Experto francés y el hidrógeno verde: “Se debe reducir cualquier incertidumbre, lo que significa tener políticas públicas sólidas”

En la versión de este año del Congreso Futuro, uno de los aspectos centrales es el hidrógeno verde (H2V). El combustible, que es producido con energías renovables, se espera que sea fundamental para descarbonizar la matriz energética de Chile, a través de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, y donde incluso el país proyecta convertirse en exportador.

Laurent Antoni es uno de los expertos que llegó al país para compartir su vasta experiencia en la industria del hidrógeno renovable, como él prefiere llamarlo.

Oriundo de Francia, el especialista es parte de la Comisión Electrotécnica Internacional y manager de CEA Hydrogen, organización francesa de tecnología e investigación que desarrolla energía atómica y alternativa. Desde 2016, es presidente de Hydrogen Europe Research, asociación europea de investigación sobre el hidrógeno.

“Chile es único en cuanto al potencial de la energía verde y, por ende, de crear hidrógeno renovable. El país puede aprovechar esto para descarbonizar su industria local, en aspectos como la minería y el transporte, y así dejar de depender de importar tecnologías”.

- ¿Cuál es la situación actual del desarrollo del hidrógeno en el mundo?

- Hoy estamos pasando del impulso real a la acción, que es algo que se empezó a instalar en los últimos dos años en todo el mundo. Hace cinco años, muy pocas personas hablaban del hidrógeno, y ahora está en casi todas partes. Más de 30 países hoy tienen su propia estrategia nacional de hidrógeno y se ha visto un desarrollo en los proyectos de gran capacidad, llegando a existir más de 600 a nivel internacional, a escala de proveer gigawatt. La relevancia que juega esto, es que muchas entidades internacionales han visto que, para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, es necesario el hidrógeno. Esto no va a resolver todos los problemas del mundo, pero sin este combustible en las soluciones, no podremos alcanzar estas metas climáticas.

- ¿Cuáles consideraría que son las ventajas comparativas de Chile para producir y ser, en un futuro, exportador de este hidrógeno?

- Chile es único en cuanto al potencial de la energía verde y, por ende, de crear hidrógeno renovable, y por esto tiene una muy buena oportunidad de convertirse en uno de los líderes en la economía del hidrógeno renovable a nivel internacional.

El país puede aprovechar esto para descarbonizar su industria local, en aspectos como la minería y el transporte, y así dejar de depender de importar tecnologías. Si se disminuyen las importaciones, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en Chile se reducirán. Y si está utilizando este hidrógeno renovable para producir, por ejemplo, cobre verde, es más fácil exportar esto que hidrógeno. Para transportar este elemento, es necesario contar con transporte marítimo, destinar infraestructuras y toda la industria naviera, lo que requiere una inversión importante de por medio y modificar los distintos puertos para que se adecúen a esto.

Proyecciones

- ¿Qué desafíos se ven para el crecimiento de esta industria? En Chile, un aspecto que ha sido complejo es en torno a la falta de demanda.

- Efectivamente, uno de los problemas es tener compradores. Y para lograr alcanzar una demanda significativa, se ven a la vez tres desafíos. Uno de ellos es fomentar la innovación, que es lo necesario para empezar a fabricar la infraestructura para que esta industria opere a gran escala, en temas de, por ejemplo, maquinarias o transporte. Todavía se necesita un gran apoyo en investigación e innovación, a través de alianzas público-privadas. Como segundo punto, este mercado va a requerir mano de obra calificada, porque se necesitará mucha gente para fabricar el hidrógeno, mantener y operar los electrolizadores, y muchas otras acciones. Y, en tercer lugar, si lo que se quiere es crear mercado, se debe reducir cualquier incertidumbre y fomentar la transparencia, lo que significa tener políticas públicas y normativas sólidas. Pero para que ocurra todo lo anterior, se necesita la colaboración internacional y alianzas público-privadas, para que se cumplan las normas de comercio internacional y se pueda trabajar bajo los mismos estándares.

- ¿Qué se viene para esta industria avance en los próximos años?

- Hoy tenemos todos los elementos para crear una verdadera economía de hidrógeno renovable. Está presente la investigación, a través de institutos y la academia. Los gobiernos también han empezado a estar más presentes, para tener estrategias y leyes. Y también hay inversores, donde muchos de ellos se dedican a proyectos de hidrógeno con fondos de varios miles de millones de dólares.

Lo que se viene para el futuro, es que las energías renovables disminuirán el costo de la electricidad, que representa entre el 60% y 80% del precio del hidrógeno, y, por ende, el costo del hidrógeno.

La industria está mejorando las fábricas de electrolizadores, y para 2030 es posible que tengamos muchas de ellas en todo el mundo. Por lo tanto, seremos capaces de crear una nueva industria, con bajas emisiones de carbono y teniendo nuevos puestos de trabajo. El hidrógeno va a ser un jugador importante en la contribución a la lucha contra el cambio climático.