, la gestión de riesgo y de activos, y la banca privada.
El 6 de noviembre de 2019 un puñado de ejecutivos chinos de State Grid se reunieron con Juan Carlos Jobet, ministro de Energía, para dar los primeros pasos del negocio que se concretaría un año después con Chilquinta. En la cita, eso sí, también participaron Luis Puchol-Plaza y Tim Kingston.
La reunión significó un paso importante en lo que ocurrió después. La estatal china llevaba años pensando invertir en Chile y esa fue una de las citas que marcó un antes y después.
Los ejecutivos de Goldman Sachs estuvieron detrás de todo el proceso, en el cual la firma china se impuso a Enel y logró quedarse con Chilquinta por US$ 2.200 millones. Fue el negocio más grande del año en Chile.
“State Grid es un cliente de la firma internacional que hemos representado en distintas ocasiones. Ellos tienen interés en invertir en Chile, de hecho habían mirado muchos activos. Fue una operación de las que pusimos en movimiento muchas áreas de la firma”, cuenta Puchol-Plaza, quien agrega que le dieron “un asesoramiento amplio en todos los aspectos para que State Grid fuera el postulante preferido y pudiera hacerse con la compañía”.
Pero el negocio con State Grid no fue la única experiencia de Goldman Sachs Chile con ejecutivos chinos. En 2018 asesoraron a la canadiense Nutrien (antigua PCS) para cerrar la venta del 24% de la propiedad de SQM a Tianqi. En la industria se dice que ese evento marcó un antes y un después en la filial, ya que la operación fue catalogada como la transacción más grande en la bolsa de valores de Chile: más de US$ 4.000 millones.
Los tres líderes de la operación chilena —Kingston, Ugas y Puchol-Plaza— coinciden en el mismo caso al momento de analizar la operación general de Goldman Sachs en Chile: la colocación de bonos internacionales de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado (EFE) por US$ 500 millones a un plazo de 30 años y con una tasa de 3,068% anual.
Con esta movida, la estatal —presidida por Pedro Pablo Errázuriz— busca financiar su plan Chile Sobre Rieles, que aspira aumentar el número de pasajeros y duplicar las cargas movilizadas. “Conseguimos la tasa de 30 años más baja en la historia para un corporativo de Latinoamérica. Fueron una acumulación de cosas en el mercado en ese momento: lo que representa EFE como compañía del Estado y el rol que cumple en la economía de la sociedad chilena. Nos entusiasmó mucho ayudarlos en esa transacción”, afirma Ugas.
Si hay algo en que se especializa la matriz internacional de Goldman Sachs es en sus proyecciones del mercado, y más aún en medio de una crisis económica. En las últimas semanas la gigante financiera ha realizado informes que podrían impactar directamente a la industria chilena y que los empresarios nacionales leen con atención.
Por ejemplo, en diciembre pasado el banco de inversión mejoró las proyecciones de ventas globales de autos eléctricos, lo que influye directamente en la producción de SQM. Además, se han reunido con el gobierno para impulsar el rubro del hidrógeno verde en suelo nacional.
Sin embargo, por estos días, el mayor rol lo están jugando en los commodities. “Nuestros economistas tienen una visión muy positiva sobre materias primas desde hace varios meses y lo estamos viendo con el cobre, el hierro y otros. Y para economías como la chilena —que están muy impactadas por este mercado— son buenas noticias. El pasado ha sido muy bueno y esperamos un futuro que sea estimulante”, cuenta Luis Puchol-Plaza.
Poco se sabe sobre los próximos proyectos de Goldman Sachs en Chile, sin embargo, los ejecutivos afirman que tienen una muy buena proyección con respecto al futuro del país.
“Chile lo vemos como un país muy estable, con instituciones muy fuertes. Y eso le da una seguridad muy importante. Por eso existe un alto interés del inversor. En el banco somos muy constructivos en cuanto al crecimiento global para los próximos años”, concluye Puchol-Plaza.