Tres AgTech que están acelerando la transformación del agro
Instacrops, Neltume y Kilimo desarrollaron diversas soluciones para aumentar la eficiencia en el uso de recursos y en los procesos.
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El cambio climático y la consecuente sequía ha obligado a la industria agrícola a buscar soluciones innovadoras para asegurar su sostenibilidad y hacer un uso más eficiente de los recursos.
El sector recién comienza a transformarse y las soluciones están surgiendo desde las AgTech -startups agrícolas tecnológicas- que están abordando problemas como la escasez hídrica, el control de plagas, automatización y la falta de tecnología en procesos.
Instacrops, el asesor agrícola virtual
A raíz de una solicitud, Mario Bustamante, fundador de Instacrops, creó una máquina para alertar de la ocurrencia de heladas a los agricultores. Ese fue el punto de partida y en 2015 creó la actual startup que se ha transformado en un asesor virtual para el agro, que combina tecnología -hardware y software-, Internet de las Cosas (IoT) e Inteligencia Artificial (IA), para resolver problemas de los agricultores.
“Somos una plataforma integral que conecta datos de distintas fuentes, sensores, satélites, drones y data, para transformarlos en reportes e informes al agricultor y el sepa cuándo tiene que regar, cuándo hay una enfermedad o si viene heladas. Sin esto, todo es al ojo”, explica Bustamante.
Hoy asesora a 260 agricultores -de pequeños hasta empresas multinacionales- en cultivos “de alto valor o intensivos”, como los frutales. En el primer año facturaron un 10% de lo que actualmente obtienen de ingresos.
En los primeros años fueron creciendo con los aportes de Corfo y en este tiempo han sumado recursos de Fundación Chile (FCh) y Thrive y recientemente levantaron US$ 2 millones con el fondo local Genesis Partners. Además, acaban de ser seleccionados por la aceleradora Y Combinator, quienes les aportarán US$ 125 mil, “que es lo menos importante, ya que entregan herramientas con las que esperamos que la empresa valga 10 veces más de lo que vale hoy y consolidarnos internacionalmente”, cuenta Bustamante.
Neltume, de monitoreo y control de plagas
Un grupo de ingenieros crearon en 2015 un dispositivo con inteligencia artificial que utiliza sensores y cámaras para monitorear y detectar plagas en los cultivos agrícolas. Además, buscan disminuir el impacto en el medio ambiente de los agroquímicos.
“La plataforma busca optimizar su uso para aumentar la producción frutícola y generar un menor impacto ambiental”, expresa Antonio Cabreira, cofundador de Neltume.
El monitoreo permiten determinar qué día la aplicación del químico podrá ser más eficiente, sin gastar de más y ser menos dañino al ambiente.
También aclaran que no han recurrido a rondas de inversión y que han escalado de acuerdo a sus propias ganancias y aportes de los socios. Su modelo de negocio se ha basado en cobrar por cada dispositivo que utilizan en una temporada sus principales clientes, como el Servicio Agrícola Ganadero (SAG).
Hoy cuentan con cerca de 100 dispositivos y esperan duplicar esta cifra en 2022 para ir hasta otros países frutícolas del cono sur con plagas similares, como Argentina y Australia.
Kilimo , gestión eficiente del riego
En 2016 los argentinos Jairo Trad, Tatiana Malvasio, Rodrigo Tissera, coofundador, y Toni Abdala, dieron vida a Kilimo para monitorear la gestión del riego en aquel país, pero dos años más tarde aterrizaron en Chile con apoyo de Corfo y Alaya para fomentar la innovación agrícola, recibiendo $ 60 millones. A la fecha han levantado US$ 1,5 millones en capital público y privado.
La startup, a través de Big Data, se alimenta de información climática que les sirve para formar una estación virtual para cada campo. “Con cinco satélites podemos conocer el desarrollo y las etapas fenológicas de las plantas para determinar la necesidad hídrica de los cultivos”, afirma Andrea Ramos, country manager de Kilimo. Según sus estimaciones han generado un ahorro aproximado de un 20% en torno al recurso hídrico en el país.
En 2020 el Banco Interamericano de Desarrollo invirtió US$ 300 mil para que entreguen su servicio en pequeños agricultores de menos de cinco hectáreas, iniciando en mayo los pilotos.
A nivel regional cuentan con más de 175 clientes, 50 de Chile, a los cuales les cobran un determinado precio por sus funciones de riego, este valor dependerá de la cantidad de hectáreas del predio. En el futuro esperan crecer en Perú y México, y hacerse cargo del valor del agua en toda la cadena productiva de alimentos.