Woolchip, startup que desarrolla pellets a partir de lana de oveja para aumentar la humedad de los suelos, saldrá al mercado este año
El producto puede retener hasta cuatro veces su peso en agua, manteniendo por más tiempo la humedad de las tierras de cultivo.
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Bajo el alero de la Universidad Santo Tomás y el Centro de Investigación OVISNOVA nació Woolchip, una startup que busca hacer frente a las sequías y la reducción del agua de riego en el país. Para esto, desarrollaron pellets creados a partir de lana residual de ovejas, los que permiten mantener la retención de la humedad en los suelos, aportando nitrógeno de liberación lenta para aumentar su fertilidad. Durante este 2024 comenzarán a comercializar sus productos.
La fundadora y CEO de Woolchip, Lina Correa, comentó que luego de cuatro años investigando cómo revalorizar la lana de oveja de desecho, lograron darle un giro al material, transformándolo en una enmienda orgánica para resolver los problemas asociados a la degradación de las tierras.
Este año se adjudicaron un fondo FIA (Fundación para la Innovación Agraria) por $ 100 millones destinado al desarrollo y perfeccionamiento del producto, además de un fondo Corfo Semilla Inicia Maule, por $ 20 millones, para potenciar su marketing y comercialización.
Correa comentó que este financiamiento ha permitido realizar los primeros pilotajes de la tecnología y permitirá la compra de maquinaria e insumos para su salida al mercado.
El producto y proyecciones
La firma transforma la lana residual en pellets que se insertan en los suelos y cultivos, aportándoles diferentes propiedades para potenciar su rendimiento, como el nitrógeno de liberación lenta, que reduce el riesgo de quemaduras en plantas y hortalizas, mejorando la eficiencia de la nutrición de los cultivos y aumentando su fertilidad.
Al mismo tiempo, los pellets, que son libres de químicos, pueden retener hasta cuatro veces su peso en agua, reduciendo la frecuencia de riego y manteniendo la humedad de los suelos.
“El pellet de lana es algo que en Chile no está, pero en otras partes del mundo ya existe. La innovación aquí es justamente aprovechar la lana de desecho nacional, porque estos productos naturales son muy difíciles de importar”, dijo Correa.
De acuerdo con la ejecutiva, el producto puede ser utilizado desde la agricultura a escala industrial hasta “las personas en sus casas con sus maceteros”.
Durante este año comenzarán a comercializar el producto a nivel nacional, a través de un formato pequeño, por medio de sobres que van desde los 200 gramos a 1 kilo, enfocado principalmente en el uso doméstico, jardines y viveros pequeños. “La idea de nosotros más adelante es justamente vender sacos grandes de 25 kilos para los campos agrícolas que lo necesiten”, añadió Correa.