El all in de Fischer por Enjoy que molestó a Martínez
El miércoles 24 de febrero, en una arriesgada jugada, Enjoy reveló que sus acreedores habían negociado con su archirrival Sun Dreams, para fusionarse. La historia detrás de ese llamado y lo que viene, tienen más de juego de póker que de una transacción común y corriente.
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Hay dos versiones sobre la llamada que el viernes 19 de febrero Henry Comber hizo a Javier Martínez. Una dice que el presidente de EuroAmerica “invitó” al presidente de Enjoy a sumarse a las conversaciones exploratorias de Sun Dreams, de Claudio Fischer, para fusionar ambos operadores de casinos.
La otra versión es que Comber “notificó” a Martínez de estas conversaciones preliminares y que, dados los plazos que conlleva una operación de este tipo, era prudente que él supiera lo que estaban haciendo los acreedores y futuros controladores de su empresa. La respuesta de Martínez fue nula. Ni positiva ni negativa. Solo se dio por notificado.
También hay dos versiones sobre el porqué del llamativo hecho esencial enviado el miércoles al mercado. La primera dice que Martínez se molestó mucho por la llamada, que no se sintió considerado y que los acreedores no cuidaron las formas de hacer una operación de este tipo. Mal que mal, él sigue siendo accionista y presidente de la firma, y por eso reveló las cartas de su oponente. Nada menos que ante todo el mercado.
La versión alternativa dice que Martínez y el directorio se preocuparon por el alza galopante del precio de la acción entre el viernes (cuando el gobierno anunció que los casinos podían funcionar en fase 2) y el miércoles. Aunque varias fuentes recalcan que fue coincidencia, una investigación de la CMF por estos hechos y no haberlos informado a tiempo, era algo que querían evitar.
Igualmente, la CMF requirió el jueves a las corredoras información de las transacciones del título de Enjoy.
Lo claro es que no todas las cartas de la mano están sobre la mesa. Ni tampoco la baraja está repartida.
Quienes conocen de las tratativas cuentan que las cosas fueron así: hace un par de meses, los acreedores se acercaron al presidente de Enjoy y le preguntaron qué había de cierto en los rumores sobre un supuesto fondo de inversión u operador extranjero mirando Enjoy para comprarla. Martínez no descartó nada, pero tampoco reveló si esas conversaciones existieron siquiera.
Con ese antecedente en mano, acreedores asesorados por Asset Chile empezaron a idear un plan b. Fue en eso que este año surgió la opción de Claudio Fischer.
Las razones de optar por él son varias. Primero, es un actor que conoce muy bien el tejemaneje de la industria, ya tiene un proceso de fusión en el cuerpo cuando unió su Dreams con la sudafricana Sun, a quienes finalmente le compró su parte el año pasado. E incluso trató, sin éxito, de lanzar una OPA por todo Sun a nivel global.
El track record de su operación en plazas como Monticello o los casinos municipales que tiene le dan un sello de confianza de que es un operador eficiente. Este punto no es menor. Los principales acreedores de Enjoy, que en los próximos dos años se convertirían en sus controladores tras el canje de deuda por acciones, son EuroAmerica y Penta. Ninguno, claramente, experto en administrar una sala de juego.
Y lo más importante para estos acreedores fue la liquidez de la que goza Fischer, tras vender su parte de la salmonera AquaChile a Agrosuper el 2019 y recaudar del orden de US$ 280 millones. Además de la deuda que ya inyectaron a la compañía, Enjoy seguirá requiriendo dinero fresco al menos hasta que se recupere la industria en Chile.
Asimismo, esta fusión permitiría que dichos inversionistas financieros como EuroAmerica y Penta, tengan una ventana para salir y recuperar su inversión.
Esta jugada, dicen fuentes de ambos lados, no dejaría fuera a Martínez. A él y su familia se les respeta como los pioneros del juego en Chile. Pero tampoco hay que obviar que bajo su administración y control de la empresa, fue que se sobreendeudaron y no tuvieron el buen ojo en alguna de las operaciones que realizaron.
Y lo que Martínez hizo, en vez de bajar la apuesta o retirarse, fue subir e ir por todo. En la última licitación de municipales, se quedó con cuatro de cinco plazas. Todo ello con enormes cifras de inversión que debe desembolsar Enjoy.
“Martínez ya perdió el control de Enjoy cuando entró Advent. Pero seguía administrando él, así que no puede decir que no es el responsable de la debacle de Enjoy. Y esto no tiene que ver solo con pandemia, porque es el único operador de casinos que ha caído en 2020 en Chile”, dice una fuente.
El tema, dice una persona que ha participado de las negociaciones de reorganización, es que Martínez negocia duro. Todos recuerdan cuando al inicio del proceso judicial dijo que él aceptaba que los actuales accionistas se quedaran, ni más ni menos, que con la mitad de la empresa, tras la reorganización y el canje de deuda por acciones. Al final, Advent y los Martínez se quedarán con menos del 10% cuando se complete el proceso de traspaso de deuda.
En lo que sí hay consenso en el mercado financiero y de casinos es que las formas no se cuidaron del todo en este proceso. Primero, los acreedores no controlan una empresa, a menos que canjeen su deuda y sean accionistas y no valistas. Por lo tanto, lo que correspondía era juntarse con el presidente o con el directorio y decirle que había surgido una opción interesante para salvar a Enjoy. Idealmente invitar a que la empresa sea parte formalmente, o que al menos se pueda iniciar un proceso de due dilligence.
Pero eso de llamar un viernes y contar que estuvieron conversando con interesados en fusionar, no es la forma tradicional de llevar este tipo de deals. Un veterano asesor de fusiones y adquisiciones lo resume así: “EuroAmerica y Penta son expertos en comprar instrumentos de renta fija en el mercado, no en hacer M&A. Y en cosas como estas se nota”.
Otro de los puntos que llamó poderosamente la atención y alimentó todo tipo de suspicacias en el mercado tanto por la oportunidad como por el tono del hecho esencial de Enjoy del miércoles, es que Martínez y Fischer han tenido públicas diferencias.
Más allá del entramado judicial que los enfrenta por los casinos de Pucón y Puerto Varas, donde se han dicho de todo por quitarse las concesiones y evitar que se inicien las obras de construcción, Martínez, cuentan en su entorno, siente que lo están retirando a la mala de la industria, cuando las cosas podrían haber sido de otra forma.
Además, en el último tiempo, tanto Sun Dreams como Marina del Sol, del empresario penquista Nicolás Imschenetzky, han dado una dura batalla contra Enjoy y la supuesta ayuda directa que habría recibido desde el gobierno para salvarse.
En noviembre del año pasado, en una conferencia de prensa organizada por la Asociación de Casinos de Juego, donde no participa Enjoy, fueron los accionistas de las empresas los que acusaron a la Superintendencia de Casinos de actuar irregularmente.
Allí, sentado en una mesa, camisa a rayas, chaqueta gris y un fondo negro, estaba Claudio Fischer. Y disparó contra Enjoy. “Nos preocupa la dualidad en el trato que está teniendo el Gobierno con algunos actores de la industria. Por un lado están cambiando las reglas del juego a gran parte de los operadores, perjudicándonos. Y por otro lado, están tomando decisiones que favorecen a un solo actor de la industria. Eso para nosotros es al menos raro, y creemos que deben enmendar el camino”, dijo.
En la misma conferencia le preguntaron por qué, a pesar de este panorama de incertidumbre, decidió comprar el porcentaje que no controlaba de Sun Dreams. “Somos chilenos, no íbamos a salir arrancando. Es una apuesta, una apuesta grande. Nadie pensó que iba a pasar esto, y aun cuando pase todo esto, esta inversión va a seguir siendo buena. Algún día vamos a abrir, y va a costar un poco más la recuperación de capital, pero tengo confianza en eso”, apuntó.
Justo a su lado en dicha conferencia estaba sentado Nicolás Imschenetzky, quien junto a Fischer llevó la batuta de la cruzada contra Enjoy. El empresario nunca supo que se estaba tejiendo un salto de Fischer sobre Enjoy vía los acreedores. Es más, esta semana estaba en México, compitiendo en un encuentro de ecuestre.
Imschenetzky y Fischer ya habían intentado en el pasado fusionarse, sin éxito. El precio y quién llevaría el día a día de la operación es lo que los detuvo en su momento.
Sin embargo, en esta jugada Marina del Sol podría beneficiarse indirectamente de todas formas.
Como la eventual fusión debe pasar por la Fiscalía Nacional Económica y por la Superintendencia de Casinos de Juego, podrían tomarse medidas de mitigación para evitar concentraciones de casinos que estén muy cerca (Rinconada de Enjoy y Monticello de Sun Dreams, por ejemplo). Y ahí Marina podría ser un beneficiado al comprar esos activos y sus operaciones.
En todo caso, y a pesar de la molestia que le generó a Fischer que se revelaran sus cartas a través de un hecho esencial de Enjoy, el empresario sigue interesado en seguir explorando la fusión, aunque, recalcan desde su entorno, todo es muy preliminar aún. Sin embargo, por el otro lado, no se sabe qué hará Martínez.
Algunos dicen que sigue preparando un contraataque y busca un inversionista extranjero que además de querer entrar a la empresa lo deje a él a la cabeza. O lo que también está sobre la mesa es que ceda y acepte aprobar la eventual fusión, pero con mejores condiciones para su permanencia en el directorio, o que se fije un buen precio de salida. En definitiva, lo que falta saber ahora es si la casa se retira. O dobla la apuesta.